San José (Redacción)
Cuando se escribe un libro sobre la vida real lo más importante es la exactitud y la formalidad de las fuentes utilizadas para luego describir los acontecimientos. Esta semana uno de los más míticos periodistas que se han dedicado a escribir libros enteros sobre historias y sujetos específicos sufrió una caída difícil de entender.
Gay Talese (Nueva Jersey, 1932) se preparaba para el lanzamiento el próximo 12 de julio de su último trabajo, The Voyeur's Motel (El motel del voyeurista). Solo que este jueves dijo que no quería promover el libro "porque toda su credibilidad se fue a la basura". Pero este viernes dijo que se arrepentía de hablar mal de la publicación.
El libro, publicado por Grove Atlantic en los Estados Unidos, cuenta la historia del señor Gerald Foos, que, como dice la introducción del extracto publicado en abril por la revista The New Yorker, "compró un motel para poder ver a sus huéspedes teniendo relaciones sexuales" y que "vio mucho más que eso".
El jueves se publicó un artículo en el Washington Post en el que revelan que, tras una extensa investigación realizada por ese medio, se descubrió que el señor Foos no fue dueño del motel de 1980 a 1988 porque lo vendió. La información sobre la ausencia del Foos "levanta sospechas sobre la veracidad de los acontecimientos narrados" señala Paul Fahrl, periodista del Post.
El texto empieza: "Conozco a un hombre, y padre de dos, que compró un motel de veintiún habitaciones cerca de Denver para convertirse en el voyeurista de la casa. Con la ayuda de su esposa hizo huecos rectangulares en el cielorraso de más de 12 cuartos. (...) Desde ahí los vio (huéspedes) por décadas, al mismo tiempo que mantenía un exhaustivo registro escrito de lo que miraba y escuchaba. En todos esos años, no fue descubierto ni una sola vez".
"No debí de creerle ni una sola palabra", sentenció el autor de 84 años al escuchar el hallazgo del periódico. "No voy a promocionar este libro. ¿Cómo puedo atreverme a hacer tal cosa si toda su credibilidad se fue a la basura?", señaló Talese.
Según el artículo del Post, el jefe ejecutivo de la editorial Grove Atlantic, Morgan Entrekin, destacó que aunque la nueva información genera dudas casi todo lo que está incluido en el libro ocurrió en la década de los setenta. De momento la empresa está considerando agregar una nota del autor para señalar errores o información incompleta.
En un comunicado emitido por la editorial el autor dijo que seguramente estaba "sorprendido" por la información que le dio el periodista del Washington Post. "Esas (transacciones) sucedieron después de los eventos narrados en mi libro", explicó Talese. "Que quede claro que no estoy desautorizando el libro y mi editor tampoco. Si más adelante surgen detalles, los corregiremos en las siguientes ediciones", aseguró.
El trabajo periodístico de Gay Talese es extensamente reconocido como uno de los mejores. El estadounidense trabajó por 12 años para el New York Times y además escribió la historia desde adentro del periódico, que es una de las instituciones más importantes de la profesión. Además, se le conoce por escribir uno de los mejores perfiles que existen sobre Frank Sinatra, para la revista Esquire, sin tan siquiera hablar con el cantante.
En 1980, Talese recibió una carta del señor Foos en la que le decía que pensaba que podía contribuir en la publicación en la que estaba trabajando el periodista. En ese momento, el escritor realizaba un investigación sobre la vida sexual de la década de los 50 en los Estados Unidos, que terminó plasmando en un libro publicado en 1981, Thy Neighbor's Wife (La mujer de tu prójimo).
Talese basó todo su libro en los diarios que guardó Foos a lo largo de los años. El periodista ya había visto discrepancias en los registros del voyeurista, que tenía apuntes de 1966 y no adquirió el motel hasta 1969. "No puedo garantizar cada detalle de sus textos", apunta el escritor en su obra.
La historia atrajo tanta atención que los derechos para realizar una película ya los adquirió Steven Spielberg con su empresa Dreamworks y se planea que la producción la dirija Sam Mendes, ganador del Óscar por American Beauty.