Para esta quinta edición del Festival de calle La Machine se programó una función de gala constituida por dos obras de formato para teatro.
Recordemos que esta iniciativa, fue creada por los integrantes de los conjuntos De Paso Grupo Escénico y Los Innato, en 2014, para llevar a los lugares donde no se acostumbra observar creaciones de danza.
Durante estos años, el evento ha crecido y sus directores se han aliado a otras instituciones y personas interesadas en dar difusión a este arte, especialmente ante la falta de programación de la danza en los teatros nacionales y la fuerte inversión que conlleva bailar en un espacio formal.
También La Machine se ha fortalecido por la participación de muchos artistas internacionales.
Para esta función de Gala se convidó a los creadores nacionales Bryan Chavaría, Camilo Regueira, quienes escenificaron Benjamín, obra ganadora del último Festival de coreógrafos y al italiano Francesco Scavetta radicado en Noruega, que montó para un elenco internacional, Surprised Body Project Costa Rica, y que contó con cuatro músicos costarricenses en vivo.
Pero, después de haber visto este espectáculo me pregunto, porqué están bailando en un teatro los participantes de un festival de calle. Y sobre todo, al programar propuestas tan disímiles como son Benjamín al lado de Surprised Body Project.
Con este programa, los miembros de La Machine parecen haber olvidado la razón de ser y cayeron en la trampa de programar, especialmente, trabajos que no cumplen con los requerimientos fundamentales para ser bailados en espacios convencionales.
Benjamín es un trabajo en el que la idea propuesta por Chavarría y Regueyra se logra acertadamente, tanto desde la plástica escénica, la interpretación y la duración, ya que dan al espectador códigos bien elaborados para poder hacer una lectura de una obra con estructurada sólida.
Es decir, Benjamín nos mantuvo atentos y sumerge en esa tensión que están representando los personajes.
Por su parte, Surprised Body Project, propuesta que Francesco Scavetta ha realizado en más de cuarenta países, pudo haber sido un proceso maravilloso para los participantes (músicos y bailarines), ya que en ellos se ve un disfrute al ejecutar las secuencias de movimientos remarcadas por los ritmos de conjunto musical.
Sin embargo, nos dejó como simples observadores de una sucesión de desplazamientos con juegos de dinámicas en las que se alternan rutinas personalizadas con frases unísonas hasta agotarse a sí mismas.
Además, el trabajo no presentó cambios de luces, vestuarios interesantes o efectos escenográficos, ni temáticas desafiantes para el espectador.
Tal vez, este trabajo pudo haberse disfrutado más al aire libre y no exigir la concentración que da una butaca, después de haber pagado un tiquete para ver una función en un teatro.
Existen muchos trabajos que lo valioso es el proceso y el producto final no es tan atractivo para el público, sin desmérito uno del otro. Es cuestión de un buen ojo curador.
La 5ta Machine
Función de Gala
Coreógrafos: Bryan Chavaría, Camilo Regueira y Francesco Scavetta
Fecha: viernes 23 de marzo de 2018, 8 p. m.
Lugar: Teatro de la Danza