Redacción
Yves Bonnefoy, una de las voces poéticas más reconocidas de Francia, falleció este viernes 1.° de julio en París, según informó el diario Le Monde. El poeta, traductor, crítico de arte y muchas veces candidato al Nobel de Literatura tenía 93 años.
"Considero que la poesía intensifica y potencia a las palabras de la misma manera que hacen los pintores con las imágenes. Veo un paralelismo entre poesía y pintura", dijo el escritor en Guadalajara, cuando recibió Premio de la Feria Internacional del Libro para Literatura en Lenguas Romances (2013). En la mejor poesía, según decía, se encontraba el "tiempo transfigurado por el instante".
"Para Bonnefoy, lo que tiene una presencia real es lo improbable, lo onírico, lo ensoñado, y al mismo tiempo esa es una existencia real, para él entrañada, indudable. Es un poeta paradójico que juega con estas contradicciones", aseguró en aquel momento una de las integrantes del jurado del Premio FIL, la española Esperanza López Parada. En español, su obra ha sido editada por sellos como Hiperión, el Fondo de Cultura Económica (FCE) y Pre-textos.
Nacido en Tours en 1923, y residente del barrio parisino de Montmartre, Bonnefoy era miembro del Colegio de Francia desde 1981, y con los años se había convertido en una de las figuras literarias más respetadas de su país.
Desde muy niño, descubrió su interés por la literatura –fijándose en figuras como Arthur Rimbaud, Georges Bataille y André Breton–, y fue en 1954 cuando publicó su primer poemario (Du mouvement et de l'immobilité de Douve). Este año, se publicó en francés su último libro, L'écharpe rouge.
"La poesía debería tener un gran papel en este mundo, sobre todo en la democracia, porque permite la relación de intercambio entre las personas, de conocimiento, y encontrar la relación entre los seres humanos", decía Bonnefoy.
Si bien buscaba con su poesía ese diálogo directo con el lector, sus iniciales contactos con el surrealismo y su estudio de las densas obras poéticas de autores como Gérard de Nerval y Stéphane Mallarmé agregan a su obra una complejidad tan desafiante como rica.
"Cuando uno quiere ser profundamente uno mismo, que es el caso de un poema, uno se coloca en un plano que es al menos parcialmente incomunicable a otros. Es mejor aceptar esto que pretender que es de otro modo", dijo a The Paris Review en 1992.
Del inglés tradujo obras y poemas de William Shakespeare, así como los versos de John Donne y William Butler Yeats, entre otros destacados autores. Con frecuencia ofreció charlas sobre la traducción en universidades estadounidenses, lo cual contribuyó a su reconocimiento internacional a lo largo de las décadas. Escribió importantes ensayos sobre Alberto Giacometti, Pablo Picasso y Francisco de Goya.
Si desea conocer más sobre Yves Bonnefoy, recomendamos esa entrevista con la revista literaria estadounidense (en inglés), su obituario en Le Monde (en francés) y esta entrevista publicada en El País de España en el 2004 (en español).
"La poesía es el acercamiento más directo con la verdad de la vida".
— FIL Guadalajara (@FILGuadalajara) 1 de julio de 2016
Yves Bonnefoy
(1923-2016)
Foto: @Alamentosa pic.twitter.com/BHXt4yVj32