Hay colibríes, estrellas, viajes en el tiempo. También jazz y algo de bossa nova, una orquesta rica en matices y una voz que, poco a poco, va narrándonos su travesía por el mundo y por el interior. Eso es el primer álbum de Elena y la Orquesta Lunar.
Viaje etéreo, el primer disco de la banda, fue presentado este 28 de noviembre en la Librería Francesa, en Curridabat, y ya está disponible en las principales plataformas digitales.
La presentación del proyecto en vivo se realizará el 22 de febrero del 2018, en el Teatro Eugene O’Neill, del Centro Cultural Costarricense Norteamericano.
La presentación del proyecto en vivo se realizará el 22 de febrero del 2018, en el Teatro Eugene O’Neill, del Centro Cultural Costarricense Norteamericano.
El proyecto es liderado por Elena Zúñiga, chelista y compositora, quien tras el proyecto instrumental de Árbol de Pie ahora encuentra en su voz la herramienta para explorar su música.
Definida por Zúñiga como “música del mundo experimental”, esta visión artística se nutre de la formación clásica de Zúñiga, pero también de aportes colectivos.
La agrupación la conforman Gerardo Mora (batería y percusión), Andrés Campos (piano), Alfredo Chavarría (trombón), Marcelo Rodríguez (saxofón), Allan Padilla (contrabajo) y Óscar Herrera (programaciones electrónicas, ingeniería de grabación y mezcla).
Pero llegar a la armonía de Viaje etéreo no fue fácil. “No compuse como por tres años”, recuerda Zúñiga. “Me fui a un viaje de dos meses, a ver a mi hermana mayor, en Brasil. No me llevé chelo, no me llevé nada. Tenía años de no pausar tanto la ejecución.
”Cuando vine, estaba vuelta loca, quería tocar, quería hacer, y fue en cuestión de pocos meses que tenía todo el material para este álbum. Tuve que abandonar otros trabajos para hacerlo”, dice la compositora.
De cierto modo, esa maduración tiñe de sinceridad las canciones del disco , sin que eso opaque la sencilla diversión de una paleta de instrumentos juguetones, de los que se extraen sonidos inusuales.
“Es como un viaje y una metamorfosis también”, describe Zúñiga. “Ahora, con otra perspectiva de vida, tenía que decir cosas, ya no podían ser solo instrumentales, tenían que apoyarse con textos”.
Zúñiga compuso la música y escribió las letras de las nueve piezas. La grabación, en Tiempo Líquido Audio, fue apoyada por la Unión de Trabajadores y Músicos (UTM) y de la Asociación de Compositores Costarricenses y Autores Musicales (ACAM).
“A uno le pasan miles de cosas: relaciones, enfermedades, asuntos familiares, profesionales, miedos, risas, de todo”, dice Zúñiga. “Cuando ya pasás esos procesos, se te olvida qué pasó, pero te quedan esas sensaciones”. A ellas, Elena les dio sonido y versos: así suena Viaje etéreo, a cambio, a juego.