Paris. AFP. Brigitte Bardot, mito mundial femenino, cumple 80 años este domingo.
Con su sensualidad a flor de piel y su espíritu libre, la actriz de cine francesa es un mito mundial que sigue inspirando a los creadores de la gran pantalla.
“¿Un mito? Es una etiqueta que me pegaron, pero que no quiere decir nada”, dijo la estrella a la revista Marie-Claire en 2010.
Sin embargo, dos años más tarde, a un periodista que le preguntaba qué actriz francesa podría encarnarla en una película, BB respondió sin dudar: “Ninguna. No hay ni una sola capaz de hacerlo”. ¿Qué les falta? “Mi personalidad"”.
Y es esa personalidad fuera de lo común la que le confiere un aura especial que desborda ampliamente su carrera cinematográfica de unas 50 películas, entre las que hay algunas obras maestras y muchas menos buenas.
En 1956 quema la pantalla en un cortometraje realizado especialmente para ella por su marido el cineasta Roger Vadim: Y Dios... creó a la mujer.
Allí se la ve bailar un mambo apasionado, con la falda que se abre hasta la cintura. La escena provoca escándalo y la prohibición de la película en varias ciudades de Estados Unidos.
Única. La actriz con rostro aniñado y cuerpo de mujer fatal se convirtió en fantasía de muchos hombres y en blanco predilecto de los defensores de la moral, que veían en ella a una amenaza más peligrosa que la de una simple sex-symbol.
Brigitte Bardot exhibió en su vida la misma libertad que su personaje, “una chica de su época, liberada de todo sentimiento de culpa, de todo tabú impuesto por la sociedad”, según las palabras del propio Vadim.
Fue invitada por el presidente Charles de Gaulle, llegó al palacio del Elíseo con chaqueta de húsar y pantalones, en una época en que las mujeres solo podían ponerse falda o vestidos.
Se liberó de los códigos de la burguesía en la que fue criada y se presentó, mucho antes de 1968, como una “bohemia”, coleccionando maridos (cuatro en total) y amantes, practicando un estilo totalmente opuesto al de las estrellas de Hollywood.
Las mujeres la imitaron, los paparazis la persiguieron y el director francés Louis Malle se inspiró de su personaje para el filme Vida privada .
“Fue el ídolo de toda una generación de mujeres, una referencia importante”, resume la periodista Marie-Dominique Lelièvre, autora de una biografía sobre la actriz editada en 2012 por Flammarion.
“Se hizo muy famosa, y después el mito se reactivó por el hecho de que detuvo su carrera antes de los 40 años”, escribió.
Después, Bardot dedicó su vida a la defensa de los animales, lo cual mantuvo su presencia en el espacio público.
En el umbral de los 80 años, su acercamiento a la extrema derecha y sus declaraciones sobre los homosexuales, la inmigración o los musulmanes le valieron cinco condenas por incitación al odio racial, lo cual, según Lelièvre, “opacó su imagen”. “Dejó de ser un modelo o una referencia, no creo que ejerza influencia sobre las mujeres de hoy. Lo que sigue presente es su iconografía”, dijo.