Es de poco hablar; cuando lo hace entremezcla el inglés y el castellano. Sin embargo, de su garganta aflora la palabra “luz” con insistencia, pero la verdadera voz de Carlos Santana aparece cuando toma alguna de sus 50 guitarras y hace lo que lleva haciendo medio siglo: interpretar música contagiosa con influencias universales.
Este veterano del rock , sobreviviente de una ácida época de excesos, regresa con Corazón, álbum de colaboraciones en el que su raíz latina se siente aún más presente.
¿Alguien se acuerda qué hizo Santana a inicios de la década de 1990? Fueron años en los que su música pasó casi inadvertida, hasta que, cual huracán, apareció con Supernatural , trabajo en el que le apostó a colaboraciones con otros artistas (principalmente de lengua inglesa) y todos recordaron que estaba vivito, coleando y poderoso.
De ese célebre material salió el éxito Smooth , junto a Rob Thomas; además, alcanzó nueve premios Grammy.
La fórmula de trabajar con invitados se repitió en Shaman (2002), All That I Am (2005) y Guitar Heaven...The Greatest Guitar Classics of All Time (2010).
Como para probar algo distinto, en el 2012, editó Shape Shifter , del que posiblemente solo sus fieles seguidores recuerden.
Quince años después (sí, increíble que ya pasó tanto tiempo) del álbum Supernatural que marcó su renovación, repite la fórmula, pero con un pequeño gran cambio: los invitados son, en su mayoría, latinos influyentes en la música.
Su selección incluyó a Gloria Estefan, Juanes, Romeo Santos, Los Fabulosos Cadillacs, Pitbull, Lila Downs, la Sole y Diego Torres, entre otros.
Solo el tiempo dirá si logra repetir el éxito. No obstante, él guitarrista de 66 años comparó este Corazón con aquel material.
“Haciendo este disco tuve una vibración similar a cuando hice Supernatural . Desde el comienzo, sentí una intensa frecuencia y creo que va a ser como una ola universal que llegará a todos”, aseguró al diario español El País .
El disco es conceptual, según su autor. El título tiene un significado casi espiritual para el artista.
“La mente alberga muchas dudas, pero el corazón nada más abraza el fuego, porque es casa de la luz”, agregó Santana.
Reunir a este pequeño firmamento de estrellas latinas no fue sencillo, en especial si se contempla que todos acudieron al estudio en Las Vegas, Estados Unidos, para grabar en vivo con él.
No obstante, en este viaje espiritual que transita Santana, en el que no oculta que es un fiel devoto de la Virgen de Guadalupe, todo se explica más fácilmente cuando habla.
“El universo lee claramente la intensidad de tus intenciones y te recompensa de acuerdo a cuánto inviertes tú emocionalmente. Hay una ley que la gente tiene que saber: los milagros y las bendiciones se hacen de acuerdo a la intensidad de tus intenciones”, afirmó a la agencia de noticias AP.
Senda de luz. Corazón incluye 12 temas y la versión de lujo incluye 15 (tres extra solo que en otros idiomas).
Aunque no está patentado, es usual escuchar una estructura en la música de casi todos estos temas; una introducción, aparece el cantante, un gran espacio en medio para los solos de guitarra y termina el cantante invitado con algunos pequeños solos de Santana.
Semanas atrás, Juanes y Santana compartieron su versión de La flaca , ese clásico de Jarabe de Palo y al que el genio de la guitarra le sume la intensidad del blues .
Saidera , a dúo con el brasileño Samuel Rosa –integrante de Skank, popular grupo de Brasil–, es pura fiesta, contagiosa.
Con los Cadillacs, se fue a la segura: tomó el clásico Mal bicho , le bajó la intensidad a la sección de metales y ahí metió un solo de esos con los cuales lleva décadas de hipnotizar al público.
Santana aseguró que Mal bicho es “pura energía” y el resultado de trabajar con los argentinos fue un gran sonido.
Por otra parte, Amor correspondido es una balada con toques latinos, acompañado de Diego Torres. En palabras de Santana, es una canción que recuerda que es bonito estar enamorado.
Besos de lejos , con Gloria Estefan, y Una noche en Nápoles , junto al trío integrado por Lila Downs , la Sole y la Niña Pastori, muestra el lado menos explosivo del músico; aparece por ahí una interpretación de guitarra española.
Trabaja con Pitbull y Romeo Santos, quienes no parecen los típicos artistas para un dúo con Santana, pero ambos son influyentes en un sector del mercado latino en los Estados Unidos.
Margarita , en voz de Romeo Santos y cantado en spanglish , se aleja de la popular bachata que este estadounidense de padres latinos tiene acostumbrado a su público.
Con Pitbull, Santana ofrece Oye 2014 , que es una versión del mambo Oye cómo va , de Tito Puente, y de la propuesta que Santana popularizó con sonido roquero en la década de 1970.
El resultado final en esta pieza suena a disco, en el cual lo importante es contonear el cuerpo y en poco se parece a un mambo. Sin embargo, quienes manejan los números también saben que Armando Christian Pérez (nombre de Pitbull) vende.
Aires más refrescantes para los melómanos aguardan en Yo soy la luz , tema dedicado al virtuosismo de la guitarra y en el que se hace acompañar magistralmente por el saxofonista Wayne Shorter, además de su esposa Cindy Blackman-Santana en la batería.
Yo soy la luz conserva esa influencia latina, percusión afrocubana y blues , que tantos réditos le genera a este artista con más de 100 millones de álbumes vendidos.
Luego de un respiro en I See Your Face , un tema original e instrumental en el que se transporta a quien lo escucha a ese universo de luz que predica su creador.
El cierre queda en manos de Ziggy Marley, con quien revive, muy fiel a la versión original, Iron Lion Zion , de Bob Marley.
Los colombianos de ChocQuibTown le ponen la pimiento a la canción; ellos improvisan y le añaden “luz, amor y alegría” a ritmo de hip hop.
Los latidos de este Corazón están disponibles en los medios usuales, en iTunes para quienes desean almacenarlo en su iPod o en plataformas legales como www.spotify.com, donde se puede reproducir gratuitamente desde Internet.