Cannes, Francia. AFP. - La película guatemalteca Nuestras madres, del director César Díaz, hizo historia este sábado al ser premiada con la Cámara de Oro del Festival de Cannes, que recompensa a la mejor ópera prima.
La cinta, primera que presenta Guatemala en el mayor certamen de cine del mundo, se centra en la búsqueda de los desaparecidos en las masacres de poblaciones mayas. Ya había sido recompensada el miércoles en la Semana de la Crítica, sección en la que competía, con el premio de la Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos de Francia.
Nuestras madres cuenta la historia de un joven investigador que intenta identificar a víctimas enterradas en fosas comunes durante la guerra civil, un conflicto que desangró al país centroamericano entre 1960 y 1996 y dejó 200.000 muertos y desaparecidos.
Díaz, hijo de desaparecido, explicó el martes a la AFP que la película surgió de la necesidad de hablar de uno de los períodos más sombríos de la historia de su país.
"Se ha hablado mucho de las dictaduras chilena, argentina... Pero la dictadura guatemalteca no la conocemos", dijo.
Sorpresivos triunfos
Cannes también coronó este sábado con la Palma de Oro a una tragicomedia surcoreana con tintes sociales, mientras Pedro Almodóvar tuvo que conformarse con el premio a la mejor interpretación masculina para Antonio Banderas por su papel en Dolor y gloria.
Parásito, dirigida por Bong Joon-ho, era también una de las grandes favoritas de la crítica. Es la primera película surcoreana en obtener el máximo galardón y la segunda asiática consecutiva, después de Un asunto de familia, del japonés Hirokazu Kore-eda en 2018.
El título es una irónica referencia a una familia de desempleados que malvive en un sórdido subsuelo sin apenas dinero para comer. Con una buena dosis de ingenio, se las arreglan para trabajar en una majestuosa mansión, al servicio de una familia de burgueses crédulos.
"Quedamos fascinados por esta película y esta fascinación fue creciendo a lo largo de los días", dijo Iñárritu, en la rueda de prensa tras el palmarés.
Bong Joon-ho ya compitió por la Palma de Oro en 2017 con Okja, una superproducción de Netflix con Tilda Swinton.
La francosenegalesa Mati Diop, primera mujer negra africana en competir por la Palma de Oro, ganó el Gran Premio –el segundo en importancia– con su ópera prima Atlántico, una película con toques fantásticos que aborda el drama de los migrantes en Dakar.
Brasil dio otra de las sorpresas: Bacurau, dirigida por Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles, recibió el premio del jurado empatada con la francesa Los miserables.
El premio a la mejor interpretración femenina fue para la angloestadounidense Emily Beecham, de 35 años, por su papel de científica y madre soltera en la futurista Little Joe, de la austriaca Jessica Hausner.
Los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne, que ya cuentan con dos Palmas de Oro, se alzaron con el premio a la mejor dirección por El joven Ahmed. De las cuatro directoras en liza, además de Diop, la francesa Céline Sciamma convenció con Retrato de una mujer en llamas, una historia de un amor prohibido entre dos mujeres en el siglo XVIII. Se llevó el premio al mejor guion.