Instrumentos musicales suenan con el dolor de la esclavitud

Sonido global Dos colecciones de instrumentos musicales en la Antigua Aduana unen culturas y rescatan el aporte de los esclavos

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Si estos instrumentos se unieran en concierto, su música cantaría 400 años de historia. Sus notas serían dolorosas: son creaciones de esclavos africanos, creadas en sus tierras natales y en América, colocadas en exhibición en la Antigua Aduana. La colección de Instrumentos musicales de la esclavitud transatlántica en América acompaña la exposición Instrumentos del mundo en un viaje por sonidos de cinco continentes.

Ambas exhibiciones se ofrecen en la Antigua Aduana hasta el 13 de abril, como parte del Festival Internacional de las Artes. El acceso a ambas salas está abierto por el costado este de la nave principal y la entrada es gratuita. El horario de visita es de 11 a. m. a 7 p. m.

El legado de los esclavos procede del Museo de la Música Étnica de España, fundado por el uruguayo Carlos Blanco Fadol. “He viajado por los cinco continentes recorriendo aldeas, pueblos, buscando el origen de los instrumentos, recopilando los últimos vestigios que quedan”, explica el director.

Sus hallazgos se extienden por 40 colecciones que cubren el mundo en 4.000 instrumentos de 150 países. El 70% de ellos ya no se toca. Muchos fueron reconstruidos o recuperados a partir de ilustraciones y recuerdos.

Tambores de Nigeria se hermanan con los de Cuba; tablas de lavar y taburetes-percusiones delatan las notas que se escapaban a las prohibiciones que pesaban sobre los esclavos de tocar música y expresarse.

Puentes. Por discreta, la pieza central de la muestra podría pasar inadvertida: el “machete chivato” de Cuba. Este cruel delator era usado por los obreros de la caña.

Esta herramienta forjada en una sola pieza tiene una campanilla al final. Así, cuando el esclavo cortaba la caña, el mayoral podía saber dónde estaba, con qué velocidad trabajaba y si se detenía.

“¿Qué pasó con los cerca de 15 millones de secuestrados, torturados, humillados y esclavizados de África que trajeron a América? Nadie ha dicho nada y sigue siendo el colectivo más discriminado”, se pregunta Blanco Fadol.

Los instrumentos de la exhibición se acompañan con reproducciones de grabados de la época que muestran la distribución de los esclavos en barcos de trata, formas antiguas de tocar la música y objetos que ya no existen.

Por medio de la comparación, la muestra pretende que los afroamericanos, descendientes de esclavos, puedan tener una idea de dónde pudieron haber venido sus antepasados al hallar similitudes con los instrumentos actuales.

“Esta exposición intenta mostrar esa gran cultura que nos han legado los negros, pero también para cerrar viejas heridas aún abiertas”, considera Blanco Fadol.

Para el etnomusicólogo, estas heridas solo las curaría un gesto: que los países que participaron en la trata pidan perdón.

Reunión mundial. Esta exposición se complementa con Instrumentos del mundo , de la Fundación FIRMA. Estos artículos musicales se han reunido por el trabajo de Alberto Monge, Mileydis Baró, Dennis Soto e Isaac Mora.

“Tenemos 15 años realizando investigación y recolectando instrumentos ancestrales del mundo para conocer su historia, la aplicabilidad en terapias musicales y su uso musical”, explica Monge.

La fusión de ritmos y sonidos abarca objetos de África Occidental, Asia y Oceanía, entre otros sitios, y recupera distintas formas en las que el ser humano se las ha ingeniado para disfrutar del sonido y componer su música.

“En el recorrido que hace el espectador, va viendo cómo los instrumentos van evolucionando desde la época de los imperios africanos hasta ahora, y cómo los afrodescendientes latinoamericanos los han tomado en su propia evolución”, dice el gestor.

En Instrumentos del mundo , encontrará a algunos de los encargados de la colección, que podrán acompañarlo en su recorrido.

Asimismo, durante la muestra se realizarán actividades interactivas. “Colocamos instrumentos en círculo y se invita a la gente a tocar candombe, ritmos afrocubanos...”, invita Monge .