Carlos Cuesta siempre se paseó por las tiendas departamentales y quedaba embelesado al ver a aquellos artistas que usaban todo tipo de cosméticos para resaltar la belleza de la mujer. Él solo observaba y se iba a su casa en Limón. Estaba concentrado en culmimar su bachillerato y así estar más cerca de materializar el sueño de convertirse en médico.
Pasaron los años y llegó el momento de entrar a la universidad. Siempre quiso proteger a quienes lo necesitaban y trabajar en alguna profesión que le permitiera hacer conciencia acerca de ayudar a los demás.
Gracias a una beca y al respaldo de su mamá, Iris Piedra, él ingresó a la Universidad Internacional de las Américas donde estudió hasta el tercer año de medicina. Durante su tiempo de estudios nació otro sueño: especializarse en geriatría para poder atender a adultos mayores. Pero su vida tomó un giro.
Carlos Cuesta conoció a una persona que le acercó al mundo de la belleza y del maquillaje. De inmediato se despertó aquella atracción que le generaba embellecer a los demás. Llegó el momento de tomar una decisión que para algunos resultó descabellada: dejar sus estudios de medicina para empezar a formarse como maquillista.
“En ese momento lo que más me preocupaba era lo que pensaba mamá. A uno le enseñan que el estilismo es una carrera que no puede generar plata o un estilo de vida adecuado; esa era la mayor preocupación. Pero la realidad es que el estilismo te puede generar y se puede vivir de eso. El mundo del estilismo evoluciona y es como cualquier otra carrera (...)”, contó Cuesta.
Carlos Cuesta tomó la decisión de perseguir la profesión que le apasionaba como ninguna otra. Él trabaja como maquillista y estilista desde hace 18 años. Empezó a los 25 y hoy es uno de los Make-Up Artists de Max Factor que trabaja a nivel internacional y que integra la selecta lista de maquillistas que incluye a profesionales de países como Rusia, Croacia, Grecia, Dinamarca, Irlanda, Argentina e Italia, entre otros.
Carlos jamás considerará una equivocación elegir una carrera por encima de otra. Dejar medicina le permitió trabajar en lo que lo hace sentirse feliz y realizado.
“Siento que hay que hacer lo que te haga feliz y lo que te dé comodidad. El resto viene por añadidura. Mi mamá me apoyó 100% en mi decisión. Y te voy a contar una cosa: en mi salón atiendo médicos que me dicen que a ellos por encima de su carrera les hubiera gustado tener una cafetería, por ejemplo. Muchas veces las profesiones se imponen por lo que dice la sociedad o porque algún familiar lo estudió antes y es una tradición. Yo amo lo que hago. La vida te traza un camino y te lleva por rumbos diferentes”.
Artista con reconocimiento internacional
Carlos Cuesta es el único maquillista costarricense que trabaja con la marca de cosméticos Max Factor a nivel internacional.
“Max Factor está en más de 50 países a nivel mundial. Cada país tiene un maquillista local, pero portavoces (internacionales) somos solo 24. A nivel de Latinoamérica somos solamente Uruguay Argentina y Costa Rica”, contó el artista del maquillaje.
Carlos Cuesta es responsable de hacer inducciones y capacitaciones de la tecnología de nuevos productos y tendencias en América Latina. Su labor internacional le llena de satisfacción porque así su trabajo es reconocido en otras naciones.
Con la marca mundial, todo inició hace 13 años. Mientras trabajaba en un evento local conoció a la encargada de la marca a nivel latinoamericano.
“A ella le gustó mi trabajo y el tema de la humildad. Esto ha sido muy satisfactorio. El verme en una página donde estoy a la par del de artistas del maquillaje de China, Croacia, Italia, etcétera, eso es bastante satisfactorio”, aseguró.
El maquillaje de Carlos Cuesta se caracteriza por ser clásico y dirigido “ a la mujer contemporánea”. “Creo en el glamour. Eso es algo que se crea, no es algo con lo que se nace. Mi público son mujeres mayores de 25 años”, contó.
Cuesta ha trabajado con personalidades de todo el mundo. Mas asegura que al momento del encuentro no los ve como “famosos” sino como la persona que necesita el servicio como cualquier otra. “Todas las mujeres son iguales. Lo importante para mí es que queden bellas”.
Carlos dejó la medicina, pero nunca la idea de ayudar. Ahora con el maquillaje procura empoderar a las mujeres en general. Para este maquillista la belleza viene de adentro hacia afuera. Considera que el maquillaje le permite contribuir con la hermosura natural.
“Todo lo que es la parte de química, bioquímica, la parte de fisiología fueron conocimientos que aprendí en medicina que ahora son esenciales para poder hacer mejor manejo de los productos”, afirma.