Miss Costa Rica 1973, 18 años - Edad actual: 57 años - Profesión: Profesora de Español
Fue una experiencia interesante. En ese tiempo a uno no lo preparaban como ahora.
“Recuerdo que mi mami perdió 25 libras preparándome. Qué la modista, qué la ropa, porque llegó una lista de la ropa que teníamos que llevar y mami esmeradísima.
Ella me pagó un curso con la señora Rola Argentina de Pérez, quien era la esposa del embajador de Chile, que en el Hotel Costa Rica daba unos cursos de refinamiento: cómo sentarse, cómo se lleva la cartera, dónde se ponen la manos”.
¿Qué cree que hizo que destacara entre las 10 finalistas?
Bueno, mis pecho no. Mi figura voluptuosa y exuberante menos porque yo era una mujer delgada, pesaba 115 libras. Creo que sí tenía desde entonces una belleza interior porque esa es la que perdura.
Y siempre me gustó andar impecable: mi pelo, mi arreglo personal, aunque anduviera sencilla.
En mi casa no había ni una Coca Cola. No estábamos celebrando nada porque yo pensaba: ‘Voy, represento en el concurso, pero no va a haber ninguna fiesta porque... ¡diay no! Llego y me acuesto’.
Yo fui sola. Me fui a Nueva York, donde esperaban las chaperonas y los edecanes y teníamos que ir siempre con una de ellas.
Fue muy lindo, pero me di cuenta de que estaba buscando un propósito para mi vida en el lugar equivocado. Un día me quité la banda de Miss Costa Rica y dije: ‘me siento vacía’.
Claro que sí, entraría con la experiencia de saber que uno no tiene que sentirse inseguro ni menos... uno es como es.
”No me gusta lo que pasa hoy en los concursos. Está bien en alguna oportunidad ayudarle a cierta señorita con algo, pero están haciendo fábricas de
¿Quién fue su compañera de cuarto ese año?
Al inicio Miss Venezuela. Sé su nombre, no voy a decir su nombre, por respeto. Ella llegó con tanta pluma y tanta cosa que no cabía en la habitación para las dos. Y me dijo: tú que estás haciendo aquí si yo soy la que va a ganar... Yo dije estoy acá porque Dios me dio la oportunidad y quiero disfrutarla.
Cuando me quitaron la corona y me preguntaron cómo me sentía yo dije: ‘estoy igual, soy la misma’. No me quitaron ningún pedazo... El cáncer fue un