Con palabras como “un hombre humilde por encima de su fama”, “un poeta romántico que demostró señorío”, e “indiscutible amante de sus tres amores: las mujeres, la música y los caballos”, así describen varios ticos al fallecido actor y compositor Joan Sebastian , durante las visitas que el intérprete de Tatuajes , Secreto de amor y Maracas realizó por Costa Rica.
El empresario y productor de conciertos Ernesto Arceyut lo trajo para el Festival Ranchero de Palmares, el 12 de enero del 2013, en lo que fue su única presentación musical aquí.
Además, fue el encuentro con su expareja Maribel Guardia y el debut como cantante del hijo de ambos, Julián Figueroa.
“Creo que ha sido uno de los artistas más agradables con los que he podido tratar en su acercamiento personal. Para nada un artista con aires de prepotencia. Llegamos a él por medio de Maribel y su esposo Marco Chacón . Fue muy emotivo para él ver a su hijo cantar en su tierra. Existía un lazo emocional muy fuerte entre Julián y Joan”, contó.
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El productor dijo que Sebastian demostró señorío, respeto y que lloró al conocer a Steven Cordero, un chico con parálisis y que quería conocerlo.
Arceyut recordó que se quedó un par de días más en el país, y visitó fincas en Alajuela y San Carlos para comprar caballos.
Édgar Barrantes, odontólogo y expresentador de 7 Estrellas , lo conoció muy bien pues la ganadería de su papá, Horjos, le vendió alrededor de 20 caballos y en esa última visita le compró 12.
“La historia comienza hace 15 años cuando compró a Bohemio, hijo de Fogoso de la línea de los troyanos. Eso marcó a Joan en el gusto por el caballo de paso costarricense. Su hermano Federico vino a comprar también y él se los revendía a Joan. La última vez que vino conoció la finca. Reclamó que por qué no lo había traído antes, que era (el criadero de caballos) lo que siempre soñó. Fumó y dijo que cuando hacía eso era porque se sentía a gusto”, contó Barrantes.
El odontólogo dijo que Joan era muy humano y fiel a sus tres amores: las mujeres, los caballos y la música. Finalmente, el exalcalde josefino Johnny Araya recordó cuando Sebastian comió en casa de sus padres y asistió al tope de Palmares en el 2009, tras una invitación que le realizó.
“Lo disfruto tanto que cuando llegamos al final, me pidió que si podíamos volver a hacer el recorrido. A pesar de ser una figura muy famosa dejó gran impresión. Una persona muy llana, se portó con gran humildad”.