Sombrillas, sombreros y hasta cajas de cartón. Ayer era válido utilizar cualquier objeto para taparse del fuerte sol que hacía en Palmares, Alajuela, para poder disfrutar del último concierto internacional, que tuvo como invitado principal a Shaggy.
Por eso, era común que la mayoría del público luciera con gafas, camisetas de tirantes y pantalones cortos. En momentos hasta se percibía ese agradable olor del bronceador. Sin duda alguna, aquello parecía una playa en medio cantón alajuelense.
La sed no se hizo esperar y, por eso mismo, fue que los lugares en donde vendían cervezas y frescos naturales estaban abarrotados. Aquella escena no era para menos, porque el sol calentaba más y más. Sin embargo, eso no impidió que la gente disfrutara y hasta enloqueciera al ritmo de la música.
La gente salió bañada en cerveza y sudor. Nadie paró de bailar las cerca de cuatro horas que duró el show . Si las fiestas se tuvieran que definir en palabras, serían: demencia total.
Llenazo. Las filas empezaron a formarse a eso de las 7 a. m. y las personas ingresaron a las 11:30 a. m. a la zona de conciertos. Cuando el primer artista nacional salió a escena, ya el lugar estaba lleno. Cuando el segundo grupo tico cantó, el área estaba a reventar.
Aún así hubo gente que hacía fila cuando el evento estaba por la mitad para ingresar y disfrutar de este evento gratuito.
Por esa razón, y con tal de facilitar el paso, los oficiales de seguridad solo pedían la cédula de identidad a las personas; es decir, no hubo requisas. A pesar de ello, el concierto transcurrió con tranquilidad.