Caían algunas gotas de lluvia y la mañana estaba oscura pero nada opacó la alegría de la llegada de diciembre.
A las 11:30 a. m., la Omega Brass Band empezó a tocar villancicos con ritmo de orquesta en la Plaza de la Cultura, en San José. Los niños se acercaban a la tarima, atraídos por los gorros de Santa Claus que usaban los músicos y de repente empezaron a brincar y a sonreír. Así, San José le dio la bienvenida al tradicional Avenidazo.
Este año la tradicional actividad se realizará en la Plaza de la Cultura, con actividades para la familia desde las 11:30 a. m., y hasta las 7 p.m.
Desde este este 5 y hasta el 10 de diciembre, conciertos, pasacalles, exposiciones artísticas y hasta muestras de gastronomía serán parte de lo que los ticos podrán disfrutar.
Johnny Araya, alcalde de San José, hizo un llamado al disfrute familiar aunque “el pueblo se ha visto golpeado por “fenómenos climáticos y escándalos políticos”.
“Diciembre debe ser un mes para recobrar esperanza y optimismo de ser costarricenses. Por eso la municipalidad de San José tiene un programa especial para este mes. Hoy y hasta el domingo vamos a tener actividades durante todo el día para que la gente no llegue (a San José) solo a comprar sino a disfrutar”, dijo Araya.
Agregó: “Con mucho cariño inauguramos este Avenidazo. Les deseo feliz Navidad”.
Celia Picado aprovechó la inauguración de la actividad para celebrar su cumpleaños número 61. Ella llegó acompañada de sus familiares y con las primeras melodías fue de las primeras en abrir la pista.
Esta vecina de Alajuelita dice ser asistente asidua de las actividades navideñas que se ofrecen en San José.
“Es demasiado bonito todo. Yo muchos años estuve como ‘presa’ no salía de mi casa. Ahora soy alegre y buena para el baile. Me gusta venir a estas actividades para compartir en familia”, contó.
Un caballero se acercó a doña Celia para que no bailara sola. José Antonio Sánchez, de 75 años, dice que esta época es de sus predilectas por el espacio que cede la ciudad para pasarla bien.
“Yo vengo todos los años, es muy precioso, la gente muy amable. Estoy feliz de estar aquí. Eso sí, quiero bailar más fuerte, puede ser un paso doble”, contó.
Pasado el mediodía, las gotas de lluvía caían con más fuerza, pero al igual que en sus inicios, la actividad continuaba con un público entusiasmado.