Un indígena conversa con Dios, el Diablo y la Muerte en ‘Macario’

Película mexicana será proyectada el próximo martes en Sala Garbo

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Cuando de conversaciones con la Muerte se trata, es difícil quitar de la cabeza el mítico fotograma de El séptimo sello, aquella clásica película de Ingmar Bergman en la que un hombre dialoga y juega al ajedrez con una reflexiva personificación de la Muerte.

Tres años después de El séptimo sello, México también retrató una charla con la Muerte, eso sí: fue una fotografía lejana de imitar cualquier similitud con la obra de Bergman.

En 1960 se estrenó Macario, un filme de Roberto Gavaldón que adaptaba de una forma un tanto libre una novela de B. Traven, con evidente influencia del cuento El ahijado de la Muerte de Los Hermanos Grimm.

La cinta presenta la historia de un humilde campesino y leñador llamado Macario, quien vive en la miseria. Su vida ha sido triste y sufre de solo pensar el día en que fallecerá.

Su familia vive al borde de la inanición y los trastornos sociales hacen que Macario sueñe con tener una cena que no deba compartir con nadie.

A causa de esa obsesión, el indígena huye hasta una montaña para comer un pavo pero, en medio de la naturaleza, se encuentra con tres personalidades enigmáticas: el Diablo, Dios y la Muerte, con quienes conversará sobre dilemas existenciales.

La película se ambienta en el virreinato de Nueva España en el siglo XVIII, durante la víspera del Día de los Muertos. Justamente en ese marco, la película se proyectará en Sala Garbo, como parte de la programación de Mi Butaca Cine Club, encuentro de cine de todos los martes gestionado por Gonzalo Montero.

El filme, nominado al Óscar como mejor película en lengua extranjera, tendrá función este 12 de noviembre.

Un ciclo sobre la muerte

Justamente, la nueva programación del cine club comenzó el martes anterior con El séptimo sello. Después de Macario será el turno del poético filme Orfeo, película del gran director Jean Cocteau. Esta cinta, conocida por dar un poético abordaje a la muerte, es una variación contemporánea del clásico mito griego de Orfeo.

Finalmente, el ciclo concluirá con un viejo conocido: Woody Allen y su Amor y muerte, la última noche de Boris Grushenko. Esta historia es una suerte de homenaje y parodia a la literatura rusa, una que siempre le ha fascinado a Allen. Los personajes tienen disparatadas conversaciones filosóficas intercaladas con viñetas de humor.

El ciclo será todos los martes de noviembre. La entrada cuesta ¢2.000 y saldrán a la venta dos horas antes de cada función en la boletería del cine.

Sala Garbo se ubica en avenida 2, en San José.