¿Quiere usted ser un superhéroe? ¿Tiene poderes para eso? No se preocupe, no hace falta tenerlos, tan solo es importante la voluntad de lograrlo. ¿No lo creen? Pues vayamos al cine y veamos la película que se estrena esta semana.
Hablamos de
La historia es simple, pero las consecuencias no son tan sencillas. Hablemos un poco del argumento de la película. Se trata de Dave Lizewski, adolescente neoyorquino común y corriente, ávido
Tan fiebre y tan obsesionado está de los cómics de superhéroes que, un día, se pone un traje de buzo verde y amarillo –comprado en Internet– con la intención de convertirse en un serio vigilante ciudadano llamado Kick Ass. Así, pronto descubre, al no ser superhéroe, por qué duele lo que a los personajes de los cómics no les duele para nada.
Más, por encima de todo, el ansioso aunque inexperto Dave rápidamente se convierte en un fenómeno que cautiva la imaginación de la gente. Ver esto en la película es de lo más entretenido, secuencia a secuencia. Sin embargo, allá afuera no es el único superhéroe.
Padre e hija se han encargado de ir eliminando, lenta pero seguramente, al imperio criminal del mafioso local, Frank D’Amico. Cuando Kick Ass se adentra al mundo salvaje de balazos y sangre contra el hijo de Frank, Chris, quien se convierte en Red Mist, su archienemigo, todo está listo para el duelo final entre las fuerzas del bien y del mal.
Durante ese duelo, nuestro singular héroe tendrá que hacerle honor a su nombre. O morir en el intento o triunfar en él. Solo que todo se enreda entre los mafiosos, el superhéroe y su archirrival, y con el padre y la hija antes mencionados. El filme se basa en una historieta gráfica.
Por eso, el crítico Jordi Costa (Fotogramas) dice: “La película se queda más cerca del ingenio que del genio; aunque, eso sí, sorprenderá a quien no se haya leído la superior y brutal historieta en la que se basa”. La crítica favorece a esta cinta.