El domingo 6 de setiembre , el guanacasteco Giancarlo Álvarez tomará sus maletas y se subirá por primera vez a un avión con un objetivo clarísimo: hacer el mejor papel posible en la competencia gastronómica mundial Jeunes Chef Rôtisseurs , que se efectuará en Budapest, Hungría.
Tras ganarse ese derecho, luego de imponerse en la eliminatoria nacional, el estudiante de tercer año de Gastronomía de la Universidad Latina se irá con el chef Carlo Di Bartolo, su entrenador y acompañante de viaje, con los deseos de lograr mucho más que solo vivir intensamente la experiencia.
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“No he salido del país antes; nunca he viajado en avión. Es algo que me motiva mucho, pero, más que eso, el ser el primer tico en participar en una competencia de este nivel me llena de orgullo y me ilusiona. Voy a darlo todo para intentar ganar o, al menos, alcanzar un buen lugar”, dijo emocionado el joven de 21 años y oriundo de Nandayure.
La Chaîne des Rôtisseurs Costa Rica –organizadores del certamen nacional– envió a Álvarez a un entrenamiento en ocho restaurantes y en las cocinas de los hoteles Grano de Oro y Marriot, con el fin de dominar algunas áreas y prepararlo mejor para esta cita internacional.
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“Durante dos semanas compartió con chefs especializados en cocina italiana, peruana, mexicana y otros para que expandiera su conocimiento de la cultura gastronómica. Además, pudo mejorar sus capacidades en técnica de montaje de platos. Él tiene mucha dinámica y es muy creativo. Debe tener cuidado en no cometer errores, sobre todo en respetar las técnicas de cocina”, comentó Carlo Di Bartolo, quien fue juez en la eliminatoria costarricense.
En Hungría. En la cita internacional participarán más de 40 países. Del continente americano solo estarán Estados Unidos, Canadá y Costa Rica.
Los competidores se dividirán en tres grupos y demostrarán sus habilidades entre el viernes 11 de setiembre y domingo 13.
A cada uno de los participantes se le dará los mismos ingredientes, ocultos en una canasta, y tendrán tres horas para cocinar una entrada, un plato fuerte y un postre.
Los platillos serán calificados por un grupo de jueces desde el momento de su elaboración hasta su degustación final.
Al guanacasteco no le preocupa competir contra el reloj, pues asegura ser muy organizado.
“De que me estrese no creo, trato de manejar los nervios y soy muy ordenado con el tiempo. Aquí cometí otros errores y los entrenamientos me sirvieron mucho para mejorar”, afirmó.
Finalmente, Di Bartolo explicó que para el 2016 pretenden abrir la competencia a diferentes escuelas gastronómicas el país.; este año solo hubo alumnos de la Universidad Latina.