Con ‘Mi amigo el gigante’, Steven Spielberg vuelve a ser niño

En su nueva película, dirigida a toda la familia, Steven Spielberg junta dos mundos de fantasía para dar tributo la verdadera amistad. La relación entre una niña y un hombre de siete metros son sinómino de magia y ternura infantil.

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Steven Spielberg dirige como un niño y no se olvida de hacer magia. Más de tres décadas después de ET: El extraterrestre (1982), el laureado cineasta vuelve a sacar su varita e ilumina los ojos del mundo con Mi amigo el gigante (2016).

En la fantasía fílmica, que se estrena mañana jueves en los cines ticos, Spielberg se empeña en devolvernos la esperanza con un cuento fílmico que realza la belleza de la amistad, el amor y el poder de la imaginación.

Con buenas críticas , este filme que se estrenó mundialmente en Cannes relata la historia de Sophie (Ruby Barnhill), una niña huérfana que divisa algo que no debió haber visto.

Ella no puede dormir y entre las penumbras nota que algo se mueve extrañamente.

No es el Coco, ni el ratón que se roba los dientes: es un gigante de siete metros del que simplemente provoca esconderse, sobre todo si son las tres de la mañana y el resto del mundo está dormido.

El gigante, encarnado por el actor Mark Rylance ( Bridge of Spies ), recorre las calles de Londres haciendo un trabajo muy particular: él sopla sueños a los niños que duermen.

Pero esta vez, el gigante romperá su sigilosa rutina y hará algo que podría asustar a cualquiera: raptará a la niña.

Dice el gigante que escuchó “el corazón solitario” de Sophie y por eso la sacó abruptamente de sus cobijas.

Fiel a la novela homónima de Roald Dahl, uno de los autores de cuentos para niños más populares del mundo, la película lleva a Sophie al País de los Gigantes, un mundo maravilloso que está reinado por seres que se alimentan de niños.

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Pero no teman, que el gigante que atrapó a Sophie es vegetariano y tiene alma noble. ¿Qué será lo que busca?

“Él es muy viejo y vive con sus hermanos. Por varios motivos sus vidas entraron en crisis y así fue como empezaron a comer niños. Pero él se transformó en vegetariano, lo que lo volvió un gigante solitario y aislado”, explicó Mark Rylance, que en la pasada ceremonia de los premios Óscar ganó la estatuilla a mejor actor de reparto.

Su papel de Rudolf Abel, el espía ruso de Bridge of Spies (2015), le deparó ese honor.

Su papel en Mi amigo el gigante se distancia radicalmente del que lo llevó a ganarse el reconocimiento de la Academia, pero cambiar el chip no fue lo que más se le dificultó.

La cinta, una mezcla entre tomas reales y hechura digital, obligó al actor a trabajar bajo la técnica motion capture o captura de movimiento.

Rylance nunca había hecho algo similar, por lo que solicitó la ayuda de Andy Serkis, el Gollum de El señor de los Anillos . “Ni siquiera me ha devuelto la llamada. Estaba muy ocupado y no pude hablar con él”, confesó Rylance, lamentando el infructuoso intento.

Historia de amor. Para Spielberg, que desde el 2011, con Super 8, no se involucraba en una cinta dirigida al público familiar, Mi amigo el gigante es una historia especial.

“Es la primera película que dirijo que podría calificarse de historia de amor”, dijo Spielberg, refiriéndose a la relación (no romántica) que establecerán los personajes protagonistas.

En un momento de la trama el gigante ayudará a Sophie y luego, dramáticamente, la tortilla se dará vuelta. El caso es que el lazo que construirán será irrompible,

Imposible que la imagen no nos remita a Elliot y el extraterrestre E.T. , que sacó lágrimas de ternura y marcó a toda una generación en los años 80.

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De hecho, en Cannes, Spielberg no negó la relación entre el clásico de 1982 y la nueva cinta. De hecho, la misma guionista trabajó en ambas películas: se trata de Melissa Mathison.

Así, la magia que envuelve la amistad de un niño, con un ser de otro mundo, vuelve a aflorar en la mente de Spielberg.

Sin embargo, existen expertos que se desmarcan de ET: el extraterrestre y le encuentran un mayor parecido a la historia de Peter Pan, pues muestra “a un gigante que no crece y duerme en un barco pirata; y una niña huérfana a la que se lleva al país de las nubes”, opinó Jesús Jiménez, de Radio y Televisión Española.

No es descabellada esta visión, pues ya Spielberg se había introducido en el mundo de Campanita con Hook , en 1991.

Sea una cosa o sea la otra, lo cierto es que Mi amigo el gigante demuestra que Spielberg, a sus 69 años de edad , no deja de pensar y hacer cine como infante.

“Es raro, Spielberg es como un amigo. Parece un niño del vecindario qué tiene una cámara y hace películas y de vez en cuando dice: “¿Quieres venir a jugar?”, dijo Rylance en una entrevista con El Clarín , de Argentina.

Para Jiménez, Mi buen amigo gigante es una estupenda película precisamente por ese detalle: “Nos devuelve la fascinación por los cuentos, ya que Spielberg sigue siendo uno de los pocos directores capaces de sacar nuestro lado infantil y hacernos soñar que gigantes y otros seres imposibles pueden ser tan reales como nosotros”, apuntó el experto.

En Costa Rica, Mi amigo el gigante se exhibirá en salas de cine de todo el país y podrá disfrutarse en los formatos 2D, 3D e IMAX.

El libro que inspiró a Spielberg

Escrito por Roald Dahl, autor británico de gran renombre internacional, ‘ The BFG’ ( ‘The Big Friendly Giant’ ) es un libro que debutó en las estanterías en 1982. Solo en el Reino Unido, el escrito infantil ha vendido 37 millones de copias. La película de Spielberg no es la única adaptación al cine de este libro, pues 1989 fue estrenada una cinta animada dirigida por Brian Cosgrove.