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Teatro Contraluz adaptó el clásico del italiano Carlo Collodi, 'Las aventuras de Pinocho' (1883). (Luis Alvarado. )
Este domingo 24 de setiembre, la obra infantil Yo soy Pinocho despedirá su segunda temporada en el Teatro Eugene O'Neill, ubicado al lado del Centro Cultural Costarricense Norteamericano en barrio Dent.
En esa sala, la última función será a las 11 a. m. y las entradas tendrán un costo de ¢6.000 en la boletería del teatro. Los asientos también se pueden reservar a los números 2225-7280 y 7105-4427.
Tras esa fecha, la obra también tendrá una función gratuita como parte de la programación del Encuentro Nacional de Teatro (a realizarse del 3 al 15 de octubre). La presentación será en el Teatro La Villa de Desamparados, el sábado 14 de octubre, a las 3 p. m.
La obra es una adaptación del grupo Teatro Contraluz de la novela de 1883 del escritor italiano Carlo Collodi. El texto fue escrito por José Fernando Álvarez (quien fue ganador del Premio Carmen Lyra de la Editorial Costa Rica 1998) y está dirigida por la teatrera Gladys Alzate.
La producción de Contraluz fue ganadora del programa Producciones concertadas de la Compañía Nacional de Teatro.
Fiel a la novela, la historia sigue al muñeco Pinocho desde su relación con su padre Gepetto (Juan José Ortiz), hasta cómo se mete en problemas por sus mentiras y travesuras con los pillos. La obra también presenta a los conocidos personajes fantásticos de los que Pinocho recibe consejo y ayuda, El Grillo (Eduardo Carrillo) y el Hada Azul (Katalina Vargas). El montaje mezcla actuación con el uso de títeres.
"La novela de Las aventuras de Pinocho es un clásico por todos los valores que contiene", explicó Gladys Alzate durante una entrevista en mayo, cuando la obra se estrenó por primera vez. " Es un texto en el que el autor descubre algunos elementos esenciales del mundo infantil: la capacidad de juego, la inventiva y la magia".
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La adaptación de Teatro Contraluz también tiene música en vivo y baile para los niños. La propuesta es interactiva e invita a los niños del público a resolver los problemas con los que se topa Pinocho en su camino.
Para Alzate es una forma de que los niños entiendan la influencia de " personajes positivos que les empoderan a desarrollar valores fundamentales" y los "personajes tramposos, engañosos, que les hacen daño y quieren abusar de ellos".