El Festival de Cine Paz con la Tierra, organizado por el Ministerio de Cultura y el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica (CCPC), estuvo mucho mejor que la edición 2012, pero, aún puede mejorar en diversas áreas.
Esa es la línea de pensamiento entre críticos, historiadores, directores de cine y organizadores consultados tras el evento de entrega de premios.
La actividad se realizó el sábado, en el Teatro Melico Salazar. La noche tuvo diversos momentos de sorpresa; en otros, los artistas brillaron por su ausencia, principalmente por no estar ya en el país.
Entre los momentos memorables de la ceremonia están las ocho ocasiones en que llamaron al escenario a diversos protagonistas de la película Puerto Padre .
Entre los premios que obtuvo el largometraje de Gustavo Fallas, dentro de la sección nacional largometraje de ficción están: mejor actriz, para Adriana Álvarez; mejor largometraje, mejor director para Gustavo Fallas y mejor guion, también para Fallas.
“Me siento honrado por tanto reconocimiento para la película Puerto Padre ; me alegra mucho por el equipo, que recibió el reconocimiento que creo se merecen y que el jurado lo considera igual”, afirmó el director del filme.
Otro galardón igualmente llamativo fue el premio del público. Este año la película ganadora fue Princesas rojas , de la costarricense Laura Astorga. Al momento de recibir su estatuilla, la directora aseguró que se sentía muy feliz que la película ganara en esa categoría, porque significaba que ya era un largometraje que le pertenecía al público.
La noche de gala se desarrolló con fluidez; algunos ganadores se abstuvieron de dar palabras de agradecimiento, otros demostraron estar muy bien preparados. Ese fue el caso de Carlos Esquivel, padre de Marcela Esquivel, ganadora del premio al mejor diseño de producción. La premiada no asistió, pero su progenitor leyó dos hojas con un mensaje de la productora.
A mejorar. Para María Lourdes Cortes , escritora e investigadora en temas de cine, es muy claro que se mejoró mucho entre la edición anterior y la 2013. De lo que más destacó fue la participación de Argentina como país invitado.
“El que no podás ver las películas más importantes dos veces, al menos las obras en competencia, es imperdonable”, expresó Cortes.
Añadió que un punto por mejorar es que las películas se proyecten dos veces, lo que se puede hacer si se usan auditorios universitarios.
Wílliam Venegas , crítico de cine de La Nación , siente que la mejora fue en calidad y cantidad. Agregó que seguirá mejorando, porque el festival está encontrando su propia dinámica.
En palabras de Iván Rodríguez, viceministro de Cultura, al entusiasmo y mística de los colaboradores, se le deben sumar millones. Según él, ¢250 millones aún es un presupuesto pequeño.
“Encontramos un camino hacia la realización de un festival absolutamente profesional, que se inserta en el concierto de festivales de cine”, aseguró Rodríguez.
En palabras de Hilda Hidalgo, directora de la escuela de cine de la Universidad Veritas, la selección de películas para la edición 2013 fue algo que calificó de extraordinario, pero, que tuvo procesos atropellados. Además resaltó la oportunidad de tener invitados de primer nivel, quienes dialogaron con los creadores locales, muchos de ellos jóvenes estudiantes.
Finalmente Laura Molina, directora del CCPC , cree que en futuras ediciones deben ser más rigurosos con la calidad de las copias de las películas y las fechas en que llegan al país.