El Topo: Patey, Hoffman, Víctor Carvajal... ¿qué fue ese chispero?

El conocido empresario David Patey se declaró gay; Víctor Carvajal apechuga en silencio las acusaciones de su pareja de toda una vida y Mauricio Hoffman ya estaría a las puertas del divorcio tras un matrimonio (que parecía) de ensueño. “Vengo intenso”, parece decir este 2021.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Sin duda, el tema de la semana (no chisme, porque lo contó el propio protagonista) es la sorpresiva declaración que, sin decir agua va, ofreció David Patey, empresario futbolístico y propietario de Ponderosa adventure Park, quien en una entrevista virtual con Randall Rivera, director de Noticias Monumental, confesó sin reparos que era homosexual pero que su vínculo con la religión lo había inhibido de “consumar” su preferencia y por eso estaba casado con una mujer, y con hijos.

El dueño del concurrido parque temático de Liberia manifestó que fue durante la luna de miel que se sinceró con su esposa acerca de su real orientación sexual. Doña Laurie y él han procreado cinco hijos desde que se casaron.

Todo el relato parece haber surgido espontáneamente mientras Patey conversaba con Rivera sobre su nueva e intensa faceta como “influencer”, pues desde hace unos meses constantemente realiza transmisiones y FB Live en los que narra todo tipo de vivencias familiares y personales, siempre inundado de esa permanente euforia que le caracteriza.

De hecho, tras agregar en el programa de Monumental que “si no fuera por mis creencias religiosas sería un hombre homosexual y casado con un hombre homosexual”, unas 12 horas después posteó un video en el que parecía divertirse de lo lindo con su esposa e hijos en un parque de diversiones de Orlando, Florida.

En fin, en un rocambolesco tirón de frases al estilo metralleta dijo que no se considera gay porque el tema no ha pasado de sus pensamientos, que hablaba del asunto por “transparencia” y también agregó que tiene años de luchar internamente con un asunto “tan feo y tan duro”, y que esto era incluso peor que haber afrontado denuncias por narcotráfico y lavado de dinero, que fueron desestimadas hace año y medio.

Con su habitual retórica (considerada por algunos como popular y por otros como pachuca) finalizó: “Si tengo los huevos de decirle a usted (al periodista) en esta entrevista en vivo que sería playo si no fuera por mis experiencias religiosas por qué te mentiría sobre otra cosa” (...) “No hay ningún pecado por algo que sucede en mi jupa y nunca he actuado sobre esto, pero ha sido una lucha, desde los trece años tengo esta vara adentro.

¿Se dan cuenta? Esto es legítimamente un chisme-no-chisme, más bien todo lo contrario: se trata de que David Patey quiso contar temas tan privados a los cuatro vientos y, a sabiendas del polvorín que se iba a armar en el país entre suposiciones, especulaciones, críticas y justificaciones por revelaciones que nadie le pidió.

Lo cierto es que, más allá de opiniones, cada quien hace de su vida un florero y si a Patey no le importa el qué dirán o las dudas que pueden haber ocasionado sus decires --en especial, eventuales daños colaterales a su esposa e hijos-- pues él tendrá sus razones y aunque por el momento no entendemos de dónde provino tanta transparencia, lo primero que importa en la vida de cada uno, es lo que piensa y decide cada uno, no los demás.

Y un asunto nos lleva al otro, mejor dicho, a dos: ¿qué fue aquel tanate que se le armó al presentador Víctor Carvajal con su pareja (o expareja ya, al parecer), Jose Acuña, con quien tenía nada menos que 20 años de convivencia? La bomba la reventó el diario La Teja a mediados de diciembre, y decimos bomba porque desde que Carvajal empezó a aparecer en medios de comunicación, sus semblanzas iban precedidas por las mil y un veces contada historia de cómo Jose lo había sacado de las calles josefinas y lo había internado en el hospital después de que Víctor sufriera una seria crisis por haber sido echado de su casa por su preferencia sexual, y bueno la pareja echó raíces durante sus 20 años compartidos, al punto de convivir, tener sus perritas adoptadas, viajar juntos todo el tiempo y, lo más importante, que tras un quebranto de salud de Acuña, Carvajal se convirtió durante años en su cuidador, incluso durante las serias operaciones de cadera que ha afrontado Jose tras un serio accidente que tuvo.

Pero bueno, todo pasa y todo cambia y como cualquier pareja, al parecer ellos empezaron a tener un distanciamiento que se fue agigantando hasta que recientemente Carvajal le habría dicho a su otrora amado Jose la verdad: que se quería separar, que ya no estaba enamorado, que tenía otra persona y que se iba a ir pero le iba a dejar la casa en la que vivieron años tantos años.

Hasta ahí todo bien, y aunque nadie es quien para juzgar, sí nos parece como mínimo un acto desesperado lo que hizo Jose: hablar con los medios para divulgar detalles de la separación y quejarse de que Víctor era infiel y lo tenía en estado de abandono. Muuuy complicado meterse a opinar pero lo que pasa es que en este caso la pareja llevaba años de compartir con el público de Víctor todos los zipizapes de sus vidas, por lo cual los seguidores del presentador se quedaron con un palmo de narices pues Carvajal, a pesar del reguero que hizo Acuña, optó por el silencio y le dijo a La Teja escuetamente que él no le iba a causar daño a una persona que había sido su compañero desde hace tantos años.

De nuevo: loable y hasta aplaudible, pero la vida parece estarles haciendo una mueca porque resulta que Víctor, por la naturaleza de su trabajo en De boca en boca, está llamado a comentar, opinar y hasta dictaminar en distintas situaciones de parejas conformadas por figuras públicas cuyas broncas son 10 veces menores que las de él. Mucho se le critica ahora de que no haya dicho esta boca es mía y siga con la tónica que le exige su trabajo: “chepear”, chismear y opinar... pero solo de los demás.

Tan fácil hubiera sido con esa retórica tan convicente que tiene, que Víctor hubiera sacado un par de minuticos al final del programa, el día que explotó el escándalo propiciado por su ex en La Teja, que se sincerara con su público diciendo que estaba atravesando una situación privada, que quería dejarla de ese tamaño y que por prudencia y otras razones no se iba a referir más al tema.

En cambio, cada día que pasa aumentan los rumores y hasta las especulaciones sobre la identidad de su nueva pareja (Costa Rica es un pañuelo), así que de nuevo: en vista de la complicidad que ha desarrollado él con su público, pues que no cuente detalles, pero que tampoco deje a todo el mundo enjuagado en el programa de chismes que justo él dirige, sin ofrecer al menos unas palabras en las que aclare que no se va a referir al tema. No cuesta nada y marcaría una gran diferencia con la actitud de “no pasa nada” que ha asumido desde que arrancó el tanatote.

Y es que justo se soltó el Pisuicas de las habladurías en De boca en boca, pues el otro tema que ha dado para hablar durante las últimas tres semanas es el de la aparente separación de la otrora pareja dorada conformada por el popular Mauricio Hoffman (copresentador de De boca en boca), y la periodista Ericka Morera, su esposa desde hace cinco años, quienes al parecer no solo no están juntos, sino al borde del divorcio.

Lo mismo: el ser figuras públicas no los obliga a dar cuentas de su vida privada, pero justo como ellos se dedican en el programa a averiguar y preguntar por las vidas privadas de los demás, siendo figuras conocidísimas y que están atravesando un trance de pareja complicado, naditica le costaría a Mauricio seguir el consejo que le estamos dando a Víctor. Hay que verlo desde esta perspectiva: si esas mismas historias tuvieran otros protagonistas, Carvajal, Hoffman y sus demás compañeros de programa estarían discutiéndolas sin inconvenientes al aire y durante ratotototes.

Muchachos, sean sinceros con su público; no hace falta que cuenten intimidades o entren en detalles que solo le importan a ellos y sus seres cercanos pero sí que le devuelvan a esa legión de seguidores un poquitico de ese cariño y confianza que tantos les profesan. Háganle y verán.

“Un día me cansé de estar aguantando hambre”. Así se titula una nota de La Nación de este miércoles en la que nada menos que Miss Costa Rica 2017, Elena Correa, ofrece un honesto testimonio sobre los incontables (y absurdos) sacrificios que rigieron su vida la mayor parte de sus recién cumplidos 30 años, hasta que realizó una introspección, buscó ayuda profesional y, principalmente, hizo las paces consigo misma y se decidió por disfrutar la comida sin las limitaciones que la tuvieron prácticamente secuestrada durante años.

La entrevista completa, efectuada por la periodista Fernanda Matarrita, se encuentra en el sitio web de La Nación pero desde el arranque asombra saber que Elena dejó atrás la obsesión por la delgadez y la culpabilidad por la comida. En las fotografías del antes y el después, que anexamos acá, impresiona saber que existen 23 kilos de diferencia y que Elena hoy es una hermosísima y curvilínea mujer, a la que se le desborda la energía y quien dista mucho de la foto del “antes”, en la que luce no solo extremadamente delgada, sino con una mirada triste.

El testimonio de Elena ni por asomo incita a la gula o al descontrol, pero sí a una alimentación sencillamente balanceada, combinada con acondicionamiento físico, en fin, lo que ya todos sabemos. La historia que narra en la mencionada entrevista tiene gran valía justamente porque ella se ha desenvuelto toda su vida entre las pasarelas y los certámenes de belleza: testimonios como el suyo son un ejemplo para las muchachitas que aún viven obsesionadas con la talla cero, aunque muy tangencialmente estamos notando que esa tendencia de la delgadez extrema poco a poco va dando paso a una nueva normalidad, nunca mejor usada esa frase.

Los granizados de Maribel Guardia (Con leche condesanda… ¡por favor!)

Disfrutar de un almuerzo en una ventosa y soleada tarde de enero puede ser sencillo y normal, sin embargo, tal cosa puede resultar todo un acontecimiento cuando la protagonista es Maribel Guardia, de irrefutable popularidad y respeto latinoamericano.

Esta artista, aunque se lo proponga, no pasa inadvertida, siempre es noticia aquí en su pequeño terruño o en México, su patria gigante. Maribel es mágica, tiene ángel y una luz natural. Si prueba un granizado o churchill también se puede convertir en una divertida anécdota.

Resulta que el pasado martes 5 de enero arribó al país en horas de la madrugada. Venía a cumplir con su rito anual de pasar las fiestas de Año Nuevo con su mamá Vilma “Mima” Chacón. Auténtica y espontánea, ese mismo día fue a quitarse el antojo de probar un churchill rebosante en calorías, pero sin cargo de conciencia. De inmediato subió la foto respectiva en sus redes donde tiene más de diez millones de seguidores, pero algo la desanimó: no tenía leche condensada y ella quería su hielo raspado con sirope rojo, leche en polvo y leche condensada, como dice la receta puntarenense dedicada al político británico Winston Churchill. “¡Casi me muero!”, dijo desconsolada y triste.

Aunque siempre viene en Nochebuena, esta vez no pudo hacerlo, porque el 6 de diciembre le dio covid-19 y pasó la cuarentena enclaustrada en su burbuja familiar con su hijo, su nuera, su nieto y su esposo Marco Chacón, quien también fue atacado por el virus. A Marco le dio muy fuerte, en cambio a ella hasta ese virus la trató con discreta consideración.

Lo del granizado se convirtió en noticia y lo de la ausencia de la leche condensada, más.

El jueves pasado, guardando los estrictos protocolos sanitarios, Maribel participó en un almuerzo en su honor en el Restaurante Estación Atocha Don Bosco, junto al alcalde de San José, Johnny Araya; el abogado Raymundo Macís; el director del Festival de la Luz, Jorge Arturo Villalobos y el anfitrión, el periodista Rogelio Benavides; ni uno más, cuatro en una mesa para diez en una ventilada terraza.

Hubo risas, pero no carcajadas en una jornada de cuatro horas. Almorzaron sin prisa y disfrutaron el momento; no hubo selfies, salvo uno bien enmascarado de ella y Macís, para enviárselo a la querida periodista Verónica Bastos, amiga de ambos.

Maribel tomó dos tés de manzanilla y almorzó un salmón a la plancha con ensalada y vegetales; duró más de una hora comiendo, pues eso pareciera ser parte del secreto de mantenerse radiante y bella como una estrella; más bonita que un milagro como diría Milo Junco.

El ágape fue matizado por todo tipo de temas, pero en especial del covid, de los síntomas de ella, de los cuidados sanitarios y de cómo se cuida por donde vaya. Raymundo Macís le llevó un regalo que ella celebró entusiasmada; eran dos bolsas del elegante café artesanal Emiliano Santo, producido en las alturas del Valle Central; momento que ella aprovechó para hablar de la calidad del café de Costa Rica, que siempre tiene en su casa en la capital mexicana.

Cuando estaba a punto de levantarse la sesión, ¡sorpresa!, el chef Luis Diego Sáenz apareció con un churchill como ella lo soñó, rebosante de leche condensada. La mesa aplaudió el detalle y a la artista se le iluminó el rostro. Le supo delicioso, disfrutó hasta la última gota rosada del fondo. A ella no le afectan esos “pecados”, conserva la misma cintura de cuando tenía 18 años y el cuerpo cada vez más hermoso.

Cuando llegó la triste hora de la calabaza, debía llamar para que vinieran por ella, pero Raymundo, educado y caballeroso, se ofreció a llevarla en un Lexus de paquete, con elegante tapicería de cuero rojo, cual carroza imperial como lo merece la reina de reinas Maribel Guardia, quien aceptó la cortesía muy agradecida.

¡Diana Sodi brilló en Divas! La transformista, de la que ya habíamos hablado hace unas semanas estos Topos, apareció este lunes en el programa de Multimedios y de verdad que la vimos como una diva más, bien afinada en ese sillón que divierte a muchísimos por las tardes.

Y es que este lunes Multimedios dedicó su programa al tema de “nueva masculinidad” donde llevaron a personas trans. Tenemos que destacar que el programa estuvo bien abordado y con un sicólogo especialista, lo que le dio peso y contenido.

El clímax del espacio se dio cuando salió la protagonista del programa de Facebook Motivaciones Divinas, quién se veía preciosa. ¡Uno muy, casi hasta opacaba a Vivi Calderón!

Le enviamos una felicitación al productor de Divas, Alexis Jiménez, por tratar temas que pocos medios tocan. Sabemos que los números han favorecido al nuevo timón del programa. Y no sería de extrañarse de que dentro de poco tiempo veamos a Diana Sodi con un espacio en televisión, porque se la jugó como las grandes.