Una combinación de pesos pesados entre los nominados a la mejor película, más el humor de la presentadora Ellen DeGeneres como anfitriona, garantizaron a los premios Óscar un empujón en cuanto a la audiencia en televisión.
La gala de este domingo consiguió el mejor rating en 10 años, con 43 millones de espectadores en Estados Unidos, según datos aportados por la cadena ABC.
Los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos atrajeron la mayor audiencia de un programa de entretenimiento desde el final de la exitosa serie televisiva Friends , en mayo del 2004, estimó el servicio de medición de audiencia Nielsen.
La audiencia subió un 6% con relación al año pasado, cuando el maestro de ceremonias fue el comediante Seth MacFarlane, acusado de mal gusto por algunos de sus chistes.
“Tendería a pensar que depende del contenido y de los nominados, va a haber más o menos participación de la gente”, explicó el crítico de televisión Óscar Cruz.
En esta tesis coincide el análisis del Huffington Post . “Es bastante obvio que más personas verán los Óscar a través de la televisión, cuando las películas que aman están entre las contendientes a mejor largometraje”, apunta.
Hasta ahora, el récord de sintonía lo tiene la ceremonia de 1998, cuando Titanic pujaba por el máximo galardón del certamen. En ese año, se registró una cifra cercana a los 55,25 millones de espectadores.
Antes de ese año, solo la gala de 1983 sobrepasó los 50 millones de televidentes, justo cuando Gandhi se llevó el Óscar a la mejor película.
En cambio, los índices fueron mucho menores en el 2005, cuando Vidas cruzadas resultó ganadora y acaparó solo 38,9 millones de espectadores. La situación fue incluso peor en el 2007, año en que la opinión del jurado se volcó hacia Sin lugar para los débiles , y se registraron apenas 32 millones de televidentes.
Para el Huffington Post , el problema en los últimos años de la ceremonia más importante del sétimo arte fue la ausencia de filmes taquilleros con posibilidad de triunfar en esa categoría.
“Si más blockbusters estuvieran en competición a la mejor película, no sería descabellado imaginar un incremento de 10% a 20% en los ratings . Eso sería equivalente a millones de dólares para la ABC y los cargos que cobraría la Academias de las Artes y Ciencias Cinematográficas por transmitir el evento”, explica el diario estadounidense.
Ellen y su carisma. La conocida Ellen DeGeneres consiguió atrapar al público como maestra de ceremonias al ordenar pizza, tomar un histórico selfie , protagonizado por grandes estrellas, y lograr una buena conexión con los asistentes, en una aplaudida actuación en la noche más importante de Hollywood.
“Es una persona que repite, que tiene esta formación del stand-up comedy, que le permite seguir un guión y adaptarse tácticamente. Es un personaje con un arrastre grandísimo”, opinó Cruz.
Los críticos en general alabaron a DeGeneres , aunque también hubo voces discordantes.
“Los Óscar de este año fueron más como una prueba de resistencia, inflados, mal dirigidos, mal producidos y con un sinfín de momentos marcados por las muecas de cansancio de Ellen DeGeneres”, resaltó el Hollywood Reporter .
DeGeneres, que fue presentadora de la gala por primera vez en 2007, hizo bromas a varios miembros de la audiencia, entre ellas a la legendaria Liza Minnelli, a Jennifer Lawrence y a Bruce Dern.