El estilista Junior Ferreira tiene poco tiempo de atender a José María Villalta, candidato del Frente Amplio. Sin embargo, ya sabe muy bien qué quiere: su principal petición es que el estilo de su cabello refleje su personalidad.
De pocas palabras, serio y algo distante, Ferreira describió cómo es trabajar la imagen del candidato más joven de esta elección.
“Mi responsabilidad es que sea un trabajo que no sea tan aseñorado, porque es un candidato joven, y a la vez que no se vea tan juvenil, para que no aparente falta de seriedad”, explicó el profesional.
Ferreira tiene 22 años de experiencia, tiene su salón de belleza en Guadalupe, aunque no es ahí donde atiende al actual diputado.
Según explicó, debido a la agenda de Villalta, siempre tiene que hacer su trabajo de forma exprés, aprovechando cuando hay alguna entrevista o debate para poder cortarle el cabello.
“La idea del corte fue de él. Me pidió que fuera corto, algo jovial y que una parte fuera más larguita para poder hacer el peinado adecuado”, detalló Ferreira.
Cada vez que el aspirante presidencial siente que su cabello está más largo que de costumbre, sus asistentes contactan a Junior para que vaya a arreglar el problema. Sin embargo, no siempre logran coincidir. “Una vez me llamaron para que estuviera a las 6 a. m. en Escazú y yo no podía”, recordó.
Cada vez que atiende al candidato del Frente Amplio, Junior asegura descubre una nueva faceta de su personalidad.
“Con el corte no es tan exigente, pero sí con la parte del peinado. Sí revisa que esté bien acomodado, que no tenga pelos parados. Veo que es muy detallista”.
Aunque aún no hay mucha confianza entre ellos, el experto en tijeras asegura que Villalta es un hombre sencillo y simpático. “No es muy conversador, pero es un mae tranquilo”, afirma.
El aspirante a la silla presidencial llegó hasta la silla de Ferreira por recomendación. “Una clienta mía que trabaja en una agencia de publicidad me recomendó y aquí estamos”, contó el estilista.
Cada sesión dura aproximadamente 30 minutos, pues, según el experto, tanto él como su cliente tienen claro qué es lo que quiere.
“No tengo que hacerle nada fuera de lo común, porque tiene un cabello muy sencillo. Le he cortado el cabello solo para las entrevistas; yo lo que le recomiendo es que no se lo toque. Que una vez que está peinado no se toque”, finalizó.