Este estudiante de derecho es amigo del cantante venezolano desde el 2008. Ese año lo conoció en San Carlos, casi por casualidad, cuando coincidieron en un hotel de la zona.
Desde entonces, el Puma lo llama para su cumpleaños, le envía algunos discos y recuerdos de su carrera. Sin embargo, la comunicación no es en una sola vía. Steven tiene los números directos del artista, y cada vez que puede lo llama para saludarlo y hablar con él.
Los organizadores del Megaconcierto para Mamá contaron que el intérprete de Dueño de nada los llamó , como parte de esa complicidad que tienen. El objetivo era pedirles que le dieran a Cordero el máximo de facilidades para su ingreso en la silla de ruedas.
Por ahora, el ramonense de 20 años espera con ansias que le llegue la hora de volver a conversar en persona con su amigo venezolano. Lo verá en el hotel en que se hospede y, desde luego, en primera fila en el concierto del sábado, en el Estadio Ricardo Saprissa.
“Siempre me ha parecido una gran persona, un enorme ser humano y un artista excepcional que sirve de ejemplo por su fe en Dios y la fuerza que tiene para salir adelante”, agregó entusiasmado.