Titulada “Los amos del desorden”, la muestra en el museo parisino dedicado a las culturas no occidentales se centra en el rol del chamán a través de las épocas, examinando su influencia y su poder en las sociedades tribales.
El presidente del museo Quai Branly, Stéphane Martin, demostró una vez más que no tiene miedo a desafiar convenciones: la exposición está protegida por un altar para “alejar los malos espíritus” creado por un sacerdote vudú de Togo, Azé Kokovivina.
El altar fabricado con lodo, huesos, tejidos multicolores, sangre y aceite de palma se levanta en la entrada de la exhibición, que abrió sus puertas ayer y hasta el 29 de julio.
“El chamanismo está inscrito en las civilizaciones representadas en las colecciones del museo , y se sitúa en el corazón de los patrimonios materiales e inmateriales del Quai Branly”, explicó Martin.