El estado de Nueva York presentó el domingo una demanda judicial contra el exproductor Harvey Weinstein, su hermano y su empresa, por no proteger a sus empleados de acoso y agresiones sexuales.
En octubre pasado, Weinstein fue acusado de acoso, agresión sexual y violación por más de un centenar de mujeres, por lo que la nueva demanda estaría complicando aún más su situación judicial.
Los fiscalía neoyorquina presentó la demanda ante la corte suprema del condado de Nueva York por temor a que una inminente venta de la compañía de Weinstein, al borde de la quiebra, deje a las víctimas sin indemnización y a sus responsables sin castigo.
La demanda contra el magnate, su hermano Robert y The Weinstein Company detalla que la empresa "violó repetidamente la ley al fracasar en proteger a sus empleados de un acoso sexual generalizado, la intimidación y la discriminación”, dijo el fiscal general del estado, Eric Schneiderman.
“Toda venta de The Weinstein Company debe garantizar que las víctimas sean compensadas, que se proteja a los empleados de aquí para adelante, y que ni los responsables ni los que permitieron esto se enriquezcan injustamente", añadió Schneiderman.
El abogado de Weinstein, Ben Brafman, aseguró que la investigación demostrará que muchas de las acusaciones contra su cliente no son ciertas, y advirtió que "si el objetivo es tornarlo un chivo expiatorio, este se defenderá vigorosamente”.
“Si bien el comportamiento de Weinstein no careció de errores, ciertamente no hubo criminalidad, y al final de la investigación quedará claro que Harvey Weinstein promovió a más mujeres a posiciones ejecutivas clave que cualquier otro líder de la industria y que había cero discriminación en Miramax o TWC”, sostuvo Brafman en un comunicado.
De acuerdo con las acusaciones, a pedido de Weinstein la compañía empleó a un grupo de mujeres cuya tarea principal era acompañar al productor a eventos y facilitar sus conquistas sexuales. Tenían en sus computadoras copias de un manual apodado “la Biblia” que detallaba las preferencias de Weinstein y explicaba cómo cumplir con su voluntad.
Otro grupo de empleados, casi todos mujeres, eran asistentes que debían mantener espacio en su agenda para actividades sexuales y ejecutar acciones destinadas a aumentar su vida sexual, contactando a amigos de Harvey por teléfono o mensajes de texto a su pedido.
En venta.
Un grupo de inversores liderado por Maria Contreras Sweet, una exresponsable del gobierno de Barack Obama, está en negociaciones avanzadas para comprar la empresa por unos $500 millones, monto que incluye un fondo para compensar a las víctimas, según el sitio web Deadline.
Weinstein, investigado por las policías de Nueva York y de Londres, asegura que todas sus relaciones fueron consensuadas. Supuestamente se halla bajo tratamiento por su adicción al sexo.