La versión impresa de la novela Mi novia se cayó en un pozo ciego , de Diego Delfino, será presentada el martes, a las 7 p. m., en el Espacio Cultural Carmen Naranjo de la Estación del Ferrocarril al Atlántico.
Gestada para el formato digital en un primer momento, la novela juvenil narra la historia del amor no correspondido entre Santiago y Elena, por medio de pequeños textos que remiten a las canciones de los Fabulosos Cadillacs.
La obra, además de ser un homenaje a la banda argentina, retoma elementos de la literatura juvenil, como Pantalones largos y Pantalones cortos , de Lara Ríos.
El libro apareció a finales de junio en Internet y podría descargarse gratuitamente; asimismo, se imprimiría un número limitado de ejemplares que podían ordenarse previamente.
Sin embargo, la novela tuvo una buena recepción y ya la han descargado más de 5.000 personas. Por ello, Editorial Germinal decidió publicarla en una nueva colección titulada Comestible .
“Este libro nace del feliz encuentro entre una obra ideada para ser leída (y construida) en el formato digital, como obra en curso, y una editorial independiente que está publicando lo mejor de la narrativa contemporánea tica, y también lo más nuevo”, comentó Guillermo Barquero, presentador el próximo martes de libro.
Según Juan Hernández, la colección Comestible se caracterizará por libros muy cuidados en cuanto al diseño y el tipo de novelas que publicará.
“Un factor interesante es que incluirá una narrativa mas suelta y libre, no muy obligada en estructura literaria. Es una escritura con un registro de voz diferente y una presencia importante de la primera persona”, indicó Hernández.
Además del libro de Delfino, la argentina Julieta Mortati y la costarricense Luisa Mora Fernández publicarán sus libros mediante esta colección.
Tinta y papel. Diego Delfino publicó su novela sin siquiera imaginar que sería editada. El autor pretendía cambiar la manera en la que se ofrece la literatura y decidió que su obra sería gratuita.
“Esto fue un experimento, un laboratorio, un ejercicio de cuestionar cómo se supone que deben de hacerse las cosas”, señaló Delfino.
Las cien copias que el autor imprimiría para quienes lo solicitaran se realizarían mediante Guayaba Ediciones, adjunta de la Editorial Germinal. Fue así como Juan Hernández conoció la novela y se interesó en su publicación.
“Los trabajos de Diego como autor, y de Juan como editor, han buscado la libertad en cuanto a lo que se crea y al cómo se crea y el unirse para esta empresa fue, para mi gusto, un proyecto que orgánicamente debía darse, de forma completamente natural”, manifestó Barquero.
El libro no presenta grandes cambios con respecto a la versión digital, aunque el autor consideró incluir más relatos. Según Delfino, al tratarse de una obra que se gestó en la red junto con los comentarios y sugerencias de los usuarios, “queda esa inquietud de si realmente ya terminó”.
En un primer momento, el autor prometió que entregaría las primeras cien copias personalmente y autografiadas, determinación que aún mantiene.
“Haremos un tour para entregarlos el lunes y el martes. Además, estas personas lo reciben firmado y con un pequeño valor agregado: una guía de lectura y un par de calcomanías”, dijo.