El teatro está de luto: Roxana Campos, renombrada actriz costarricense, fallece a los 72 años

El presentador Ítalo Marenco, hijo de la artista, confirmó la noticia. Mujer de palabra y rebelde de muchas causas, Campos, quien padecía de cáncer, deja un legado de más de cinco décadas sobre las tablas.

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La actriz costarricense Roxana Campos Luque falleció este domingo 8 de noviembre a sus 72 años. L,a noticia la confirmó su hijo, el presentador de televisión Ítalo Marenco, en una publicación en su perfil de Instagram.

Campos, quien padecía de un cáncer en etapa avanzada y que le fue diagnosticado hace poco tiempo, fue un referente de la actuación en nuestro país, con más de 55 años de carrera, especialmente en el teatro.

“Así vamos a estar por siempre mamita. Se me fue, mi reina, mi primer amor. Gracias mamita por estar en todos los momentos, ya no hay dolor mamita. Gracias a todos por darme esa fuerza y apoyo que tanto estoy necesitando️. Gracias de todo corazón”, escribió Marenco en su perfil.

La artista se enteró de su padecimiento hace poco, mientras estaba trabajando en el montaje de la obra Mujeres, puesta en escena a la que le tenía mucha ilusión, según contó en una entrevista reciente para Viva.

“Estábamos en ese proceso, estaba siendo dirigida por Ronald Villar, Chumi, amigo de toda la vida, teníamos listo el montaje, vestuario, escenografía, música, todo para estrenar y me vino un desmayo y ahí se empezó a complicar la situación. Estábamos con Mujeres que presenta la temática de la mujer de clase media baja que tiene una problemática económica terrible. Estaba muy contenta y satisfecha con el trabajo y quedó a la mitad, continúo con muchos deseos de emprenderla de nuevo, pero no creo que pueda. No tengo fuerzas. Creo que llegué al final en el escenario. No sabía que era lo que tenía. Luego del desmayo me salieron unos ganglios muy molestos y después la cosa se puso más seria. Investigamos, me metí a oncología y se me declaró cáncer de pulmón terminal”, explicó Campos en ese momento.

La actriz es la madre de los tres artistas Marenco Campos: la bailarina y coreógrafa Valentina; el bailarín Daniel, y el actor y presentador de televisión Ítalo.

Campos se consideraba una mujer rebelde y feminista, incluso sabía de que incomodaba a muchos cuando siendo muy jovencita se metió en las artes.

“Siempre he sido muy mal portada. Muy rebelde pero respetuosa. Desde que tengo uso de razón estoy peleando en el buen sentido. He peleado por los derechos de la mujer. Me declaro feminista en el buen sentido de la palabra. No peleo con ningún hombre. Si hay algo bello son ellos. Soy feminista en el sentido de que hay mucha injusticia. Está en el país, en la sociedad”, había dicho en la mencionada entrevista.

Impetuosa como siempre fue, mujer de armas tomar y de derribar barreras, Roxana se reconoció como una luchadora y como un ser que dejó huella en el país.

"Me he dado cuenta de que no perdí el tiempo. No fui un elemento más sobre la tierra, sobre el universo, no fui un elemento que cae ahí y que no sabe ni por qué está ahí. Es todo lo contrario

“Me digo: -Roxana Campos, ¿qué fue lo que hiciste?- Pues dejaste obras escritas y dejaste un legado a una serie de alumnos maravillosos, con quienes trabajé desde la fundación de izquierda Tierranegra, cuando éramos unos chiquitos fundando un grupo de teatro. Haciendo barbaridades respetuosamente, siendo un grupo combativo en una sociedad absolutamente cerrada”.

Por el momento no hay mayor información sobre las honras fúnebres de la intérprete.

Legado

La pasión sobre el escenario de Campos era solo comparable con la que tenía por su familia y sus causas. Así la recuerdan conocidos y allegados, quienes coincidieron en que el legado de la artista para la cultura del país quedará como un regalo hecho como amor.

Su colega y amiga, la actriz y directora Eugenia Chaverri expresó con mucho dolor el cariño y la admiración que sentía por Campos desde hace más de 50 años cuando las tablas las unieron y las convirtieron en amigas.

“Se nos va una persona que ha sido un pilar fundamental en el desarrollo del teatro costarricense. Tuve la suerte de tenerla en varios montajes que dirigí y contar con ella siempre fue ir a la segura por su presencia escénica”, comentó Chaverri.

La actriz reconoció que Campos deja una huella no solo en la actuación, sino también en la dramaturgia, arista a la que se aventuró con los años. “Roxana fue una persona comprometida a nivel político y en la defensa de la mujer. Abanderó movimientos políticos y sociales y eso hay que reconocérselo también”, agregó.

Sobre las cualidades de Campos como artista y como personaje social coinciden con Chaverri las periodistas Ana Beatriz Fernández y Doriam Díaz.

“Fue una mujer con una gran sensibilidad y una gran fuerza que fue fundamental para las artes escénicas en el país porque tenía esa impronta que, tal vez en ese momento, no era necesariamente lo que podemos llamar feminismo en el sentido estricto. Lo fue también desde el punto de vista político que fue muy consecuente. Fue una gran pionera, aró el campo y cultivó a las generaciones posteriores a ella que hemos cosechado lo que nos legó”, dijo la periodista y actriz Ana Beatriz Fernández.

“Roxana era puro fuego, pura potencia en todo sentido; ella tenía consciencia de su género y de que era necesario arar un campo que nos ha costado mucho a las mujeres. Su vocerón y su sensibilidad mezcladas eran muy fuertes y potentes, pero a la vez tenía una gran ternura que se podía ver en cómo ella matizaba a sus personajes, uno podía sentir lo que transmitía”, agregó Fernández.

Díaz, periodista especializada en cultura, manifestó su opinión sobre el trabajo de Campos. “La voz de Roxana era inconfundible y poderosa. Fue dramaturga, maestra y actriz, una de esas actrices que no paraba de ver en las tablas y cuyo trabajo no pasaba inadvertido. Ella cuenta que fue rebelde desde joven y esto se convirtió en un torrente de energía que la acompañó durante toda su vida en sus múltiples facetas como artista”, afirmó la comunicadora.

Por su parte, Tobías Ovares, crítico de teatro, afirmó que la actriz será recordada como una trabajadora del teatro muy completa ya que destacó como intérprete, dramaturga, directora, gestora y docente.

“Muchas generaciones del Taller Nacional de Teatro tuvieron la fortuna de pasar por sus clases de dramaturgia y sus inolvidables ejercicios de creación de personajes. Supo fluir con gracia entre épocas y estilos escénicos muy variados. Por lo anterior, si tuviera que escoger un par de conceptos para referirme a ella, diría que fue una artista integral y dúctil. Personalmente, la recordaré como una mujer generosa, apasionada, divertida e inevitablemente teatral”, refirió el crítico.