Superman vuela más rápido que un avión, tiene una fuerza brutal, cuenta con visión de rayos X, es invulnerable a las balas, conquista a Luisa Lane y salva a la humanidad... pero no es capaz de alcanzar un Óscar.
La criptonita no es su única debilidad, también lo son provenir de un cómic y pertenecer al género cinematográfico de la fantasía.
La ciencia ficción, el terror, el suspenso y los animados infantiles tampoco han logrado buena aceptación entre los miembros de los jurados de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas desde 1928.
En toda su historia, Superman, el padre de las cintas de superhéroes no ha conseguido ni una estatuilla. Lo más cerca que ha estado fue en 1979, cuando la estelarizada por Christopher Reeve fue nominada a mejor sonido, banda sonora y edición, categorías de por sí consideradas menores.
Hasta el momento, ninguna película de la saga de X-Men ha sido nominada a un Óscar. Hay excepciones, como Spider-Man 2 (2004), que ganó por efectos visuales (categoría en la que este género lleva ventaja).
Las del magnate Bruce Wayne han tenido algunas victorias: Batman (1989) fue premiada por dirección de arte, mientras que El caballero de la noche (2008) ganó por actor de reparto y edición de sonido. Sin embargo, en aquella ocasión, los fanáticos del hombre murciélago consideraron haber recibido una bofetada por parte de la Academia, pues ese último filme no estuvo nominado en las categorías principales.
“ El caballero de la noche probablemente representó la mejor oportunidad de cualquier filme de superhéroes como mejor película o mejor director. Como no sucedió, las posibilidades de acercarse a los grandes galardones para otra adaptación de un cómic parecen virtualmente imposibles”, apunta el blog The Geek Files , del diario británico Coventry Telegraph .
Fue esta polémica la que llevó a duplicar a 10 la cantidad de nominaciones a mejor película. Aún así, ninguna cinta de superhéroes se ha colado para dar la lucha.
“Pareciera que a los superhéroes se les aplica la ley del hielo en la noche de premiación. Es como si los cómics no fueran serios, incluso si las versiones cinematográficas están muy por encima de la fuente original”, añade The Geek Files.
Hasta ahora, la única película de fantasía que ha ganado un Óscar es El señor de los anillos: El retorno del rey (2003), que está basada en una saga de la literatura.
Las de ciencia ficción, por su parte, nunca están entre los candidatos fuertes y han sido nominadas a mejor película en pocas ocasiones, como Distrito 9 (2009), Avatar (2009), El origen (2010), La naranja mecánica (1971), La guerra de las galaxias (1977) e E.T, el extraterrestre (1982). Este año, Gravedad , de Alfonso Cuarón, tiene la posibilidad de hacer historia, pero algunos conocedores del sétimo arte aún creen que es poco probable
En el género del terror, la única ganadora a la máxima estatuilla es El silencio de los inocentes (1991). Antes de ese largometraje, los únicos nominados en la categoría de mejor película fueron El exorcista (1973) Tiburón (1975), y luego estuvo seleccionado El sexto sentido (1999).
“Cuando un guion hábilmente escrito y películas de terror bien elaboradas como La cabaña en el bosque se consideran inferiores solo porque son de terror, definitivamente hay un gran problema. La Academia necesita despertar y dejar de ignorar todo un género”, asevera el Examiner .
En el caso del suspenso, la única ganadora del Óscar es Rebecca (1940), de Alfred Hitchcock.
Si hablamos de los animados, la situación es similar. Nunca han ganado el Óscar a mejor película y las únicas nominadas han sido La bella y la bestia (1991), Up (2009) y Toy Story 3 (2010).
Drama, el preferido. Hasta ahora, la mayoría de los filmes ganadores son dramas. En esta ocasión, de los nueve nominados, siete son de esta naturaleza
“El género favorito para ser premiado, y los actores, es la mayoría de veces en el drama. Se inclinan más hacia eso porque ven que las películas y los actores son más creíbles, son más serias entre comillas”, asegura el crítico de cine Érik Fallas.
En esto coincide el medio británico Digital Spy , el cual señala que es cada vez más fácil adivinar el tipo de películas que serán favorecidas en los Óscar. Así, por ejemplo, las épicas históricas de gran escala, los largometrajes de guerras, los musicales y las tramas basadas en un presidente constituyen fórmulas seguras para atraer la atención del jurado.