Miguel Cortés, director de 'Oro y Grana': 'La credibilidad es lo que me ha mantenido'

El farmacéutico, periodista y director de 'Oro y Grana', el programa deportivo más longevo de la radio nacional, conversó con 'Viva' y repasó su historia profesional y una pincelada de su vida personal

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Don Jorge Pastor Durán, ya fallecido y recordado por su gran aporte en la radio, le dijo una vez a Miguel Cortés, hace ya más de 44 años, que él “tenía buena voz y que con ella podía llegar a hacer algo bueno en radio”… Esa vez Cortés, quien trabajaba en la farmacia del Hospital Calderón Guardia, decidió creer en las palabras del periodista al que tanto admiraba.

Cortés no dejó que en su mente retumbaran mucho esas palabras, de inmediato se interesó en echar a andar algún proyecto radial en el que pudiera explotar su resonante y prodigiosa voz, y por supuesto, ejercer su gusto por el deporte. Gracias a esa decisión, hoy Miguel Cortés es el director del programa deportivo más longevo en la radio nacional: Oro y Grana, espacio que en junio celebra 44 años al aire.

“El oro es amarillo y la grana de color rojo. Yo estuve trabajando en relaciones públicas del herediano. Ideamos hacer un programa como órgano del equipo herediano (así nació Oro y Grana). Eso duró como seis meses. No hubo más interés en hacerlo, pero yo lo seguí. Un locutor deportivo que revela el color de su equipo, a mí me parece que está bien. Yo nunca he negado que soy seguidor del herediano, he tratado de ser imparcial y equilibrado. El público lo ha entendido así”, dijo Cortés.

Para el vecino de barrio México, la credibilidad ha sido el principal sostén de su duradero espacio deportivo. Miguel Cortés ha procurado mantenerse de bajo perfil: a él rara vez se le ve en conferencias de prensa y menos en alguna actividad farandulera. Su principal objetivo siempre ha sido potenciar la credibilidad y ser propulsor de innovación; nunca le ha interesado ser figura.

“Para mí, la esencia es la credibilidad, eso es lo que me ha mantenido. Estoy infinitamente agradecido con la audiencia. Soy sabedor de que hay que estar variando. He tenido todos estos años diferentes compañeros. He tratado de tener compañeros jóvenes con mentalidad fresca para que haya equilibrio”, afirmó.

Oro y Grana se transmite de lunes a viernes de 4 a 5 p.m. por Radio Monumental (93.5 FM). En busca de la variedad, el programa se hace en la cabina de Monumental los lunes, martes y miércoles; los jueves en el Casino Concorde, en el Hotel Irazú; y los viernes en el hotel Balmoral. Ese día es de tertulia “pero es con menos gente para profundizar más”.

Oro y Grana ofrece polémica, pero una “bien dirigida y establecida”.

“En el programa, yo cuento con un analista arbitral, ahorita es Ronald Cedeño. Yo instauré en Costa Rica los análisis arbitrales en radio. Como periodista deportivo uno debe de saber de todo, pero, el análisis arbitral se le debe de dar a un árbitro. Otra variante es que tenemos analistas técnicos que evalúan la táctica y el sistema de estrategia, ahorita está Julio César Bustos”, contó.

Cortés también ha implementado un espacio editorial, sección a la que llamó Opinión; también profundizan en temas trascendentales realizando reportajes de hasta siete minutos; El colega y yo es otro segmento en el que conversa con un invitado que tenga una opinión antagónica.

Dentro de sus comentaristas invitados figura el pianista y escritor Jacques Sagot. “Él es una personalidad absoluta, y contrario a lo que la gente cree, es alguien que sabe muchísimo de fútbol”, agregó Cortés.

Otro prominente contertulio de Oro y Grana ha sido el expresidente Luis Guillermo Solís, quien prometió volver a los programas luego de su gestión (2014-2018).

44 años de historia

¿Cómo se mantiene un espacio por tanto tiempo en un medio cada vez más competitivo? Cuando empezó, supongo, no era lo mismo de ahora...

Viera que sí. Indudablemente es una situación que cuesta bastante porque obviamente uno vive de la publicidad, de los patrocinadores. Oro y Grana ha estado en tres emisoras: empezó en radio Victoria, luego estuvo 22 años en radio Reloj y ahora está en Monumental. La estabilidad cuesta mucho, afortunadamente la gente cree en uno. Hay que trabajar todos los días y ciertamente se cuenta con la bendición de Dios. Ya llegamos casi a 44 años.

¿Es más difícil mantenerse ahora?

Los ticos tenemos un deporte: ¡quejarse! Uno tiende a maximizar penurias... cuando yo empecé y apenas tenía un año, me preguntaban cómo iba todo y uno dice: bien, pero vieras qué dura está la cosa. Cuando tenía cinco años me encontraba a los mismos colegas y uno decía los mismo. Así cuando teníamos 25, 30, 40 años y es la misma queja de uno.

“Sí me pregunta cómo he subsistido, le digo que ha sido una actividad importante, una situación que a uno lo enaltece, pero viera Fernanda: ¡qué dura está la cosa! A esta altura digo exactamente lo mismo”.

¿Cómo ha sido adaptarse a las redes sociales? ¿O les mantiene cierta distancia?

No es que no he querido. Lo que sucede es que esta labor la hace mi compañero Gustavo Aguilar (él le acompaña diariamente desde hace tres años).

“Reconozco la importancia de las redes, mas no comulgo con ellas porque se prestan para mucha ofensa, se prestan para decir cosas inapropiadas. Si alguien se lo tuviera que decir a uno de frente, no se lo diría. Reconozco que hay que adaptarse, pero sí tienen sus inconvenientes”.

Ahorita tiene poco más de 5.000 seguidores en Facebook, ¿no ve en esa red social una plataforma para generar más ingresos?

Usamos esa página generalmente para que el público opine. En cuanto al negocio es una de las cosas que he estado tomando en cuenta. Nuestro programa se transmite lunes, martes y miércoles por Facebook Live. Hoy las redes sociales son las que lo mueven (todo).

Ha dirigido Oro y Grana ininterrumpidamente. ¿Qué significa que su programa permanezca en el tiempo?, y, ¿qué ha implicado esa permanencia?

Puedo decir que he cometido dos errores en el programa. He sido de perfil social bajo. Muchos compañeros van a eventos sociales, conferencias de prensa y está bueno, pero yo por tradición lo he mantenido así y no he promovido el programa para tener relación más directa con los oyentes. Ellos son oyentes por la emisora, por el programa, por las noticias y comentarios, y, sobre todo, por la credibilidad...

“Sé que al programa pude financiarlo más, pero mi preocupación, en lo que me he enfocado siempre ha sido en mantener la credibilidad, la permanencia y la calidad. Pude publicitarlo más, no es que me sobre la plata, pero he tratado de que el programa tenga esa credibilidad”.

¿Ser ambicioso por la credibilidad y no tanto por los ingresos, le llena de satisfacción?

Diay... imagínese que hasta hace algunos años yo hacía una celebración por año de aniversario, luego dije que no se justificaba hacerlo una vez por año, ya casi no lo volví a hacer. Pero la celebración, la felicitación, los mensajes, y que el público reconozca la labor del programa, es un homenaje para mí de todos los días. Obviamente no soy un filántropo, yo gano con esto, pero puede ser que entablándolo de manera diferente gane más con el programa. Que yo sepa en Costa Rica no hay programa con esos años. No lo hay. Para mí es una satisfacción enorme.

Por muchos años Cortés alternó su trabajo como farmacéutico con la dirección de Oro y Grana. Ahora está jubilado y tiene el programa deportivo como único trabajo.

La carrera

Miguel Cortés es un señor afable.

Es minucioso y cuenta con detalle su historia profesional, esa que le provoca orgullo y evidente pasión. La memoria es una gran aliada, con 73 años, que no aparenta, Miguel Cortés recuerda con detalle sus vivencias infantiles y hasta el nombre de su maestra de escuela.

Creció como cualquier niño de zona rural. En su casa no había bonanza, mas sobraba apoyo, comprensión y afecto. Estudió en la escuela Antonio Jesús Sucre y, en 1957, ganó el premio al mejor alumno de la provincia de San José. De primero a sexto fue alumno de la maestra María del Carmen Arias Sandí.

En más de siete décadas de vida se puede hacer mucho o poco. Cortés ha tomado las oportunidades que se le presentaron y las hizo perdurar y sobresalir.

Una enfermedad hizo que tuviera que dejar el Liceo de San José, donde cursaba la secundaria y tuvo que sacar el bachillerato por madurez. Fue un momento adverso; aunque algo determinante venía para su vida.

“La enfermedad me truncó. Estuve internado en el Calderón y perdí el año. Un día una enfermera me dijo que por qué no hacía una gestión para trabajar en ese hospital. Uno como menor sacaba un permiso del Patronato Nacional de la Infancia para poder trabajar. Ahí me enrolé en la farmacia. Duré muchos años trabajando ahí”.

Miguel Cortés tiene cabellos oscuros y un poblado bigote que conserva desde que aparecía en televisión, por allá de los 90.

En esa década Miguel Cortés empezó a trabajar en la sección deportiva del desaparecido programa Telegatunas, que se transmitía por canal 4. Por su trabajo, tenía una cercanía con los señores Vargas los dueños del canal.

“Cuando se inició NC4, yo fui director de la sección deportiva. En 2000 desapareció y seguí con Oro y Grana que ha sido mi compañía en la vida. Eso lo he usado como fuente de ingreso. Una circunstancia se deriva de otra. He sido de periodos largos en mis trabajos. Cuando he trabajado en NC4, en la CCSS, fueron trabajos duraderos”, dijo.

Interesado por continuar enriqueciéndose, 20 años después de estar en radio, Miguel Cortés estudió periodismo en la Universidad San Judas Tadeo. Su formación académica lo llevó, incluso, a fungir como director de la carrera de periodismo en la Universidad Central, trabajo que alternó con las direcciones de Oro y Grana y NC4.

“He tratado siempre de mantener el buen hablar. Quien habla por micrófono tiene que hablar claro, con un vocabulario rico, sin usar palabras altisonantes y de significado desconocido. Por ahí del año 65, me compré un diccionario que me costó ¢65, es un diccionario gordote. Lo hice como autodidacta. Cada palabra que oía iba y la buscaba. Uno tiene que tener respeto por quienes lo escuchan”

Personal.

En la adversidad, Miguel Cortés no encuentra el problema. Hace cinco meses le detectaron cáncer de piel. Para su fortuna, el diagnóstico fue temprano y tras una operación, el panorama es positivo.

“Toda la vida he trotado. Usualmente lo hacía sin ninguna protección. Ahora tengo esa precaución con gorra y bloqueador. Estoy protegido. El diagnóstico se dio luego de que yo noté un granillo que no me sanaba, fui al dermatólogo y ahí hicimos todo el tramite normal.

La palabra cáncer ahora no es lo mismo que hace 15 años. Ya no es tan alarmante. Yo mismo conozco colegas a los que no les ha causado problema. Le di la importancia necesaria”.

Cortés está casado, tiene cuatro hijos y es abuelo. En el campo de la vida personal, él prefiere no entrar.

A sus 73 años afirma que no hay nada que le falte por hacer. En el campo profesional su vida ha sido “grandiosa”, su relación familiar muy buena y su posición económica es estable.

“Yo he considerado que no he sido ambicioso en mi vida. Me he encausado en buenos términos. A estas alturas, que la gente me agradezca y me dé muestras de admiración, con eso me doy por satisfecho”.