“Que fue un buen año”. Esa frase bien puede decirla con toda propiedad Bufonic. A la banda que lleva trabajando seis años ya le sucedió en este 2010 lo que casi todo el mundo espera que le pase: que se le junten los hechos para su bien.
Sí, el cuarteto que ha tenido siempre una base, y actitud,
Y conforme se entrenaban para el que sería su primer concierto de dimensiones internacionales Eduardo Monge (bajo), Jeffrey Mendez (guitarra), Carlos Montero (voz y guitarra) y Diego Alfato (batería) pulieron el lanzamiento de
Mucho antes de que Bufonic se subiera a compartir escenario con Green Day ya circulaba el sencillo punta de lanza,
El tema fue apoyado con video dirigido por Cristian Ramirez y producido por Fitenite, que trabaja en espectáculos de artes marciales. Fue grabado en el gimnasio de MMA en Río Segundo de Alajuela.
Y de alguna manera el video es el reflejo de las buenas alianzas que siempre envuelven el trabajo de Bufonic, por ejemplo, en el
“La verdad me parece que fue hace como dos meses que empezamos a grabar el disco”, dijo a manera casi de reflexión y sorpresa Carlos Montero, cantante, guitarrista y quien ha sido el compositor mayoritario en Bufonic.
Y como todo tiene un pasado, el
Ahora, años después el disco debut fue un proceso de aprendizaje; algo como prueba y error.
“El primer disco definitivamente fue un aprendizaje. Desde dónde mandar a hacer los libritos hasta cómo hacíamos las canciones”, Montero lo tiene claro.
Eduardo Monge, es ahora el actual bajista de Bufonic –antes también fue un Macbeth– y al ingresar a la banda justo para la elaboración del
“Yo no estaba en la banda en ese momento (cuando fue grabado el
El primer disco ayudó a la banda a aprender los gajes del oficio, pero un segundo álbum la llevó a detenerse en ¿Qué es lo que queremos decir y cómo lo vamos a decir?
En términos de contenido
En temas como
Pero como en una contracara,
“El disco anterior estaba lleno de elementos, todo lo tratamos de meter en una cajita. Abrís esa cajita y salen de una vez ese montón de cosas que hicimos. En este segundo disco siento que estructuramos mejor las canciones, y, sinceramente, son un poco más sencillas, pero también más intensas”, dijo Montero a manera de autoevaluación.
Si se quisiera decir de forma poética esta sería una forma: el trabajo que Bufonic empezó en un noviembre lo guió hasta encontrar su raíz.
La canción, compuesta integramente por Diego Alfato –Trika, el baterista– cumple una función importante en el álbum: romper los lineamientos habituales.
“Me gusta mucho esta canción. Rompe con lo que veníamos haciendo a nivel de la composición. Trika tiene otras ideas, otros lenguajes, otros gustos y otra forma de escribir y eso es refrescante. Es una canción que se separa un poquitico del rebaño y eso está bien”, explicó Carlos Montero a quien lejos de lesionarsele el ego porque los compañeros aportan también canciones aquello le parece un llamado a las amplias posibilidades.
“La dinámica ahora es que estamos empezando a convocar las ideas de todos, explicó Montero.
Cuando la banda hizo
“Empezamos a componer este nuevo disco y todo fue saliendo. Primero fueron seis canciones, y de ahí para adelante. Las canciones fueron fluyendo una a una en las tertulias, en los ensayos y llegó un momento en el que incluso pensamos que ya estábamos listos para hacer hasta un tercer disco de una vez. Creo que está claro que estamos en esto y que podemos continuar”, confesó Montero.
Tan fluido fue el proceso que el
La portada y los artes, elaborados por su propio bajista, se ampararon en la historia de una batalla entre un pequeño y un gigante.
Un enfrentamiento de esos que parecen parciales e imposibles de ganar. ¿Será una metáfora del mismo Bufonic? Si es así, la historia podría tener final feliz.