Banton: ‘No todo lo que viene del gueto es malo’

El artista costarricense mantiene viva su carrera. Recientemente estrenó un sencillo y viaja constantemente a Estados Unidos y Europa en giras musicales. Conozca aquí la historia de uno de los nombres más fuertes del ‘reggae’ tico.

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Herman Davis Davis es un hombre tímido, su voz es más bien baja y acostumbra a hablar pausado. Es papá de dos niñas, es esposo, hijo y hermano. Herman es de Cieneguita de Limón, desde chiquillo es un “pulseador”, pintó casas, trabajó en construcción y se compró su primera corbata para trabajar como recepcionista en un hotel josefino, empleo que aceptó para superar un divorcio.

Banton, por su parte, es todo un showman. Toma el micrófono y calienta cualquier tarima. Frente a las cámaras es sensual, canta grave, rapea, baila y enciende al público con su flow y su presencia escénica.

Herman y Banton son el mismo hombre. El primero es casero y disfruta al máximo jugar con sus pequeñas y hasta hace trenzas en el cabello de las niñas; el segundo es uno de los nombres más importantes del reggae en Costa Rica; desde principios de los años 90 conquistó la escena y es uno de los pioneros del género en el país.

Hoy, Banton (Herman), aquel muchachillo que improvisaba canciones frente a su mamá y sus amigas conquista Europa y Estados Unidos con su talento y con un “flavor” que le ha abierto un camino en esos mercados internacionales. A punta de videos de YouTube, el costarricense ha realizado giras por países como Alemania, España, Inglaterra y Suiza y ciudades como Nueva York, donde llena recintos con su música dancehall original, como lo es su más reciente sencillo titulado Muchos no saben.

“Punto. Punto. Punto. Y punto final. Así es como se hacen las cosas”. Banton explica que es paso a paso como construyó una carrera en la que ya tiene 28 años de vivir intensamente por y para el reggae. Tiene su carácter –de rebelde, asegura– habla con propiedad, exige respeto; eso lo aprendió en el camino porque fueron la calle y los escenarios los que le dan la visa para cantar sobre sus experiencias.

“Yo canto lo que a mí me da la gana, lo que me nace, lo que siento. Muchos artistas se guindan de lo que vende, eso no es natural, no es orgánico ni del corazón”, afirma Banton, quien no solo le ha cantado a los oficiales de tránsito, a los choriceros, a los policías y a las problemáticas sociales de la provincia que lo vio nacer; sino también al amor, a la música como liberadora y hasta a la fiesta.

Punto a punto

Para vivir de la música Banton tuvo que pasar por diferentes procesos musicales y personales.

Tal vez el más recordado fue cuando hizo mancuerna con su coterráneo Ghetto. Eran los inicios de la década de los 90 cuando coincidieron en la adolescencia. Fue la mamá de su amigo quien los impulsó a presentarse en un baile en Limón; ahí comenzó ese camino que años después los llevaría al éxito como dúo.

“Esa primera vez nos llenó de mucho ánimo porque nos presentamos frente a gente que no nos conocía. Fue como un empujón para seguir; a partir de ahí comenzamos a controlar Limón porque éramos los del momento y así fue durante varios años”, recordó Davis.

La espinita de compositor comenzó a picar, Banton grababa canciones originales sobre pistas de temas famosos. Ahí empezó aquello de la lírica del gueto, que marcó una personalidad fuerte que se creó en el barrio y que lo caracterizó durante muchos años.

“En aquel tiempo había ‘maleantería’, temas pesados de barrio y de mujeres, eso era lo que dominaba. Cuando estaba más grande yo era una persona efervescente, problemático; no aguantaba que nadie dijera ni 'a' porque me montaba en cualquier tarima y quitaba a quien fuera", recordó el artista sobre los conocidos enfrentamientos que históricamente se han dado entre artistas de géneros urbanos.

El éxito de Banton y Ghetto en Limón pronto cruzó las fronteras internas y se dio la esperada llegada a San José de los artistas, pero aún no como grupo. Banton afirma que su cantar en la capital fue fácil y difícil al mismo tiempo, porque en el aspecto musical traían a San José material diferente para ofrecer y eso generaba mucha aceptación; pero la parte complicada era la logística porque ambos vivían y trabajaban en Limón, así que después de cada chivo tenían que regresar en bus a su vida cotidiana.

Abrieron camino, juntos pero no revueltos, hasta que una propuesta tentadora llegó de la mano de los productores Johnny Rooper y Christian Chino Artavia. Ellos les propusieron ser Banton & Ghetto, el dúo fue uno de los primeros de esa camada de artistas de reggae costarricense que también cuenta entre sus filas a Ragga by Roots y Tapón.

Para 1999 cuando el éxito Tu arca los puso todavía más en la mira del público, los cantantes no pararon de llenar conciertos y ser parte de presentaciones internacionales. Juntos trabajaron aproximadamente seis años más hasta que decidieron emprender sus caminos por separado, Banton asegura que con su viejo compañero tiene poco contacto, pero que se llevan bien.

Cambios

Davis se considera un hombre de negocios, alguien que no quiere atrasar a nadie ni que lo atrasen. Al emprender en solitario buscó una manera de promover su arte y así nació la idea de crear Top a Top Productions junto con Toledo y DJ P.

Para ese tiempo había divisiones en el género. Por un lado se había creado el proyecto Radicales con la participación de algunos artistas nacionales, por otro lado estaban Banton y Toledo en Top a Top. Davis publicó El asalto (donde criticaba directamente a Tapón y a otros artistas), lo que dio pie a un enfrentamiento lírico entre el limonense y el alajueliteño que años después se solucionó.

“Gracias a Dios en mi caso los enfrentamientos nunca pasaron a más, pero muchas veces antes pudo haber escalado a otros niveles. Me dejaron experiencia, porque si no pasa por ahí no se da cuenta de lo peligroso o dañino que puede ser”, afirmó Banton al recordar ese pasaje y otros que había vivido en Limón.

La madurez llegó con la paternidad. Banton dio un giro cuando se enteró de que iba a ser papá. Cambió su manera de pensar y hasta la forma de escribir, atrás quedó el artista efervescente, eso sí, todavía estaba el rebelde que no se dejaba pisotear por nadie.

Con visión empresarial Banton hizo negocios en Nueva York y registró junto a otros socios una empresa de producciones y booking. Grabó una canción nueva, la envió a sus socios y comenzó un proyecto para hacer giras en Europa y Estados Unidos.

“La gente no me conocía, pero el show era un flavor diferente y cuando llegaban les gustaba, eso me fue produciendo más espectáculos, los DJ de España pagaban para que yo les grabara temas exclusivos y viajaban tres o cuatro horas para verme grabando”, recordó el artista.

Cuando volvió a Costa Rica después de esas primeras giras, Banton reconoce que regresó “jachudo”, con una mentalidad profesional muy diferente a la que aprendió en la escena nacional. “No quería saber nada de nadie, escuchar nada de nadie, de ningún DJ, no le iba a grabar nada a nadie”, dijo. Eso fue para el año 2008 aproximadamente.

Para este tiempo el reggae tico volvía a tomar un nuevo aire. Shell y Toledo lanzaron nuevas canciones, así que este último invitó a Banton a retomar la música en nuestro país, lo convenció y así nació Arratao (2010), canción con la cual retomaba temas del gueto.

“Me monté en la patineta, empecé a soltar temas hasta que apareció Oficial de tránsito que fue la mamá de Tarzán en todo lo que se estaba haciendo, después vino Choricero, pero no seguí por ese rumbo aunque era lo que la gente quería escuchar”, aseveró.

Banton recuerda que desde ese tiempo (y todavía) recibe mensajes por redes sociales para que siga escribiendo temas polémicos. Recibe peticiones de maestros, de policías, de trabajadores de instituciones públicas, pero él si no ha vivido en carne propia alguna situación, prefiere no cantar sobre lo que no conoce.

“Yo canto lo que quiero y si causa polémica lo digo y me vale porque eso es lo que quiero decir, así es como funciono. Después de esos temas me moví por varios lados, me muevo en lo que yo quiero, soy un rebelde sin causa, no me pueden ‘robotear’, no soy un Play Station que pueden manejar con un control. Mi carácter y los años me han dado esta experiencia”, explicó sobre las motivaciones de sus letras.

Esa inspiración a partir de experiencias es la que lo motivó a escribir Muchos no saben, canción en la que hace un homenaje a la música que lo sacó de problemas sociales, a los que se vio expuesto desde muy pequeño en su barrio y con los cuales prefiere mantener una distancia.

“Con esta canción quiero dejar en claro que no todo lo que viene del gueto es malo, no todo lo que hay en el gueto es malo. No me pueden etiquetar a mí porque otro man canta que fuma marihuana, eso es problema de esa persona, en mi caso uso la música para contar que fue mi salvación, que gracias a la música yo estoy aquí en esta entrevista y no estoy esperando a alguien que salga del cajero para quitarle la plata”, dijo.

Activo

Banton sigue más activo. Asegura que su paso internacional lo vive plenamente con nuevas producciones que ha grabado exclusivamente para mercados como el de España y Nueva York.

Además, afirma que tiene muchas canciones y nuevos videos, tanto así que su próximo disco para Costa Rica piensa hacerlo con temas que tengan su propio audiovisual. Está abierto a nuevas experiencias, se siente seguro de su talento y que puede hacer canciones en ritmos como la soca y el reguetón, pero siempre diciendo lo que quiere, con su estilo propio.

“Soy un artista dancehall, me adapto, pero siempre cantaré lo que quiero”, enfatizó.