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Jimmy Kimmel no apareció en televisión la semana pasada. La razón fue revelada hasta este lunes, cuando el anfitrión de ABC relató los angustiantes momentos que él y su esposa vivieron al enterarse de que su hijo había nacido con una grave afección cardíaca.
Según Kimmel, horas después del parto, una de las enfermeras notó que el pequeño William estaba morado y tenía un murmullo en el corazón.
Tras practicarle una serie de exámenes médicos, se determinó que el niño padecía una cardiopatía denominada Tetralogía de Fallot, que le impedía una adecuada oxigenación, pues tenía una de las arterias pulmonares completamente bloqueadas y un hoyo en la pared que divide los ventrículos cardíacos.
El bebé fue trasladado al Hospital de Niños de Los Ángeles, donde se le practicó una cirugía para corregir uno de los dos defectos. "Fueron las tres horas más largas de mi vida", admitió el presentador.
La primera intervención fue exitosa, y la segunda se realizará dentro de tres a seis meses, comentó.
Con la voz cortada, Kimmel mostró al público una fotografía de su pequeño, con el cuerpo cubierto por varias sondas. Luego, dio a conocer una segunda imagen, captada este domingo, en la que William ya lucía saludable.
Tras agradecer al equipo de médicos y enfermeras que atendieron al niño, Kimmel aprovechó la ocasión para criticar el recorte de $6.000 millones al Instituto Nacional de Salud, propuesto por el presidente Donald Trump. "Gracias a Dios, nuestros congresistas llegaron a un acuerdo anoche para rechazarlo, y de hecho aumentaron su financiamiento en $2.0'00 millones, y les aplaudo por esa decisión", admitió.
"Si antes del 2014 nacías con una enfermedad congénita del corazón, como mi hijo, había una gran posibilidad de que no pudieras acceder a un seguro médico debido a esa condición preexistente. Si tus padres no tenían un seguro médico, quizá ni llegarías a vivir suficiente para que te rechazaran debido a esa condición preexistente", continuó.
"Si tu bebé está a punto de morir, el dinero no tendría por qué ser un factor determinante. No debería importar cuánto ganas o si sos republicano o demócrata o lo que sea. Todos estamos de acuerdo en eso, ¿verdad?", dijo Kimmel.
