En el estreno de Fahrenheit 11/9, de Michael Moore, su apasionado y portentoso documental sobre Donald Trump y las condiciones que lo llevaron a la presidencia, el cineasta invitó al escenario a varios estudiantes de Parkland, Florida, que aparecen brevemente en la película.
“¡Generación de la esperanza!”, gritó alguien entre el público.
“No, estoy en contra de la esperanza. La esperanza era de la época de Obama. Estoy a favor de la generación de la acción”, corrigió Moore.
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La más reciente película de Moore es, en apariencia, predecible. Que el activista de 64 años volteara la cámara contra el ascenso de Trump no le sorprendería a nadie. Lo que sí sorprendería es que también la voltee contra los líderes demócratas, el presidente Barack Obama e incluso contra sí mismo.
¡Esta película trata de nosotros tanto como de Trump!”, dijo en una entrevista reciente en su oficina en Nueva York mientras le daba los toques finales a Fahrenheit 11/9.
“Quiero que todos descubramos cuál fue nuestro papel en no detener esto hace mucho tiempo y quiénes somos nosotros como estadounidenses”, dijo Moore.
Aunque Moore encuentra muchas cosas para celebrar en la película –la Marcha de las Mujeres, la huelga del sindicato de maestros de Virginia Occidental y la candidata al congreso de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez– el filme también está lleno de desesperanza.
El controvertido cineasta siente que Estados Unidos pende de un hilo y que Trump es una emergencia nacional, real o artificial.
En escenas que definitivamente molestarán a sus críticos, Moore sopesa con detenimiento las comparaciones entre Trump y Hitler, incluyendo una en la que reproduce un audio de Trump en un acto de campaña con un video en blanco y negro de un discurso de Hitler.
Para Moore, el presente es así de precario.
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”Generalmente soy bastante optimista y pienso que una película puede tener un impacto y que vamos a salir de esto, sea la guerra en Irak, los tiroteos masivos o el colapso de la clase media. Si fuera completamente honesto contigo, no te podría decir eso. Esto no se parece a nada que hayamos pasado antes”, dijo Moore rascándose la cabeza bajo su gorra de béisbol.
“Me pregunto si en el nuevo orden de las cosas, incluyendo la posibilidad de dos periodos presidenciales de Trump, ¿será esta la última película?”, exclama.
Al igual que antes de las elecciones, cuando Moore advirtió a los liberales que no estaban tomando suficientemente en serio a Trump, Fahrenheit 11/9 es un llamado urgente para la acción.
“Esto va más allá de la votación para mí”, dijo el realizador, quien quiere que la gente no pueda dormir después de verla y salga a las calles.
Bien recibida.
Los críticos de cine catalogaron a la película de Moore como la más vital de su filmografía en años, aduciendo además que es un “muy necesitado golpe en las entrañas”.
Sin embargo, otros expertos se preguntaron si la retórica de Hitler no es demasiado extrema.
La reacción más conservadora fuera del mundo cinematográfico de izquierda fue, como se anticipaba, menos entusiasta. The Drudge Report respondió con estruendo ante las comparaciones con Hitler: “Esto es la guerra” .
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La película, que se estrenará en Estados Unidos el 21 de septiembre, es una especie de secuela del documental de Moore sobre George W. Bush Fahrenheit 9/11, que se mantiene como el documental más taquillero en Estados Unidos.
La fecha en el nuevo título se refiere en esta ocasión a la mañana en que Trump fue declarado ganador de las elecciones de 2016.
Moore reserva algunas de las críticas más duras en Fahrenheit 11/9 para Obama, quien dice que ayudó a abrir el camino para Trump.
Aunque todavía considera que el día que votó por Obama fue uno de sus mejores días como ciudadano estadounidense, dijo que se sintió devastado cuando el expresidente llegó a su ciudad natal de Flint, Michigan, y trató de calmar la indignación por la crisis del agua.
Además Moore considera que Obama ha pasado demasiado tiempo fuera de los reflectores desde que salió de la Casa Blanca.
"Todo lo que es bueno debería tener un papel ahora”, dijo Moore sobre Obama.
"Él no debería querer que la historia recuerde su papel de ahora como silencio. La historia no ve amablemente a los alemanes buenos que se quedaron callados”, añadió.
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Sin embargo, el viernes pasado Obama hizo sus declaraciones más críticas hasta el momento sobre Trump al acusarlo de “sacarle el jugo al resentimiento” y pidió a los electores que fueran en masa a votar en las elecciones de mitad de periodo.
”Hitler y Trump no son la misma cosa. Pero uno comete un grave error si no revisa al menos la historia y los patrones de la historia y cómo la manipulación del miedo, la manipulación de la gente funciona”, dijo Moore.
“No soy una persona catastrófica, no creo en las teorías de la conspiración, pero estoy suficientemente consciente para ver lo que está pasando y cualquiera que piense que ‘no está tan mal’ o ‘no se pondrá tan mal’ tiene que despertar”, finalizó.