Primero es un asesino recién salido de la cárcel, luego un migrante nicaragüense desesperado por volver a su tierra natal.
Es simple, en el nuevo proyecto fílmico de Gustavo Fallas, Lázaro muere siendo uno y resucita siendo otro.
Con la intención de filmarse en el 2020 y con el apoyo económico de Ibermedia, la nueva película sería la tercera del tico luego de Puerto Padre (2013) y Río Sucio (esta cinta se estrenaría en este 2019).
Se trata de una película, en etapa de desarrollo, que nace al calor de los recientes acontecimientos políticos de Nicaragua y las preguntas infantiles de un Fallas que se cuestionaba el pasaje bíblico de Lázaro y su viaje temporal al más allá.
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Con esos elementos revoloteando sobre su cabeza, el costarricense comienza a esculpir la historia de Lázaro, un hombre de 50 años que recién ha salido de prisión.
“Nadie de su familia le espera. A como pueden le ayudan a conseguir un empleo, pero Lázaro, enferma y muere”, detalla la sinopsis preliminar del proyecto.
“En su velorio, resucita; sin embargo, regresa como si fuera otro, un nicaragüense que desea regresar a su país para encontrar a su familia”, agrega.
Pero lo más relevante de esa vuelta a la vida es lo siguiente: “Ese migrante es el hombre que Lázaro asesinó hace diez años”.
En la otra piel, Lázaro se levanta e inicia un viaje que lo llevará por montañas fronterizas, cruzando en el sentido contrario de los migrantes que huyen.
“Es una historia de segundas oportunidades en un clima de extrañamiento existencial. Es un historia de un padre oculto en otro padre que hará hasta lo imposible para encontrarse con su hijo. Y es, sobre todo, una puesta en el lugar del otro”, detalló el cineasta, quien ya tiene listo la primera versión del guion.
Fue en Madrid, España, donde Fallas pudo tener lista su primera versión de la historia. En tierras ibéricas, gracias a una beca de desarrollo de proyecto de la fundación Carolina, el costarricense pudo contar con asesoramiento profesional para dar el primer paso.
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“Ahora toca seguir investigando, hay que profundizar y seguir puliendo detalles de escritura. Este 2019 será para hacer ese proceso”, explicó el cineasta.
Otra tarea será seguir captando recursos económicos para las siguientes etapa de producción. El proyecto tiene un costo aproximado de $340.000, según calculó Fallas.
Para empezar, Ibermedia dotó a la película de $7.500 para la etapa de desarrollo.
Para juntar el resto del dinero, se buscará que la película sea una coproducción entre Costa Rica y Nicaragua y se buscarán en España u otros países de Europa socios que puedan interesarse en el filme.
“Sobre todo nos parece muy importante que se sume un tercer país, con la intención de agregar valores de producción y posproducción a la película”, dijo el tico.
¿Y dónde se filmará la película?
Se espera grabar en locaciones de Costa Rica y Nicaragua, pero si las condiciones políticas no lo permiten, se buscarán lugares alternativos para recrear lo más fiel posible al país del norte.
Con respecto al protagonista, Fallas asegura que buscará un actor latino. No necesariamente el intérprete será costarricense o nicaragüense.