Princesa Eugenia, nieta de Isabel II de Inglaterra, se casó este viernes en una boda repleta de celebridades

A la unión de la princesa con el empresario, pero plebeyo, Jack Brooksbank, asistieron Ricky Martin, Robbie Williams, Kate Moss, Naomi Campbell, Cara Delevingne y Demi Moore. Le presentamos todos los detalles de la unión.

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La princesa Eugenia , nieta de Isabel II de Inglaterra, se casó este viernes 12 de octubre con el plebeyo Jack Brooksbank en el castillo de Windsor.

La ceremonia, que venía siendo criticada por su elevado costo para ofrecer lo mejor a los numerosos invitados famosos, no logró la magia de anteriores bodas reales.

Eugenia de York, de 28 años, es la hija menor del príncipe Andrés y Sarah Ferguson y novena en la línea sucesoria del trono. Es considerada, por lo tanto, “un miembro menor” de la familia real británica.

Su unión con Jack Brooksbank, de 32 años, representante británico de Tequila Casamigos -la firma de George Clooney-, se celebró en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, el mismo lugar donde el príncipe Enrique y la exactriz estadounidense Meghan Markle se dieron el sí en mayo.

La boda del primo de Eugenia fue seguida por televisión por millones de personas en el mundo y desde entonces la prensa británica no cesa de publicar fotos y noticias de Meghan, quien se ha ganado el corazón de nobles y plebeyos.

Otra boda fastuosa había deslumbrado a los británicos en 2011: la del príncipe Guillermo, hermano de Enrique y segundo en la línea de sucesión, con la elegante Kate Middleton, hoy conocida como la duquesa Catalina de Cambridge.

Sin embargo, la ceremonia de este viernes atrajo mucha menos atención, tal vez por una mezcla de saturación y de escepticismo sobre el papel de la princesa en la vida pública británica. Eugenia es conocida por su presencia en reiterados eventos sociales y por su amistad con celebridades de todo el mundo. Aun así, la novia fue brevemente aclamada cuando llegó a la capilla.

La princesa lucía un elegante vestido de manga larga del diseñador británico Peter Pilotto, sin encaje y muy entallado en la cintura, con escote delante y detrás que dejaba al descubierto la cicatriz de una operación de escoliosis a la que fue sometida cuando tenía 12 años.

Sin velo en un día de muy fuerte viento, la princesa llegó tocada con una tiara ornada con una gran esmeralda que le prestó la reina Isabel II.

Los famosos

Entre los cerca de 800 invitados estaban la actriz estadounidense Demi Moore, los cantantes Robbie Williams y Ricky Martin; las supermodelos Kate Moss, Naomi Campbell y Cara Delevingne.

La familia real británica asistió casi que completa, con la ausencia de la duquesa de Cornualles, Camila, esposa del príncipe heredero Carlos, que alegó un compromiso previo.

Curiosidades

La prensa británica ha pasado semanas quejándose de que los contribuyentes tengan que pagar la factura de seguridad de 2 millones de libras (2,6 millones de dólares, 2,3 millones de euros) de la ceremonia.

Subrayaron que el gasto podría haberse evitado si Eugenia no hubiera insistido en realizar un paseo en carroza por Windsor como hicieron Enrique y Meghan.

En las calles de Windsor no faltaron los incondicionales de la familia real, que agitaban pequeñas banderas británicas, pero fueron mucho menos numerosos que las más de 100.000 personas que abarrotaron el lugar en mayo.

La radiotelevisión británica BBC, que se toma las bodas reales muy en serio, decidió no difundir esta ceremonia, según la prensa por temor a un bajo índice de audiencia, lo que disgustó al Palacio de Buckingham.

Y al final fue retransmitida por la pequeña cadena comercial ITV, cuyos comentaristas pasaron gran parte de la mañana hablando de las fuertes ráfagas de viento que obligaban a los invitados a sujetar sus trajes y sombreros.

"Desafortunadamente, este no es un buen día para casarse", llegó a decir uno de ellos.

Otra de las curiosidades de esta boda es que todo fue ecológico. En la edición de setiembre de British Vogue, Eugenia contó que no quería nada de plástico en su día especial.

La pareja hizo todo lo posible para ganarse a la opinión pública con entrevistas grabadas en las que se deshicieron en elogios mutuos.

La novia es una "luz resplandeciente", afirmó Brooksbank. El novio es "humilde y generoso", aseguró la princesa.

Brooksbank se mueve en los altos círculos sociales de Londres, pero es desconocido del público más allá de las noticias de la prensa rosa. Dirigió un elegante bar de cócteles en Londres muy apreciado por la aristocracia inglesa, llamado Mahiki, y desde entonces lanzó su propio negocio mayorista de vinos.