Este artículo contiene spoilers de los videojuegos God of War y The Last of Us, así como el de las las películas Star War: The Last Jedi, El Señor de los Anillos, Logan, Unforgiven y 3The Searchers. Fervientemente le recomiendo que si no ha disfrutado alguna de estas obras, detenga su lectura y dele vuelta a la página. Dicho esto, vamos al lío.
El mito se reinventa y se reconstruye.. Los héroes se arrugan, se quiebran y se corrompen. Hay una nueva que tendencia que muestra como nuestros justicieros favoritos dejaron de creer en lo que alguna vez los hizo grandes. Esta premisa se ejemplifica con las últimas obras protagonizadas por Kratos, Luke Skywalker y Logan, quienes aparecen como héroes viejos y cansados.
Todo comenzó con la última película de Wolverine, Logan (2017) . La despedida de Hugh Jackman como el aguerrido mutante con garras de adamantium muestra a un triste renegado que vive junto a un degradado profesor Javier. Logan ya no quiere ser Wolverine y el profesor ya no recuerda ni quién es. Los dos esperan la muerte.
Sin embargo, algo cambia, un día se encuentran con una chica que tiene las mismas capacidades físicas de Wolverine.
A partir de ahí, arranca un viaje, la última aventura de este par de héroes retirados. Al salir del exilio, tanto como Logan y Javier saben perfectamente que esta es su última encomienda.
Otro que atravesó el mismo camino fue Luke Skywalker en la más reciente entrega de la saga Star Wars: The Last Jedi. (2017).
El protagonista de las tres primeras películas de la saga decidió convertirse en un ermitaño que decidió enterrar lo poco que quedaba de la Orden Jedi en el olvido. Pero Rey, la joven aprendiz, saca al héroe Skywalker de su letargo para que vuelva a convertirse en un héroe.
El regreso le sale caro, el heredero de Anakin usa sus últimas reservas de fuerza para enfrentar a su expupilo Kylo Ren. Se desvanece, de la misma manera que lo hicieron sus maestros.
El último en sumarse a este selecto grupo de superhéroes retirados fue Kratos, el Dios de la Guerra que nos hizo vibrar con las tres primeras entregas de God of War– estrenadas para PlayStation 2 y PlayStation 3–.
Kratos, también conocido como el fantasma de Esparta, era un tipo que no merecía ni una pizca de simpatía; un guerrero espartano con el poder de destrucción de una bomba nuclear.
Mal encarado, atlético y cruel con cualquiera que se interponga en su camino. Este cuento narra el ascenso del espartano para acabar con el Olimpo y todos sus integrantes. Logan, Kratos y Luke Skywalker: qué pasa cuando los héroes envejecen
En la última aventura de God of War , estrenada en abril de este año. Kratos migró al norte donde viven los dioses escandinavos.
El héroe envejeció, encontró la paz, se casó y se reprodujo. El protagonista se había convertido en un titán avergonzado de su pasado, un dios que quiere pasar sus últimos días como mortal.
Esta obra arranca con el funeral de la esposa del fantasma de Esparta. Antes de morir le pide a Kratos que él y su pequeño hijo, Atreus, escalen la montaña más alta del reino y tiren sus cenizas.
En el camino Kratos se verá obligado a utilizar aquello que prometió no volver a usar nunca más. Y, más importante aún, le va a tener que enseñar a su primogénito la responsabilidad de ser un dios, precisamente, para que este no cometa sus mismos errores.
Héroes diferentes
Estas reinvenciones contrastan con el molde que se usa para construir a los protagonistas de nuestras ficciones favoritas.
Esta receta es explicada y desmenuzada de manera magistral por el académico Joseph Campbell en el El héroe de las mil caras: El psicoanálisis del mito. En este libro, publicado en 1949, el inglés aborda el patrón con el que se construye el mito del héroe en distintas culturas.
Para Campbell, el arquetipo del héroe se puede dividir 12 fases.
Esta fórmula se ha utilizado en obras emblemáticas como El Señor de los Anillos, Corazón Valiente y hasta en la Biblia. Sin embargo, Kratos, Logan y Skywalker han recibido un tratamiento diferente al que recibieron en sus primeras aventuras.
Los tres inician su nuevo periplo lejos de la gloria y avergonzados de lo que fueron cuando ganaron.
La historia avanza cuando Kratos, Logan y Luke se ven obligados a salir de su autoexilio con el fin de ayudar a sus pupilos y primogénitos– las nuevas generaciones–. En el camino, estos campeones se verán obligados a recurrir a eso que les dio la victoria en épocas pasadas.
Como por ejemplo, el suero rejuvenecedor en el caso de Logan y las espadas del caos para Kratos. Además, los tres saben de antemano que esta encomienda será la última y que su sacrificio dejará un mensaje muy claro: el futuro ya no les pertenece, sino a sus pupilos.
Este nuevo arquetipo de héroe viejo se asemeja mucho al de los vaqueros en el género Post Western. Este estilo se caracteriza por reconstruir las imágenes clásicas de los domadores del Viejo Oeste.
Películas como The Searchers (1956), protagonizada por John Wayne, y The Unforgiven (1992), en la que Clint Eastwood es el actor principal, son los mejores ejemplos de esta corriente .
En estas cintas se muestran a dos vaqueros retirados y asentados en el Viejo Oeste, pero por alguna razón se ven obligados a volver a tomar el hierro y cabalgar en un último viaje con una óptica diferente al de sus predecesores.
El Post Western no solo muestra a dos conquistadores cansados sino a dos seres humanos capaces de cometer barbaries para alcanzar su objetivo. No hay nada romántico ni heroico en adentrarse a a un tierra desconocida para exterminar a los aborígenes.
Este estilo contrasta con las primeras cintas Western, las cuales se caracterizan por mostrar a hombres de honor que llevan la misión de domar el “salvaje” medio Oeste. Para el sociólogo estadounidense Will Wright la reconstrucción de un género se debe a un cambio social o a una erosión del mismo arquetipo.
En el libro Six Guns and Society: A Structural Study of the Western Wright explica que los mitos o los héroes son un medio para comunicar actitudes, valores e institucionalidades dentro de una sociedad.
Es decir, el género y los arquetipos responden a un contexto determinado.
Esta premisa se puede ver ejemplificada en las películas bélicas protagonizadas por los Estados Unidos, sobre todo en las que abordan el conflicto entre norteamericanos y los vietnamitas
Los mejores ejemplos de estas películas son: Full Metal Jacket, Platoon y Apocalypse Now. Estos largometrajes critican la posición heroica del soldado estadounidense que se percibió durante la Segunda Guerra Mundial.
Puede ser que los cuentos de God of War, Logan y Star Wars sean las primeras muestras de que la sociedad está cuestionando sus propios mitos y que el género de los superhéroes está sobresaturado.
Marvel ha estrenado 20 películas de sus vengadores en un lapso de diez años y DC no se queda atrás con su Liga de la Justicia. Eso sin contar las series de televisión y de Netflix.
Es muy probable que un futuro se adapten películas de superhéroes diferentes, y que apelen a novelas gráficas como Kingdom Come, Batman: Dark Knight Returns y Jupiter’s Legacy , que cuestiona la propia existencia del justiciero en una sociedad funcional.