Crítica de teatro de ‘No matarás’: Cuando los criminales se visten bien

‘No matarás’ combina la intriga y el humor para desentrañar un homicidio.

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Daisy del Bosque muere en el hogar de la familia Ramos Díaz. Las circunstancias alrededor del suceso no son claras por lo que Ricardo Tapia –un inexperto, pero tenaz detective– abre una investigación. El proceso revela la existencia de rencillas financieras y pasionales que podrían sugerir un homicidio premeditado. De pronto, los cuatro integrantes de la familia dejan de ser testigos para volverse sospechosos.

No matarás es un drama policial aderezado con el escabroso sentido del humor de los Ramos Díaz. La obra se estructura a partir de un viaje continuo entre dos ejes espacio temporales diferenciados con claridad. El presente se ubica en la oficina de Tapia, a lo largo de un interrogatorio que abarca toda la noche. El pasado nos remite a la residencia de los Ramos Díaz durante las horas y minutos previos a la muerte de Daisy.

La fortaleza del espectáculo radica en la construcción del pasado inmediato. En algunos momentos, escuchamos los testimonios de los sospechosos. En otros, observamos la representación de dichos testimonios. Las versiones contradictorias sobre un mismo hecho generan escenas similares en las que, frente a una misma situación, la conducta de los personajes se modifica, dependiendo de lo que más le conviene a cada uno.

La estrategia dificulta cualquier intento de llegar a la verdad y despista a Tapia y a los espectadores. Por esta razón, la audiencia se ve obligada a participar de la pesquisa debido a que está en el mismo lugar de incertidumbre que el detective. Sin embargo, el sugerente mecanismo –constitutivo del género policial– se debilita a causa de diversos problemas.

Por ejemplo, las versiones múltiples de los acontecimientos son pertinentes hasta que se vuelven reiterativas y predecibles. La insistencia en el recurso es innecesaria pues buena parte de la información aportada confirma lo que el público ya conoce, a saber, que los personajes tienen mucho que ocultar. A partir de la segunda mitad solo cabe relajarse y especular sobre el posible desenlace.

El diseño de personajes, cercano a los estereotipos del género policial, no ayuda a disimular los excesos narrativos. La villana ambiciosa, el detective bonachón, los jóvenes burgueses con falsas poses de rebeldía o el respetable matrimonio que no mata ni una mosca se convierten en lugares comunes, a pesar del esfuerzo de los intérpretes para darle profundidad a su trabajo.

Por el contrario, el acertado diseño escenográfico es simple y eficaz. El escenario alberga la residencia familiar y la oficina del investigador. Desde este último sitio, Tapia y los espectadores observan la casa Ramos Díaz como espacio de las acciones principales, de las truculentas coartadas de los sospechosos y de las imágenes que, sobre el caso, el detective proyecta en su mente.

No matarás es una valiosa iniciativa basada en un texto complejo y poco usual en nuestro medio. En su contra juegan, además de lo antes descrito, los molestos efectos sonoros de un módem telefónico, los chistes vinculados a los nombres de algunos personajes y las proyecciones en video que no le aportan ni al fondo ni a la forma. En este caso, menos hubiera sido más.

Ficha artística

Dirección y dramaturgia: Claudia Barrionuevo.

Asistencia de dirección: Manuela Ramírez.

Actuación: Andrea Oryza (Hortensia Díaz Gaimari), César Maurel (Alfredo Ramos Bouquet), Noelia Campos (Irupé Ramos Leguizamo), Melvin Jiménez (Bruno Díaz Gaimari), Tatiana Zamora (Daisy del Bosque), Arturo Pardo (Ricardo Tapia).

Diseño de iluminación: Jody Steiger.

Diseño de escenografía: Fernando Castro.

Diseño de producción: Andrea Bravo, Pablo Cianca, David Mesén, Camila Zani.

Diseño audiovisual: Pablo Cianca, David Mesén.

Diseño de vestuario: Camila Zani, Andrea Bravo, Ana María Barrionuevo.

Utilería: Fernando Castro, Kar Barquero, Manuela Ramírez.

Composición musical: Fabián Arroyo.

Realización de escenografía: David Pérez, Fausto Delgado.

Realización de utilería: David Pérez.

Maquillaje y peinados: Camila Zani.

Producción: Kar Barquero.

Espacio: Teatro Espressivo.

Fecha: 18 de agosto del 2019