Elena Hernández y Raúl Fuentes no se conocían, pero comparten una misma pasión: la confección de máscaras tradicionales.
Esa pasión los juntó ayer para elaborar una máscara del Diablito, como parte de las celebraciones del Día del Artista Nacional, en el Centro Nacional del Arte y la Cultura (Cenac), en San José.
“Llevo 15 años de artesana. Hace cinco años me pidieron que hiciera unas máscaras pequeñitas de La Giganta para obsequiarlas a unos españoles”, comentó esta vecina de El Carmen de Cartago.
“Ya después me dije: ‘si puedo hacer una pequeña, puedo hacer una grande’. Y así seguí, tanto que ahora en octubre voy a Corea del Sur a un evento de tradiciones de distintos países del mundo”, dijo.
La historia de Fuentes es diferente. Este mecánico industrial comenzó en este oficio por ayudarle a su hija en una tarea de escuela, hace ocho años, y ahora el confeccionar máscaras es su segundo trabajo, pues tiene una pequeña empresa de mascaradas, cimarronas y alquiler de máscaras.
“Es algo que me gusta muchísimo. Yo desde niño anduve detrás de las mascaradas y siempre quise aprender cómo hacerlas”, añadió el vecino de Escazú.
Con la muestra que hacían Hernández y Fuentes, la familia Valverde Fonseca aprendió los detalles de la confección de máscaras.
“A mis hijos les gusta mucho, es una forma de que estén en contacto con las raíces del ser tico y que disfruten de un día en familia”, dijo Mayela Fonseca, quien llegó con su esposo y sus tres hijos.
Sabor nacional. La celebración también contó con un taller para hacer máscaras, cuentacuentos con leyendas ticas y venta de comidas típicas.
Esta oferta no fue solo disfrutada por los nacionales; Johan Nicholas y su esposa Nancy, ambos canadienses, disfrutaron de su primer fresco de frutas con sirope mientras oyeron a los cuentacuentos.
“Entendemos poco español, pero nos gusta conocer la cultura de cada país que visitamos. Ustedes tienen un gran legado cultural que mantienen vivo y no podemos dejar de apreciarlo”, manifestó él.