El Topo: La ‘lógica’ nacionalista de Jacqueline Álvarez

La comentarista de Multimedios descartó una opinión de un colega sobre la Sele porque él “no es tico”. Siguiendo esa manera de ver las cosas, ¿entonces tampoco deberíamos nunca más llamar a Bora y Pinto para pedirles su criterio sobre la Tricolor?

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“A usted no le importa porque usted no es tico”. La frase la dijo la exfutbolista y hoy comentarista deportiva Jacqueline Álvarez el 14 de octubre. Y aún en medio de una semana desesperante para el país, entre intentos fallidos de diálogo, bloqueos en carreteras y una pandemia que no afloja, aquella intervención en el programa Fútbol al día, de Multimedios, logró destacar, para mal, entre las conversaciones de propios y extraños.

El aludido por el desafortunado comentario fue el también exfutbolista y comentarista Diego Joaquín País. Como bien señaló Álvarez, su compañero de panel no es costarricense de nacimiento, pues es originario de Argentina. A nuestro país él llegó hace unos 15 años como un delantero excepcional, y fanáticos de distintos equipos celebraron sus anotaciones. Tras el retiro de la canchas, Diego País ya estaba enraizado en Costa Rica y siguió entre nosotros, convirtiéndose en un acertado comentarista del medio deportivo local, justamente en la misma ruta que adoptaron otros referentes de nuestro fútbol que vinieron de Suramérica y nunca más partieron, como son los casos de los queridos Claudio Ciccia y Pablo Gabas.

En esa hoy infame edición de Fútbol al día, Álvarez argumentaba, con evidente molestia, que la Selección mayor masculina de fútbol era la comidilla de toda Centroamérica, tras la doble caída de esta semana ante la representación panameña. Diego País le respondió que ser o no el bañazo futbolístico del istmo no es lo que importa y ahí fue donde su compañera le sacó a relucir la falta de pasaporte tico a Diego. Él, respetuoso, esperó a que ella terminara su diatriba y solo le contestó: “Que vos me digás que no soy tico la verdad que me indigna”. Luego dejó el set y no apareció en lo que restó del programa de esa noche.

Está de más decir que de inmediato ardió Troya.

Si bien ambos comentaristas trataron en los días posteriores de bajarle el tono al asunto, lo cierto es que muchos televidentes tomaron nota de lo dicho por Álvarez y en cuestión de horas el tema era tendencia en Twitter, donde sobraron los reclamos hacia la exseleccionada nacional por lo que pudo interpretarse como una alusión xenofóbica. A esto se sumó que, lejos de pasar por un desliz, Jacqueline Álvarez ya es reconocida por su verbo encendido y por emitir criterios al aire con la sangre caliente, en un estilo similar a la de comentaristas extranjeros para quienes las discusiones sobre fútbol se asumen como personales, con los riesgos que esto implica, especialmente en programas que se emiten en vivo.

A Jacqueline la recordamos como una de las futbolistas más importantes que ha tenido el país, una deportista muy completa que abrió camino y derrumbó estereotipos años atrás, justamente para que hoy otras generaciones de muchachas puedan acercarse a la profesionalización en el fútbol. Sin embargo, su trabajo como comentarista televisiva se distingue más por un aire perenne de polémica, el cual muchos le critican.

Quisiéramos pensar que su señalamiento a la nacionalidad de Diego País fue una metida de escarpines, de esas que ojalá no ocurran pero que a todos nos suceden de vez en cuando, del tipo que con una disculpa sincera se ayuda a pasar la página y a seguir en lo que estábamos. Sin embargo, Jacqueline no vio su comentario como un error, y más bien justificó que ese tipo de intercambios son parte de la tónica de espacios como Fútbol al día. “Al ser un programa de polémica no solamente informativo sino de comentarios y críticas, es natural que se den situaciones como esas y seguirán ocurriendo, también división de opiniones donde algunos me critican por algo que dije, otros están de acuerdo... En fin, es pan de cada día”, escribió al día siguiente en Facebook.

No, Jacqueline: el comentario no debió darse. Punto. Ese tipo de descalificaciones hacia las opiniones de otros por determinada condición de la persona son nocivas, en cualquier ambiente, y precisamente son de las que se valen los intolerantes para decir que, por ejemplo, las mujeres no deberían hablar de deportes masculinos. Nunca podemos asumir como “normal” que el criterio de alguien sea sopesado a partir de su origen étnico, género, o condición económica. Evitarlo es lo que diferencia a un buen programa de análisis de una genérica discusión de cantina.

Decir que a Diego País no le importa la Selección de Costa Rica por no haber nacido aquí es como asumir que lo mismo ocurre con los ya mencionados casos de Gabas o Ciccia, extraordinarios comentaristas venidos de otros lares que han hecho una nueva vida en suelo tico, y que sin duda tienen, así como Diego País, todo el criterio y la autoridad para referirse al llamado equipo de todos, sin importar dónde dejaron el ombligo.

Extender ese concepto “nacionalista” de que solo a los ticos nos importa lo tico es tan penoso que entonces, mejor, en adelante no volvamos a agarrar el teléfono para pedirle a los dos entrenadores que más gloria le han dado a la Tricolor en los mundiales su criterio, pues ambos son extranjeros y “de fijo” no lo “sienten” igual que “nosotros”: lástima, porque a Velibor Bora Milutinović y a Jorge Luis Pinto aquí aún se les sigue queriendo, y mucho.

Cambiando de tema, en estos días muchos nos hemos enterado de la valiente lucha que libra la reconocida actriz Roxana Campos, quien con franqueza contó en las páginas de Viva sobre cómo debió dejar el teatro, después de 55 años en las tablas, para enfrentar un agresivo cáncer de pulmón. Mujer de palabra y rebelde de muchas causas, doña Roxana no afloja y en su casa reflexiona con calma sobre el camino andado y la prueba que la vida le pone por delante, a los 72 años.

Quizás muchos no lo saben, pero ella es la madre de los tres artistas Marenco Campos: la bailarina y coreógrafa Valentina; el bailarín Daniel, y el actor y presentador de televisión Ítalo. Este último se refirió a la condición de salud de su madre en una sentida publicación en Instagram, en la que se muestra junto a su esposa, Cindy Villalta, y su hija Irene dándole la bienvenida a los aires navideños.

“Este año se ha pasado entre hospitales, madrugadas, corre corre, un año donde definitivamente mi familia y Dios️ me han levantado una y otra vez. A mi mamita le encantan las fotos navideñas y le hicimos esta sesión con todo el amor del mundo. Que este espíritu de esperanza llegue y bendiga a su familia también. Los queremos mucho. Dios los bendiga”, reza el mensaje de Ítalo que acompaña la imagen, parte de la sesión que les hizo la fotógrafa Adriana Barrantes, de Raíces Fotografía. Sin duda que quedaron para enmarcar.

Saludos para todos los Marenco Campos y los mejores deseos para doña Roxana, a quien esperamos poder volver a apreciar en su hábitat natural: el teatro.

Hace rato que habíamos perdido la costumbre de ir a eventos pero como que poco a poco las actividades sociales y comerciales regresan, eso sí ajustadas a los estrictos lineamientos propios de la vida en pandemia. Días atrás vivimos una y esta vez, ni nos bajamos del carro para verlo todo. La gente de Súper Salón dio en el clavo con la escogencia del lugar: El Autocine Tsunami, en Parque Viva, que resultó el indicado para que todos los invitados del lanzamiento del Cold Brush, de la marca Babyliss, asistieran con su burbuja. El modo autocine les aseguró facilidad y seguridad ante los protocolos de las autoridades sanitarias.

La anfitriona de la velada fue la reconocida Ana Lucía Vega, y hay que decir que cada vez vemos más desenvuelta a la periodista y guapa presentadora, quien hizo sus primeras armas en los medios de comunicación hace ya buen rato, en el 2002, como modelo en el programa Sábado feliz. Con gran soltura, supo manejar y entretener a un público poco usual: 60 burbujas, que se traducen en 60 automóviles. De manera acertada, sustituyó los aplausos por pitos y cambio de luces durante la actividad. Ana Lucía compartió también con la experta en protocolo Christy Marín, y algunas figuras de belleza de las redes sociales.

Para mostrar los resultados del nuevo cepillo, la marca necesitaba una personalidad chispeante y carismática con una cabellera rizada: los colochos de la presentadora Lussania Víquez resultaron perfectos para los organizadores y ella acompañó a los asistentes de manera remota, desde su casa.

Vestido y alborotado. Claudio Fabián Ciccia no solo fue uno de los delanteros más elegantes del país por el tenor de su juego, sino que ahora como comentarista principal de Teletica Deportes sigue fiel a su buen gusto para el vestir.

Con todo este tema de la covid-19 nunca se sabe cuándo hay transmisión en vivo o cuando deben salir en off, por lo que Ciccia siempre anda preparado para salir al aire así como lo ven, como un dandy, y bueno, si toca estar en off pues ni modo, son los designios de los tiempos.

Lástima porque Ciccia es un figurón en pantalla y cada vez se consolida más por todo su conocimiento futbolístico pero también por la mejora en su dicción (su acento uruguayo es hermoso pero él trata de hablar más despacio sin asumir hablado costarricense)... y es que lo que es, es: Claudio Fabián eligió a Costa Rica desde hace muchos años y, aunque es un abnegado padre de familia de sus cuatro espectaculares hijos, él echó raíces aquí y entre la virtualidad y lo presencial, está siempre pendiente de sus hijos, residentes nada menos que en Punta del Este, en Uruguay, y sus otros amores y pasiones en el país, su novia Carla Castro y todos los proyectos paralelos a su actividad en Canal 7, su segunda casa en el país.

Ojalá el fútbol nacional pueda volver a la nueva normalidad pronto porque, con Claudio Fabián Ciccia jamás jamás será lo mismo verla venir que que bailar con ella... con una ligera adaptación: no es lo mismo escuchar a Ciccia, que verlo en pantalla. Vean qué clase de chaine con el que se mandó el sábado 10 de octubre, preparado para la transmisión del partido de la Sele contra Panamá. El que puede, puede.

Nos alegra sobremanera que muchos costarricenses se recuperan del mortal coronavirus o bien que a cientos de personas contagiadas la enfermedad no se les agrave.

Entre los que han evidenciado la favorable evolución de la covid-19 en su familia, están los Ruiz Jaikel, quienes siempre prudentes y tomando todas las medidas del caso se han mostrado en sus redes sociales promoviendo la prevención, medidas sanitarias y cuidados.

Bryan Ruiz, capital de Liga Deportiva Alajuelense había comunicado día atrás con mucha responsabilidad y transparencia que estaba contagiado, así como otros tantos futbolistas del campeonato local.

Por su parte, su agradable esposa, Carolina Jaikel ha comentado más con sus seguidores en redes sociales cómo han vivido el proceso. Cuenta que ella y Bryan sí tuvieron fiebre y mucho dolor de cuerpo, mientras que afortunadamente a sus hijos Benjamín (4) y Leonardo (2) el coronavirus no los “volcó”.

Carolina muestra el día a día junto a sus pequeños desde una finca que su padre les prestó para guardar la cuarentena y donde los chicos podían nadar y correr y así tener un ambiente diferente al que vivían hasta no hace mucho en Brasil, país en el que por las medidas sanitarias pasaron muchos días sin salir del apartamento en el que residían.

Ahora los niños, que por dicha están saludables y muy enérgicos, pasan entretenidos con las diferentes actividades que tanto Carolina como Bryan los ponen a hacer para ocuparlos, pues en son de broma ella ha dicho que aunque ella y Bryan se sientan enfermos y quiera estar reposando, “con los cachorros es imposible”.