Cancelación de obras de teatro, conciertos, festivales y cierre de programas culturales, son tan solo algunas de las consecuencias que el sector cultural vislumbra si se les recorta el presupuesto ordinario para el 2021.
Los directores de los diferentes teatros, museos y centros artísticos del país afirman que las mociones presentadas por el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y el Partido Liberación Nacional (PLN) ante la Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa, que pretenden recortar el presupuesto ordinario para el 2021 en ¢4.126 millones y ¢6.400 millones respectivamente, los obligarían a un cierre técnico a mediados del próximo año.
Explican que ellos presentaron un presupuesto reducido, conscientes del gasto público, pero que el avance de las mociones no les permite ni siquiera pagar servicios básicos como la luz o el agua.
“Ya hicimos un recorte importante y dejamos lo que nos permite funcionar, pero que si seguimos con estas opciones de recorte ya definitivamente estamos impidiendo el cumplimiento de la legislación que desde la misma Asamblea Legislativa nos han obligado con distintas leyes. Creo que, incluso, podemos seguir haciendo un ejercicio de rebaja, pero no necesariamente en donde nos están obligando a rebajar, porque los derechos culturales de los ciudadanos sí se estarían viendo muy violentados”, asegura Fernando Rodríguez, director del Teatro Popular Melico Salazar.
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El jerarca afirma que en el caso del teatro, se tendrían que cancelar todas las giras del 2021 a comunidades vulnerables y se dejarían de producir al menos 150 espectáculos. Incluso, ni siquiera podrían alquilar sus salas porque no contarían con los servicios básicos de luz y agua, al no poder pagarlos.
“Es un antecedente nefasto que nos cierra la posibilidad de ejercer los derechos culturales de la ciudadanía: tendríamos que cerrar todo el año para no tener que pagar los servicios del recinto y ese es el impacto más fuerte en donde se desaparecen proyectos, porque sin esos servicios esenciales, ¿qué vas a hacer? Te van a cortar la luz o el agua, que en estos momentos es indispensable”, agrega.
Retroceso al cine
Raciel del Toro, director del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica, afirma que este recorte los toma por sorpresa en un año en el que el cine costarricense estaba dando pasos agigantados a nivel internacional.
Este año, por primera vez en la historia, una cinta costarricense estuvo nominada al premio Goya, que es el principal premio al cine de habla hispana y por primera ocasión una película costarricense se estrenó en el festival de cine de Cannes.
“En medio de una época en donde el cine costarricense está adquiriendo cada vez más resonancia a nivel mundial, nosotros desde nuestra casa lo vamos casi a cercenar y significa años de retroceso e invisibilidad; nos sacaría completamente del circuito, no solo en términos de producción sino también en términos de distribución. Los diputados tienen que entender que la cultura no es un gasto, ni tampoco un despilfarro”, detalla.
De acuerdo con el jerarca, los recortes obligan a un cierre técnico pues no se pueden pagar ni siquiera el servicio de limpieza. No se podría convocar el fondo El Fauno, no se podría ejecutar el Costa Rica Festival Internacional de Cine “que es la principal y casi única vitrina de productos audiovisuales nacionales en el mercado”.
Tampoco se podría ejecutar Preámbulo, que es el principal programa de formación de audiencias del Centro de Cine.
Sin apoyo a músicos
El recorte también afectaría al Centro Nacional de la Música.
Gabriela Solano, directora del Instituto Nacional de la Música, detalla que tendrían que eliminar becas, cerrar cursos de atención a niños de 4 a 9 años, no se podrían contratar profesores y tendrían que cerrar el programa Teclas Doradas (donde se les da clases de piano a los adultos mayores). Además, cerca de 80 estudiantes de viola, violín, violonchelo, clarinete y trombón, entre otros, se van a quedar sin profesores.
También, las orquestas y bandas no podrán tocar por la incapacidad de llegar a las comunidades.
“Eso quiere decir que perderíamos nuestra razón de ser y estaríamos impidiendo que las comunidades reciban cultura”, afirma.
La directora detalló, en resumen, que es muy posible que pierdan un 40 % de sus estudiantes.
“Tiene consecuencias nefastas para el Instituto de la Música. Es decir, nos limita el acceso a la institución y ni siquiera podríamos proveerles materiales, porque nos están recortando al 100% los fondos. Todos estos años se ha vigilado ir aumentando el alcance de la institución. Estas mociones nos mutilan, nos paralizan muchas funciones y nos dejan sin nuestra razón de ser y sin posibilidades de consolidar”, agrega la jerarca.
Patrimonio
La directora del Museo de Arte Costarricense (MAC), Sofía Soto, explica que lo más preocupante es que se pone en riesgo la seguridad y la colección de obras de arte que tiene el Estado y supone amenazas importantes para la salvaguarda del patrimonio.
Además, detalla que la interrupción del servicio público, no solo implicaría cerrar sus puertas y dejar de recibir visitantes y por ende un cierre técnico, sino que no se podría conservar las instalaciones como se deben.
“Nos eliminan los presupuestos asignados al mantenimiento básico y necesario del edificio, que tiene que ver con sus sistemas eléctricos y de aguas. Esto significa que estaríamos en riesgo de potenciales inundaciones, porque el museo está en una zona topográficamente ubicado en un punto abajo del Paseo Colón con sistemas de alcantarillados muy antiguos y que significan un riesgo importante. Son edificios muy antiguos, cuyo mantenimiento eléctrico es muy importante para evitar incendios, entonces es un recorte que por todos los frentes es demasiado grave”, asegura.
Por otro lado, Soto es enfática en que no se podrían entregar becas ni realizar la entrega de Premios Nacionales.
“Muchos de los destinos del presupuesto tienen que ver con el estímulo directo de algunos sectores y carecer de esos apoyos, es carecer de estímulos a un sector que ya de por sí es muy frágil, porque ya Costa Rica no tiene un mercado del arte suficientemente grande o importante para que la comunidad artística pueda vivir en manera de artes visuales. Los recortes van más allá de la indiferencia, es exponer el patrimonio a una situación de gravísimo peligro y más que un retroceso, es una grave forma de indolencia ante un patrimonio, que como país, nos ha costado muchas décadas construir y mantener”, dice.
Falta de consciencia
Para la directora del Teatro Nacional, Karina Salguero, las mociones para recortar el presupuesto de Cultura estarían incumpliendo la ley, ya que al ser un órgano desconcentrado lo que se les pide es promover las artes escénicas por medio de espectáculos que promuevan la cultura, pero no tendrían ni siquiera los servicios básicos para ello. Tampoco podrían resguardar el patrimonio, es decir conservar el monumento histórico que tienen a cargo.
“Todo el presupuesto que hacemos está diseñado en el cumplimiento de la ley, pero cuando los diputados hablan en sus mociones de que disminuyamos o recortemos partidas a un 50%, ellos nos están diciendo que no tengamos servicios básicos, pero nosotros tenemos que mantener el monumento histórico.
“A nosotros el Estado nos transfiere únicamente la partida de los salarios; el resto, como una institución muy eficiente, lo generamos de ingresos propios. Entonces, lo que nos están cortando es la capacidad nuestra de generar ingresos al país; entonces, eso nos lleva a un cierre técnico”, explica.
Adicionalmente, Salguero detalla que tendrán problemas contractuales: no podrán cumplir con el Plan Nacional de Desarrollo, ni con programas como Érase una vez, que lleva el teatro a diferentes escuelas y zonas del país. Tampoco podrían tener durante todo el año el servicio de seguridad. Este es un detalle importante dado a que dentro de las instalaciones se conserva un gran valor histórico.
“Lo que evidencia el recorte es un desconocimiento de las leyes, un desconocimiento de cómo opera un presupuesto. Deben tener conciencia de que el teatro genera sus propios ingresos, cumple con la regla fiscal y ya hizo un recorte consciente del presupuesto. De las partidas que están solicitando que se recorten, es técnicamente imposible y que desde cualquier punto de vista se golpea la cultura”, añade.
La directora comenta que también tendrán que dejar de presentar una gran cantidad de shows, por las limitantes económicas.
Digitalización
A inicios de este 2020, el Museo Nacional lanzó un portal web interactivo con una gran cantidad de información arqueológica, biológica, histórica, educativa y patrimonial. Asimismo, lanzó la visita virtual por el Museo, que permite hacer un recorrido completo por las salas de historia de Costa Rica, precolombina, jardines y pasillos del edificio patrimonial.
Este era un proyecto ambicioso del museo, el cual estaba obteniendo muy buenos resultados y que se hacía indispensable con la llegada de la pandemia, pero que con los recortes no se podrá mantener.
Además, Rocío Fernández, directora del Museo Nacional, afirma que con el recorte en electricidad se afectarán los depósitos de colecciones: los bienes patrimoniales que deben de estar bajo estricto control de humedad y temperatura se verán afectados, algunos bienes como los textiles, fotografías y papel podrían perderse.
Mientras que el recorte al servicio de agua podría ocasionar el cierre del museo y sus sedes donde se resguardan sus colecciones, por motivos de salud.
“Sería un cierre total de Finca 6 en Palmar Sur, también habría una oferta muy reducida por un periodo que no sabemos de cuánto tiempo, nos quedaríamos sin posibilidades de tener un rol complementario para el Ministerio de Educación Pública (la web del museo se ha convertido en una herramienta complementaria para que los estudiantes aprendan desde la casa). Es decir, es una semi paralización y una amenaza a las colecciones”, asegura.
La jerarca fue enfática en que el recorte les afectaría en el rescate del patrimonio arqueológico.
Las mociones se encuentran en discusión en la Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa desde este lunes.