París (AFP).
Tras cuatro años de ausencia de las pasarelas por problemas económicos, el francés Christian Lacroix, un ícono de la moda, regresó al selecto club de la alta costura con una deslumbrante colección en homenaje a la legendaria modista italiana Elsa Schiaparelli (1890-1973), presentada el lunes en un gran museo parisino, antes del desfile de Christian Dior.
"Sin Elsa, nunca habría sido yo un costurero", señaló el modista francés de 64 años, en la presentación de esta colección única que diseñó para la casa italiana Schiaparelli, una "bella durmiente" de la multimillonaria industria de la moda.
Esta colección es doblemente significativa no sólo por que marca el regreso a la alta costura de Lacroix -cuya ausencia ha dejado un vacío en la moda que nadie ha pretendido llenar- sino también porque "resucita" la firma creada por la aristocrática italiana en París en 1935, que cerró sus puertas en 1954 y que fue comprada en 2007 por el empresario Diego Della Valle.
El encuentro entre dos mitos de la moda tomó la forma de 18 modelos -todos ellos espectaculares-, que se exponen como obras de arte en el Museo de Artes Decorativas, contiguo al jardín de las Tuilerías, en cuyos salones Lacroix presentó su última colección de alta costura.
Fue en julio de 2009, pocos días después de que su casa de moda, golpeada por la crisis financiera, se declarara en suspensión de pagos.
Por eso, "hoy se cierra un círculo", subrayó Lacroix, que retomó para esta colección los códigos de Schiaparelli -el surrealismo de sus creaciones, el color rosa encendido que la hizo famosa, los grandes volúmenes, sus amor por los animales, la influencia de la naturaleza- y los reinterpretó en vestidos titulados "Escorpión", "Escarabajo", "Esfinge".
"Quise hacer este homenaje a Elsa en forma de espectáculo", explicó el modista, describiendo la colección como "una mezcla de malicia, fantasía y melancolía".
Para esta colección, titulada Homenaje a Elsa, Lacroix transformó el célebre vestido "Langosta" de Schiaparelli -aquel en que el artista Salvador Dalí pintó un crustáceo (1935)- en un extravagante tocado, y también en un inmenso broche en forma de ese molusco, bordado con perlas color coral.
"Lacroix ha retomado el universo surrealista de Schiaparelli, su amor por el arte, por la naturaleza, por las pieles, por los bordados", subrayó Fernando Ríos, responsable de esa casa en España, ante un vestido cuyos ricos bordados llevaron 500 horas de trabajo, y ante unos zapatos cubiertos de piel de zorro.
La mayor parte de las creaciones fueron presentadas en un tiovivo de espejos giratorio, que evocó la importancia del tema del circo en el trabajo de la creadora italiana, quien fue la gran rival de la francesa Coco Chanel, otra gigante de la moda entre las dos guerras.
"Schiaparelli fue la némesis de Coco Chanel. La italiana era una aristócrata extravagante y excéntrica, que representó la fantasía ante el rigor de Chanel", señaló el responsable español de la casa italiana, que volverá a abrir sus puertas en la Place Vendôme de París en enero del 2014.
"Elsa llevó a la alta costura el arte, la fantasía, la experimentación, el gozo de vivir", añadió el experto de moda, vaticinando que los "sublimes" modelos creados por Lacroix en homenaje a Elsa serán expuestos en los museos del mundo dentro de unos años.
"Son obras de arte", enfatizó ante un maravilloso vestido color verde esmeralda, cortado en bias, drapeado y adornado con un broche brillante en forma de mariposa. Más allá, otro de los vestidos llevó 40 metros de tela y centenas de horas de trabajo, una de las marcas de la alta costura.
Lacroix reconoció que el hecho de que la colección creada en tributo a la costurera italiana no va a ser puesta a la venta le permitió una mayor libertad. "Pero yo siempre he trabajado en la moda con total libertad, quizá para mi desgracia", notó el modista, que ahora está dedicado a crear vestuarios para el teatro y la ópera.
"Estoy realizando mi sueño de infancia", dijo el diseñador, que aseguró que el mundo de la moda y las pasarelas no le hacen ninguna falta, y que no piensa regresar a ellas.