Filme guatemalteco premiado

Filmada con pocos medios y sin actores profesionales, la película habla de la violencia y la tragedia de Guatemala con un humor que hace que “no den ganas de abrirse las venas”, dijo el director en conversación con la AFP en Toulouse.

El jurado del Festival explicó las razones por las cuales atribuyó su máximo galardón a esta película. “América Latina no es sólo un territorio de drama y de violencia, sino que hay lugar también para la risa, la esperanza y los sueños imposibles”, detalló.

Coproducido por Guatemala, Francia y México, el filme premiado es el segundo largometraje de Hernández Cordón, de 36 años, quien compitió hace dos años en el Festival de Toulouse con su ópera prima, Gasolina .

En la cinta, el realizador usó algo inimaginable: fusionar el instrumento tradicional de Guatemala con el heavy metal y, de paso, explorar la realidad difícil y casi sin salida del país centroamericano, a través de tres antihéroes.

El cineasta explicó en Toulouse el contexto de su película: una Guatemala donde las extorsiones impuestas por las maras (pandillas) son una realidad cotidiana.

La película se basa en personajes reales, como Don Alfonso, el marimbero víctima de extorsión por parte de las pandillas, y Blacko, personaje mítico en Guatemala que tiene un grupo de heavy metal , según explicó.