Sólo diez años después de la muerte de su fundadora Gabrielle “Coco” Chanel, la casa francesa le abrió las puertas al diseñador alemán que cambiaría las reglas del juego. Hoy, la industria de la moda lamenta la muerte de Karl Lagerfeld, tras una larga batalla contra el cáncer de páncreas, según anunció la mañana de este martes el comunicado desde París.
El genio alemán fue celebrado por su influencia renacentista y una estética impregnada de referencias históricas y culturales. Recordar la trayectoria de Karl Lagerfeld es remontarse a la evolución de la moda misma. Además de su inigualable talento para el diseño, Lagerfeld también fue fotógrafo, cineasta y objeto de documentales. En su nombre se publicaron varios libros, incluida una recopilación de sus citas El mundo según Karl, de Flammarion (2013).
Durante muchos años, Lagerfeld publicó también su propio sello editorial, 7L, fotografió sus propias campañas y estuvo a la cabeza de toda la creatividad publicitaria de Chanel.
Talento expansivo
Al terminar sus estudios en París, un joven Lagerfeld fue contratado como asistente de Pierre Balmain en 1955. Tres años después se mudó a Jean Patou, donde participó en el diseño de diez colecciones de alta costura. Tras un breve paso por Tiziano, una casa de alta costura con sede en Roma, Karl Lagerfeld comenzó a trabajar como freelance para la casa de modas francesa Chloé en 1964 y, para 1965, comenzó su extensa colaboración con la reconocida marca de lujo Fendi.
En la década de 1980, Lagerfeld ya era ampliamente conocido por el público, diseñando bajo su propio nombre, llamado en diferentes momentos Lagerfeld Gallery o Karl Lagerfeld Paris.
En 1982, el presidente de Chanel, Alain Wertheimer, le pidió a Lagerfeld que diseñara para la casa, donde el alemán continuaría redefiniendo los códigos clásicos mientras rendía homenaje a la propia Chanel con una visión propia y contemporánea.
Siempre existió como una empresa de licencias a través de varias sociedades, incluida una empresa de alto perfil con Tommy Hilfiger en 2004, en la cual siguió siendo su principal creativo y se mantuvo directamente involucrado en el proceso de diseño y, más recientemente, en el año 2016 con G-III Apparel Group, de Estados Unidos.
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La reinvención del clásico
A lo largo de su paso por la maison parisina tomó los distintivos que Coco Chanel convirtió en el ADN de la casa, y los reinventó. Lo hizo con el little black dress, con las combinaciones en blanco y negro, con el tweed, con las perlas falsas que la creadora defendía a ultranza. También con las joyas: Lagerfeld supo respetar y actualizar como pocos el legado de su antecesora, y lo hizo por ejemplo en 2012 con la colección 1932, la reinterpretación de las piezas que compusieron las míticas de aquella primera de Bijoux de diamants que creó Coco a comienzos de los años 30.
Elegancia, liberación y atemporalidad. Con sus trazos este polifacético diseñador innovó en todos los aspectos. No solo mantuvo la liberación de la mujer que profesó Coco, la llevó a otro nivel mediante la mezcla de feminidad y sensualidad, con el estilo tomboy. Además, fue pionero al incorporar elementos únicos dentro de sus colecciones, desde el estilo normcore hasta el athleisure y, por supuesto, llevar tenis con vestidos elegantes. A la vez, creó ignorando el paso del tiempo, apostando por la eternidad, razón por la cual los looks de Lagerfeld no pasan de moda.
Asimismo, sus desfiles se convirtieron en un referente internacional de escenografía, durante estos últimos años, cada show destacó por ser más impresionante que el anterior. Desde el supermercado, hasta la playa y por supuesto la estación de cohetes, todos ellos realizados dentro el Grand Palais de París. En esta misma línea, no podemos dejar de destacar el esfuerzo que realizó en el 2016 cuando trasladó todo su equipo a Cuba, una presentación de estilo crucero que dirigió las miradas del mundo a la isla de sabor tropical ubicada en el Caribe.
Siempre se reconoció a sí mismo como un amante del lujo artesanal, lo cual lo llevó a dedicar parte de su vida y trayectoria a preservar el savoir faire vinculado a la Alta Costura.
Bajo su dirección, Chanel creó Paraffection (del francés "por afecto”), una filial que englobó a varios de los talleres con los que la firma parisina trabaja desde hace décadas. Mismo amor que buscó impregnar de forma global a partir de la apuesta en el público millennial, el cual también y de la mano de figuras como Lily Rose, Willow Smith y Kristen Stewart, le dio un nuevo aire a la Maison.
Karl Lagerfeld nos deja un gran legado y la enseñanza de que con pasión los retos se hacen pequeños y que, hasta lo que creemos muerto, puede coronarse como referente y objeto de deseo. Hoy Chanel tiene el reto de homenajear con sus creaciones a dos grandes visionarios, mismo que será asumido por Virginie Viard, quien trabajó junto a Karl por más de 30 años, y salió a saludar durante el último desfile de la firma realizado en la ciudad de París.