Dos buenos amigos se dirán un par de verdades que los dejará fríos, los pondrán a cuestionarse el pasado y los obligarán a compartir sus secretos con desconocidos; no obstante, esa será una prueba que demostrará cuan fuerte es una amistad de toda una vida. Esta historia es parte de la comedia
El espectáculo, original del escritor puertorriqueño Joselo Arroyo, tiene como protagonistas a Marco (José Arceyuth), un profesional que da sus primeros pasos como locutor de radio para cumplir el sueño de su vida, y Luis (Erick Córdoba), un economista, padre orgulloso y amigo incondicional.
Luego de varios años sin verse, Luis busca a su amigo de infancia y juventud para contarle un secreto que casi lo vuelve loco. Dispuesto a ayudar a su gran amigo Marco lo invita a la cabina de transmisión de la radio en la que trabaja.
Tras ponerse al corriente de lo que fue de ellos en los últimos años, Luis confiesa que el encuentro tiene otro objetivo y es contarle un secreto que no lo deja dormir en paz.
La plática entre ellos es interrumpida en momentos claves, porque el novato locutor recuerda que debe programar nueva música y hacer comentarios al aire.
Al enterarse de que su gran amigo es homosexual, Marco deja en evidencia toda su intolerancia y homofobia. En cuestión de una fracción de segundo, olvida todos los buenos momentos juntos.
Sin embargo, una situación, que los deja al descubierto a ambos, convencerá a Marco de que Luis es la misma persona con quien se puede tomar un trago, reír y en quien confiar para solicitar un consejo.
Desde luego, todo transcurre entre bromas, situaciones un poco absurdas y chistes de amigos.
¿Por qué? En parte porque ya han trabajado con él y también por la pasión que el director afirma sentir por este género teatral.
Ruiz comentó que, por tratarse de una comedia de temática homosexual, tuvo mucho cuidado de no caer en estereotipos. En cambio, trabajó con los actores para crear una propuesta elegante, donde lo que se refleje es el respeto que se debe tener por quienes mantienen relaciones con personas de su mismo sexo.
“Nos concentramos en lo que dice la obra, en las relaciones personales de los protagonistas, su universo y ahí descubrimos cómo jugar la obra: se juega con sobriedad donde menos es más”, afirmó el director.
La afirmación de Ruiz se refleja sobre las tablas con un personaje gay, quien no es el típico amanerado que abunda en varias comedias de la cartelera nacional.
Por su parte, Córdoba aseguró que el público se reirá mucho con la obra, porque el humor procede de las situaciones y no de burlarse de un homosexual que recién lo descubre.
“La obra es cómica con sus partes dramáticas. No creo que la gente se tenga que prejuiciar a no venir (...) Es un reto enorme meterme en el personaje. La obra es una joya para el teatro de comedia”, agregó el actor.