Cada poeta tiene su terruño, y dice Frank Ruffino que el suyo es Tilarán. En su nuevo poemario, Hombre adjunto (Alma Máter) , versifica su vida y la tierra en la que nació.
Hombre adjunto recopila 62 poemas escritos a lo largo de los últimos cinco años. “Viví en Tilarán desde el 2005 hasta octubre del año pasado. Tienen que ver mucho con ese pueblo mío”, explica Ruffino.
En el libro, sin embargo, al pueblo se le llama Náralit (Tilarán al revés), una indicación de que, si estos poemas tratan de un lugar, es uno muy personal y no un simple paisaje. “La naturaleza a uno lo inspira, pero este es un Tilarán que está en el alma. Es un Tilarán que solamente uno, por emoción y sentimiento, puede tener como escenario”, comenta el poeta.
Prolífico. Aunque desde hacía varios años no publicaba un poemario nuevo, Ruffino se ha mantenido muy activo, como los seguidores de su popular blog confirman. Su libro anterior también estaba ligado a un sitio: San Joaquín de Flores y el Valle Central.
“Tiene un lenguaje más directo que el de otros poemarios; no dista mucho de Torre de vigilias o Fingida lágrima ”, considera Ruffino.
Activo en la política, sus versos buscan expresar su visión del hombre en el mundo. “Lo que mis poemas dejan ver es que el hombre debe luchar por la justicia social, el medio ambiente y los grandes poderes que hay en la actualidad”, explica el autor.