Es un campo de juegos para niños; es un escenario para músicos y bailarines; es un modelo de construcción. Cauchópolis es lo que el ciudadano quiera ver.
Esta intervención urbana compuesta por más de 2.500 llantas es la última obra del artista Francesco Bracci, conocido por su trabajo materiales descartados y su integración con la ciudad.
La obra de cuatro metros de altura se alza en el centro de la Plaza de las Garantías Sociales desde hace unas semanas, justo detrás de la Caja Costarricense del Seguro Social en San José. Estará allí hasta el fin del Festival Internacional de las Artes.
Desde entonces, ha invitado a cientos de peatones a imaginar todos los usos posibles de las llantas desechadas para uso en automóviles. “Queríamos exponerle a la gente esas posibles funcionalidades de la llanta y poder mostrar este tipo de sistema constructivo en un espacio público”, explica Bracci.
Este miércoles sirvió como escenario para presentaciones de danzade Taxi Colectivo y UNA Danza Joven, así como para presentaciones musicales. A unos 100 metros se ubica otra tarima del FIA, ubicada frente a la Iglesia de la Soledad.
Ambiente. La iniciativa para construir Cauchópolis nació entre Bracci, Fundellantas y la empresa Bridgestone, que realizó una recolección de neumáticos desechados por todo el país. En total, recogieron más de 4.000.
“Deseábamos plantear una estructura que sirviera para la interacción con las personas. Esta plaza está atravesada por muchas rutas de circulación”, dice Bracci.
Diez personas trabajaron durante un mes en la colocación de las llantas, un proceso que afrontó retos como el peso del material, su estabilidad y la fuerza del viento de las últimas semanas. Parte de la estructura se montó en instalaciones de la empresa y el resto en el sitio.
“A diferencia de otros materiales descartados, la llanta tiene una funcionalidad muy clara. Tiene muchas características, como durabilidad y resistencia”, indica el artista.
Para Bracci, esta diversidad de opciones para utilizarla es un objetivo clave de colocar esta gran estructura en medio del espacio urbano. “Es interesante que sea una estructura abierta a interpretaciones. Mucha gente lo verá como un espacio escénico. Así está planetada la estructura: que otros artistas intervengan la intervención”, explica.
Claro está, también es una demostración de fuerza: las llantas desechadas pueden servir para crear muros de contención y otras estructuras.
Según Bracci, este es un primer modelo que podría ser probado en otros países centroamericanos donde las llantas no son desechadas correctamente.