Con sus chalecos fosforescentes, gorra y un canguro colgando de la cintura, los guachimanes o cuidacarros difícilmente pasan inadvertidos en las calles de Costa Rica.
Ellos no obedecen ninguna ley, pero imponen las suyas.
Al indefenso conductor le cobran por anticipado una tarifa –fijada por ellos mismos– a cambio de “cuidarle” el carro. Al conductor le quedan pocas opciones porque la historia suele tener el mismo final siempre: si no se le paga, no le cuida el carro, y si se le paga, tampoco.
En su exposición Superhéroes y sus ficciones urbanas, el artista Carlos Llobet Montealegre propone una analogía satírica entre glorificados personajes de los cómics como Supermán, Batman o Linterna Verde, y los guachimanes que aspiran a ser los “héroes” de la seguridad de los automóviles estacionados en la calle.
La muestra se inaugura la próxima semana en TEOER/éTica y reúne nueve obras en las que Llobet combina serigrafía, esténcil y pintura en spray para crear imágenes que invitan a plantearse muchas preguntas.
“Los ciudadanos les damos un poder a los guachimanes que ni siquiera el Estado les da, pues no forman parte de ningún cuerpo policial ni de ninguna organización de seguridad”, comentó el artista, quien es egresado de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica (UCR), con la especialidad de grabado.
“Ellos nos cobran por supuestamente vigilar nuestros carros, ¿pero, a ellos quién los vigila?”, se pregunta Llobet.
El artista se vale de recursos propios del lenguaje del cómic para retratar a estos personajes urbanos cuyos “superpoderes” parecen ser la astucia y la velocidad para perseguir a los choferes que intentan escaparse sin pagar.
A vece s parece que están más atentos al pago que a la visita de algún delincuente.
Además de los elementos gráficos característicos del cómic, las obras de Llobet también presentan rasgos de arte callejero, como el grafiti.
Así como los superhéroes de la cultura pop se reconocen por sus atuendos, los guachimanes son identificables por su vestimenta típica. Aunque bastante llamativa, esa indumentaria esconde a la verdadera persona detrás del audaz cuidacarros.
“Mientras en los cómics existe un Clark Kent para Supermán o un Peter Parker para Spiderman, en la vida real no se conoce a un Luis para Papillo, o a un Jaime para Machillo, destaca el texto que acompaña la muestra.
La exposición se inaugura el próximo miércoles 11 de marzo a las 7 p. m. en las instalaciones de TEOER/éTica, esto es: 400 metros al norte del quisco del parque Morazán.