Bailarina Lucía Jiménez conquista la cima de la salsa

Jiménez, única concursante tica, consiguió el primer lugar en la categoría de solista femenina, usualmente dominada por las anfitrionas.

“Es una competencia muy dura porque los puertorriqueños tienen muy claro el sentido de la salsa y lo que esperan ver en una competencia”, comentó la bailarina a su regreso a Costa Rica. Regresó un trofeo entre sus manos que le tomó cuatro años alcanzar.

Jiménez asistió por primera vez al World Salsa Open en el 2012, tras clasificar en el primer torneo de esa franquicia que se realizó en suelo tico. En esa oportunidad, logró el segundo lugar en el ámbito mundial.

En este 2015, considera la artista, estaba mucho más preparada y tenía mejores nociones acerca de lo que los jueces califican en la competencia.

Jiménez, quien desde pequeña se sumergió en el mundo de la danza y practicó jazz, ballet y hip-hop, opina que su formación fue clave para quedarse con el primer lugar de su categoría.

“Una carta a favor que podría jugar es el hecho de que soy versátil y que puedo implementar elementos de otras disciplinas en la ejecución de mi coreografía”, asegura.

En la salsa comenzó hace seis años como una actividad recreacional, sin imaginar que sería este género el que la llevaría a medirse con los mejores bailarines del mundo.

“Me enamoré de ese mundo, me acogió, me concentré en un mundo que era nuevo para mí”, recuerda.

De talla mundial. En febrero, la bailarina costarricense también ganó el primer puesto en el World Salsa Summit, en Miami, otra importante competencia en este género.

Las ansias por participar también en diciembre en el World Latin Dance Cup (también en Miami) no merman en Jiménez, pero aún no tiene claro si podrá dedicar el tiempo necesario para su preparación. Por ahora, es parte del equipo de baile del programa Tu cara me suena y comentó que tiene la posibilidad de participar en nuevos proyectos televisivos, aunque prefirió no adelantar mayores detalles.

Lo que sí tiene seguro es que en febrero regresará a la pista del World Salsa Summit para defender su título.

“Al ser solista, es una excusa perfecta para seguir capacitándome. La competencia es lo que me exige mejorar más como bailarina, como profesional y también como persona”, dice.