Debi Nova presenta el álbum ‘3:33’: ‘Esta es mi forma de decir que no me quiero comparar, este es mi camino’

Cantautora costarricense nos cuenta cómo armó un álbum de pop con canciones"que te hagan moverte y que ojalá te acompañen en momentos donde uno quiere llorar, también"

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Sonidos para la noche, la mañana y los hermosos atardeceres, es lo que Debi Nova quiso plasmar en 3:33, un álbum que desde su título quiso aludir a los distintos momentos del día y de la vida.

“Lo que siento cuando veo el reloj y son las 3:33 es un llamado a regresar al momento presente y es un momento en donde digo ‘estoy donde tengo que estar’ y de eso se trata el álbum: aceptar que uno está en la vida en ese momento y no está tarde ni temprano, sino que estoy justo donde tengo que estar y por eso le puse al álbum así”, explicó la compositora tica a Viva.

El disco, que llegó a plataformas digitales el 22 de mayo, incluye el sencillo Quédate, un dúo junto al puertorriqueño Pedro Capó, y otros temas que dan ganas de bailar e invitan a reflexionar en igual medida.

“Parece que fue ayer, nos mirábamos sin fin, explotaba el Irazú” canta en el tema 3:33, el que le da nombre al disco. Originalmente su cuarto álbum se llamaría Ciclos, pero según dijo entre risas “no quería copiarle a Gandhi”, la banda nacional de la que hace mucho tiempo ella fue corista.

En una entrevista desde Tamarindo –donde ha sobrellevado la cuarentena y hecho varias transmisiones en vivo en Instagram para sus fans–, Debi Nova contó sobre el proceso de un disco que casi no sale por falta de inspiración.

Desde allá contó la historia de Mentimos, un sencillo con el que le quiere recordar a la gente que aunque sean tiempos difíciles, no estamos solos.

–¿Cómo ha pasado la cuarentena?

–Ha sido interesante. El primer mes fue un ajuste muy grande, como de entender que Tamarindo iba a ser mi casa de manera indefinida. Las primeras seis semanas fueron de acondicionar aquí el espacio para poner Internet, conseguir equipo para grabar en la casa, conseguir una lucecita para poder hacer transmisiones con el teléfono. Aquí en Tamarindo no está Amazon, que me da la facilidad de pedir cosas como allá en Los Ángeles (donde reside normalmente), entonces fueron días para acondicionar todo.

“Pero me he sentido muy agradecida de poder estar cerca de mis papás, que no los he visto tanto por el tema del distanciamiento, pero poder estar tranquila aquí en Costa Rica. Con todo y todo nosotros –bueno, el país– ha sabido manejar bien la situación y aquí está relativamente tranquilo”.

–En medio de este confinamiento produjo el video de Mentimos, ¿cómo fue esa experiencia?

–Teníamos una filmación planeada para el 1.° de abril en Chile y, obviamente, eso se tuvo que cancelar. Yo le estuve dando largas y largas, pensando en que pronto se iba a poder filmar esto y después me di cuenta que… Esa ha sido una enseñanza muy grande de toda esta situación, es que más bien hay que crear dentro de estas limitaciones, porque son situaciones nuevas y la creatividad de eso se trata, de utilizar los límites para crear arte y dar un mensaje.

"Como la canción hablaba de esta barrera que nos ponen las redes sociales de no poder mostrarnos y son la única forma de comunicarnos, pues quise retar esa idea. ¿Por qué no hacer un video de lo que estamos viviendo muchos y muchas en nuestras casas que nos sentimos mal, ansiosos y vulnerables y que tal vez no sentimos que podemos compartir eso con el mundo?

“Entonces el video se hizo desde cuatro lugares diferentes y la dirección la hizo Marcelo Quiñones, quien también dirigió (el videoclip) Superpoderes. Él nos dirigió por una llamada en video de Whatsapp y la idea era retratar esa impotencia y ansiedad, esas ganas de salir corriendo de la casa, y para mí el mensaje es que no estamos solos, todos estamos sufriendo de alguna manera. Tenemos que tener mucha compasión y ser sensibles con eso en este momento”.

–Es como un llamado a mostrar esa vulnerabilidad, que ha sido parte del proceso de este disco, de decir ‘yo también soy persona más allá de la Debi Nova de las redes’...

–Sí, creo que una de las cosas que me enseñó este álbum fue que no somos invencibles, la vida te va a dar golpes y nadie está eximido de eso. Vas a pasar momentos duros y no tiene nada de malo. Catalogamos eso como malo o bueno, y tal vez mi inquietud era ‘¿qué pasaría si uno acepta todo eso como parte de la experiencia humana?’ y es duro, porque uno quisiera nunca sufrir, pero es imposible tener una vida de pura felicidad. Encontrar la luz en esa oscuridad fue mi intención para este álbum.

–¿Qué significa 3:33?

–El 3 es un número con el que tengo una relación interesante, porque desde que tengo 12 años me aparece mucho y desde que se me metió en la cabeza lo veo más. Hay miles de explicaciones, hay gente que dice que eso pasa porque son ángeles, geografía divina,... En fin, lo que siento cuando veo el reloj y son las 3:33 es un llamado a regresar al momento presente y es un momento en donde digo: ‘estoy donde tengo que estar’ y de eso se trata el álbum: aceptar que uno está en la vida en ese momento y no está tarde ni temprano, sino que estoy justo donde tengo que estar y por eso le puse al álbum así.

“Después de todo lo que ha pasado, de celebrar diez años de carrera, los altos y los bajos, es como aceptar que estoy donde tengo que estar. Uno siempre quiere más o siente que no hizo suficiente y esta es mi forma de decir, ‘no me quiero comparar, este es mi camino’”.

–En este disco y el anterior se ha percibido que le gusta poner la música bailable a la par de la reflexión. ¿De dónde viene eso?

–Como cantautora me siento con el instrumento y es un lugar muy cómodo para escribir canciones, pero a mí me encanta la música con beat, me encanta la música que tiene un bajo que te mueve la panza, digo yo (risas), música que te hace mover la cabeza. Por eso decidí trabajar con Juan Pablo Vega, porque es cantautor, pero es un productor que ha hecho reggaeton, funk y reggae y quise fusionar mi parte más introspectiva de letras con la parte más corporal y de movimiento. Hasta la balada Superpoderes tiene un groove y pude bailar en el video.

“Ya en Gran ciudad estaba tratando de eso. Me fui a Brasil con los genios brasileños con el ritmo para convertir Dale play, entonces creo que sí, ya venía con esa espinita de querer hacer álbumes que te hagan moverte y que ojalá te acompañen en momentos donde uno quiere llorar, también”.

–¿Qué nos puede contar del tema Ciclos?

–Esa fue la primera canción que escribí para este álbum y llevaba muchos meses de no componer. Me sentía muy desmotivada y no me sentía inspirada para nada y un día como de la nada, como suele suceder en esas canciones especiales, escribí las dos primeras frases: ‘Me desnudé con todo y piel y no era otoño / se me enfrió el corazón sin ser invierno’ y como que eso ya inició a las manitas ahí dentro a darle cuerda a todo. Fue muy evidente que ya estaba saliendo de mi invierno y empezando la primavera, esa fue la canción que marcó el inicio metafórico de la primavera, del florecimiento de la primavera.

“Al inicio quería ponerle al álbum Ciclos, pero no le quería copiar a Gandhi (se ríe). Entonces esta fue la canción que me hizo pensar ‘viene un álbum nuevo’, porque al inicio no estaba segura de si iba a poder hacer un álbum. Pero sí, esa fue la canción que resume la temática y de dónde salieron esas canciones”.

–El disco, ahora, refleja las partes del día…

−Yo el álbum me lo imagino como un día, unas 24 horas que inician a las 3:33 p. m. con Quédate y Un bolero para Lola, que son canciones como de atardecer, con melancolía, pero con ese saborcito medio latino. Después con Danza divina empieza a oscurecer y para mí Esta noche nunca sucedió, 3:33, Mentimos, suenan la a noche. Sunrise la escribí para que tuviera un amanecer el álbum y para volver a salir a la luz.

–Por ahí está xtraGlow que ha generado buenos comentarios y refleja bien esa hora, justo antes del amanecer. En esa está una de los colaboraciones del disco.

− Sí, Dennis Hamm y yo nos conocemos hace muchos años. Tocábamos juntos en un trío de jazz con el bajista Ryan Cross, que por cierto se casó con una tica, en Los Ángeles. Tocábamos en lobbies de hoteles en la ciudad de Los Ángeles. Dennis, para mí es de los músicos más talentosos que conozco, para mí es como trabajar como un genio, realmente. En este álbum yo quería traer un poco de esa parte de mí que no puedo negar, el jazz y nos reunimos, escribimos Sunrise primero, y como nos encantó como quedó escribimos xtraGlow.

–También tenía la colaboración con Pedro Capó. con quien también tiene una historia personal. Al final el disco refleja incluso esos ciclos de la vida.

–Total. Creo que si me pongo a analizar mis álbumes tienen una razón de ser, y este, en particular, no me apuré y esperé a que se alinearan todas las piezas, que hubiera esa sinergia. A Juan Pablo lo conocí hace cuatro años cuando fui a hacer Dancing With the Stars en Colombia, y por cosas de la vida pensé que quería trabajar con él y lo logré finalmente en el 2018, y seis meses después volvimos al estudio. Todo se fue cocinando a fuego lento, algo que no es muy común hoy en día en la industria de la música.

–Sé que es complicado hablar de planes a futuro, pero, ¿qué le gustaría hacer para la promoción de 3:33?

–Estoy pensando en hacer un concierto virtual de lanzamiento, algo que pueda crear un espacio de conexión para compartir estas canciones en medio de todo lo que está pasando, así que espero hacer esto en junio. Y realmente no sé (risas), es muy incierto, y esa es otra de las lecciones que no está dejando esta pandemia y es que nunca sabemos qué va a pasar. Uno tiene planes y cosas, pero así es la vida. Así que vamos a llevarlo un día a la vez.