Editorial Arlekín, militante cultural del pensamiento crítico

Ensayo, poesía y ficción cruzan caminos en el catálogo de una pequeña empresa fundada por amor al pensamiento crítico

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El primer libro editado por Arlekín es pequeñito, revelador y cosa de amigos. De cómo s’excrive filosofía resumía bien, como primer título, el futuro catálogo de la editorial independiente, que no ha dejado de nutrirse: aspira a llevar el conocimiento a públicos fuera de la academia, fomenta debates y reúne a personas con intereses comunes.

Por 17 años, Editorial Arlekín se ha constituido en una suerte de “militante cultural”, al decir de Camilo Retana, uno de sus actuales coordinadores. Sigue siendo una microempresa y un asunto de amistad, pero su creciente profesionalización ha representado, hasta ahora, cuatro Premios Nacionales (y una mención) para sus libros.

“Nace del cordón umbilical de Kasandra (la célebre revista de los años 90), porque ese primer texto lo editó Jorge Jiménez, y varia gente que orbitaba alrededor de Kasandra escribió en él”, señala Camilo Retana, quien es desde el 2014 una de las cabezas de Arlekín, junto a Catalina Cartagena, como editora, la diseñadora Leila Vargas y el filósofo Alexánder Jiménez, miembro fundador, entre otros.

‘En principio, no teníamos pensado hacer una editorial, era ese proyecto de Jorge, nada más. Quedó precioso y se agotó casi de inmediato. Muy pronto seguimos editando libros. Nos gustó la idea. Las personas que escribimos en ese primer libro decidimos seguir con el proyecto. Estaban, además de Jorge, George García, Sergio Rojas, Jerry Espinoza, Iván Villalobos, Víctor Alba de la Vega y Pablo Hernández. Al principio editábamos muy pocos libros por año y siempre fueron, en los primeros años, ensayos filosóficos’, recuerda Jiménez.

Al giro del año 2000, las editoriales estatales seguían dominando el panorama editorial costarricense, pero las trincheras abiertas por proyectos como Perro Azul habían hecho posible imaginar no solo otra economía, sino redes de afectos y legitimación muy distintas de las tradicionales. Gran parte de las energías de Arlekín vienen de la amistad o la cercanía intelectual que unen al consejo editorial –algo que sin duda ocurre en otras pequeñas editoriales–.

‘Nosotros somos profesores e investigadores que compartimos una mirada crítica sobre la vida social, económica y política costarricense y regional. Algunos de esos trabajos efectivamente tienen que ver con nuestros intereses personales y como grupo’, explica Jiménez. Hace unos años, empezaron a editar también literatura, y han incluido obras literarias de plumas destacadas en otros ámbitos de la cultura, como la filosofía y la historia, pero también a debutantes. .

La editorial ha destacado por el pulso con el contexto actual que desatan sus ensayos críticos. En títulos de Arlekín, la academia pasa a intervenir directamente en debates de la vida cultural del país, como diversidad sexual, el concepto del Estado laico, la conformación de la clase media y las formas de la democracia, entre muchos otros.

Algunos autores de aquel primer libro, como George I. García y Sergio Rojas, han publicado importantes libros en años recientes (títulos de ensayo, novela, historia y poesía han ganado Premios Nacionales), y otras firmas, como las de Helio Gallardo y Ana Lucía Fonseca, han abierto nuevas trincheras para pensar temas que, quizás, podrían publicarse con más lentitud en editoriales estatales y universitarias.

Vital. La entrada y salida al proyecto de Arlekín de docenas de amigos y autores ameritaría un libro propio. Un impulso hacia la profesionalización lo dio el cubano Odenis Bacallao desde el 2004; otras manos como las de Marcela Hernández dieron más impulso al creciente proyecto; la inclusión de autores como Franz Hinkelammert ha ayudado a su inclusión en programas de estudio y difusión regional.

Con Retana y Cartagena sumados desde hace dos años, Arlekín alimenta nuevos objetivos: refinamiento en diseño, ampliar su distribución dentro y fuera del país,y seguir fortaleciendo el financiamiento (donaciones y ventas sostienen el proyecto).

La prioridad de Arlekín, de todos modos, reside en cómo sus autores pueden incidir en la realidad y asistir a las grandes discusiones sociales de Costa Rica. Su tiempo de producción, su diseño gráfico y sus pequeños tirajes les permiten a sus títulos reaccionar con mayor prontitud.

“Puede sonar un poco romántico, pero pienso que es un espacio de militancia cultural, en el sentido de que desde ahí se elabora otro tipo de visiones sobre la cultura”, dice Retana.

No obstante, para este tipo de textos, como ensayos sobre historia, psicología y estudios literarios, hay una realidad ineludible que cualquier lector voraz identifica: la mayoría de textos académicos están escritos en un estilo indescifrable para un público más general; no son textos preparados para su consumo más amplio fuera de la universidad. ¿Ese es un desafío que se han planteado como editorial en Arlekín?

"Totalmente", asegura Retana. "Es una preocupación que ha tenido la editorial desde sus comienzos. Curiosamente, ese primer libro, ¿De cómo s’excrive filosofía? , desde ahí hay líneas sobre el tipo de escritura que nos interesaba que sí se ha mantenido. La textura de los textos es algo que nos interesa que esté muy cuidado. Tenemos cierto perfil que nos caracteriza: el tipo de ensayo que publicamos no es el tipo de ensayo que publica la Editorial de la UCR, que es un tipo de ensayo que incluso viene de otra matriz histórica. Nosotros lo que publicamos es ensayo", explica el filósofo.

Si un intelectual “público”, como dicen en los mundos literarios ingleses y franceses, quiere incidir, debe saber que su texto debe ser algo legible para una población más amplia. Curiosamente, esa característica ha hermanado a muchos textos de Arlekín que, sin dejar de lado seriedad ni profundidad, hacen más transparente su estilo. “Me parece que el ensayo tiene que ver con un tipo de texto que guarda rigurosidad metodológica y teórica, pero cuyo tipo de escritura es legible”, agrega Cartagena.

“Hay una política de la textualidad que es importante atender desde el ámbito editorial. Si vos no te preguntás quién puede leer el tipo de libros que publicamos y no atendés esa pregunta, eso termina condicionando el tipo de recepción e impacto cultural que tienen los libros. Apuntar a un tipo de texto que quiere ser leído tiene una dimensión política, si se quiere, detrás de cómo te posicionás ante esa pregunta”, elabora Retana.

¿Qué sigue para Arlekín? “La editorial tiene un desafío muy grande en el tema de distribución . Todo el tiempo estamos preguntándonos cómo encontrar una forma de financiarnos y crecer. Tenemos una red de colaboradores, pero nos gustaría encontrar cómo hacer más estable esa red ”, dice Cartagena, quien piensa en un sitio web y en la región. “Me encantaría hacer ediciones más artísticas, que distintos artistas se puedan involucrar con nosotros y que hagan, de cada libro que editamos, un objeto más hermoso. También imagino mayor capacidad de distribuir en la región. Necesitamos centroamericanizarnos”, dice Jiménez.

La historia de Arlekín se entrelaza con el auge de la edición que ha germinado, en rica compañía, en fértiles estantes de librerías independientes (bien podríamos decirles “librerías de autor”).

"Para mí ha sido una experiencia inesperada en muchos sentidos", dice Alexánder Jiménez. "Hay otra dimensión personal que para mí ha sido muy interesante y es darme cuenta del valor de las empresas pequeñas en este país, el valor que tienen, el coraje que demanda sostener un proyecto así en un país como este en el que no hay muchas posibilidades para los pequeños empresarios y, por otro lado, reconocer lo valioso que son las pequeñas y grandes alianzas de este tipo de proyectos independientes, emergentes, pequeños", agrega el filósofo.

Tal carácter es afín al espíritu de esa editorial que nació de la idea de reunir afectos, intereses e ideas en un pequeño libro propio. “Para mí, (Arlekín) es un pequeño grupo de amigos que están vinculados por el amor a los libros, por el amor a la lectura y la escritura”, dice Cartagena.

“He sentido una generosidad de libreros y otras pequeñas editoriales que es conmovedora. Es gente generosa, que está en las mismas condiciones de incertidumbre y, sin embargo, apuestan por esto”, dice Jiménez. Ese riesgo sirve de motor; a Arlekín, jugar con él le ha servido de escuela.

Los libros de la Editorial Arlekín se pueden encontrar en la Librería Universitaria, Libros Duluoz, Librería Andante, Frantz & Sarah y otros locales. Puede seguir noticias de la editorial en su página de Facebook.

Este miércoles 24, a las 7 p. m., se presentarán dos libros de Camilo Retana y Helio Gallardo: Sexualidades humanas. El abrazo diverso (Arlekín) y La producción social del espacio. El acoso contra las mujeres (Antanaclasis). La conversación se llevará a cabo en la Casa Cultural Amón del Instituto Tecnológico de Costa Rica, en San José.

Nota del editor: esta nota fue modificada a las 11:30 a. m. del 22/8/2016 para añadir información consignada en la edición impresa y dos oraciones suprimidas por error.